𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽

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[JOHNNY]

John Seo es un buen estudiante, según sus excelentes calificaciones. Tiene una hermosa familia que lo tiene todo. Su padre trabaja en el gobierno y su madre antes trabajaba pero decidió ser ama de casa. Tiene una mascota y un hermano mayor que ya es graduado de la universidad y vive fuera de casa. La bella familia vive en una casa grande y gozan de lo que tienen.

—¡Ya es hora de cenar!—

Llamó la señora Seo. Johnny se encontraba haciendo sus tareas, cuando oyó el llamado de su madre, dejó sus cosas a un lado y salió de su habitación, dirigiéndose al primer piso, en donde se hallaba el comedor. Ahí ya se encontraba su padre trabajador. Su madre sirvió los platos y los cubiertos al igual que las bebidas. En eso, su padre preguntó:

—¿Y el pan?—

La mujer fue devuelta a la cocina en busca del pan recién comprado, pero no lo podía encontrar.

—Creo que se me olvidó en la tienda.—

Se rió la madre . Su padre, chasqueó su lengua molesto.

—¿Y cómo crees que coma? Por eso ya no trabajas, porque se te olvida todo y te lo tomas a la ligera.—

—Pues ahorita voy por el.—

Respondió la mujer cruzada de brazos y tratando de esconder su enojo. Johnny rodó los ojos. Siempre que su padre regresaba de un día cansado, se encontraba estresado , y su madre a veces podía ser muy infantil , y siempre se gastaba el dinero en joyería, cuando necesitaba algo, siempre era muy cariñosa con su señor. Los dos estaban mal. Johnny se levantó y se dirigió a la entrada de la casa.

—¿A dónde vas?—

Preguntó su padre. Johnny tomó las llaves de la casa y respondió antes de salir:

—Como nadie va, yo iré por el pan.—

Cerró la puerta y tomó su bicicleta. Se montó en ella y partió hacia la tiendita en donde su madre siempre compraba la comida fresca. Se apresuró, pues pronto cerraría la tiendita.

Al entrar, se dirigió al mostrador y preguntó:

—¿Hay alguien ahí?—

Sacó su celular de la sudadera y revisó la hora, todavía no cerraban. Pronto, una figura salió , sorprendiendo a ambos. Los ojos de Johnny se abrieron por la sorpresa, al igual que los del chico que iba a atenderlo.

—¿Taeil?—

El chico de baja estatura se encontraba congelado. Johnny sonrió divertido.

—¿Y eso que trabajas aquí? ¿Acaso  eres pobre?—

Taeil bufó y le respondió:

—¿Y tú por qué vienes a una tienda cómo esta?... y en bicicleta.—

Los dos chicos se miraron fijamente, esperando a que uno dijera algo. Johnny fue quien rompió con el silencio .

—A mi madre se le olvidó un puto pan.—

Taeil reaccionó y sacó una bolsa de cartón, vio el contenido y asintió.

—Es este.—

Le tendió la bolsa y el alto la tomó.

—¿Y eso que trabajas?—

Preguntó Johnny desinteresado. Taeil frunció el ceño y respondió:

—Uno debe aprender como por lo menos atender a las personas, incluso como trabajar. Pronto nos graduaremos y no quiero parecer un niño mimado.—

Johnny se dio vuelta dirigiéndose hacia su bicicleta, se detuvo cuando escuchó la voz del mayor:

—No le digas a nadie sobre esto... te daré lo que quieras.—

Johnny se volteó y suspiró exhausto para después decir algo en un tono de voz que el de menor estatura nunca había escuchado, un tono suave, ¿preocupado?

—Solo si tu no dices nada sobre mi... en bicicleta y en esta tienda.—

Taeil asintió con su cabeza inmediatamente , el alto sonrió aliviado y se fue.