𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽

➡️25⬅️

[CHENLE]

—Entonces, pasado mañana tendrán el examen de calculo, recuerden estudiar, no quiero que saquen malas calificaciones, y esto no es para mí si no para ustedes.—

Muchos de sus compañeros amaban a esa maestra, según ellos, ella era amistosa y graciosa. Siendo honesto, Chenle no la detestaba pero no le caía bien. Era obvio que la señorita Min siempre lo subestimaba, tal vez no era el mejor con las matemáticas y todo eso, pero no significaba que era un burro. La profesora siempre con ese irritante tono, bastante alto de voz le preguntaba en medio de la clase:

—Chenle, ¿le entiendes al ejercicio? ¿Quieres que te explique?—

Con todos mirándolo ya era suficiente. Todos creían que era un burro.

La campana sonó y todos fueron hacia la cafetería, la cual estaba al otro lado del pasillo. Chenle partió con Jeongin y Daehwi, sus dos amigos más cercanos. No hubo nada interesante en ese tiempo, cuando Chenle acabó su lonche, dejo atrás a sus amigos y se fue al salón de clases. Se sentó en su pupitre y sacó su celular junto con audífonos. Siempre hacía eso cuando no tenía nada más que hacer. Al momento de que sonara la campana, Chenle guardaba sus aparatos.

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—Jisung es increíble. Está en el club de baile y es el mejor de todos... También es muy guapo.—

Chenle rodó los ojos, todos siempre hablaban de Jisung a cada rato. Tarde o temprano, él se haría popular. Lo que le molestaba era que hablaban sobre su talento y su físico sin siquiera conocerlo, pero siendo honesto, Chenle si consideraba a Jisung guapo.

El chico estaba tan metido en sus pensamientos, que se sorprendió cuando sintió algo tocar su abdomen, su brazo se movió solo y, le dio un golpe a la cara.

—¡¿Qué te pasa?!—

Chenle abrió los ojos como dos platos y miró a su lado, le había pegado a Samuel. Todos ante el grito del menor voltearon a ver hacia los dos chicos.

—¡Lo siento lo siento lo siento!—

El mayor intentó acercarse a Samuel, pero este se alejó.

—¡¿Por qué me pegas?!—

—Pues... ¡Tú! ¡¿Por qué me tocaste la panza?!—

—¡Te quería poner una calcomanía!—

Samuel apuntó hacia el abdomen del mayor, ahí se encontraba una calcomanía de un delfín. Chenle ahora sentía vergüenza, algunos tenían el ceño fruncido por el haberle golpeado a Samuel, mientras que otros reían a carcajadas.

—Ah... Lo siento...—

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Era hora del receso y Chenle era el último dentro del salón, debía terminar de guardar sus cosas. Al terminar, rápidamente salió del aula y se dirigió al patio, donde sus dos amigos, Jeongin y Daehwi, de aseguro lo esperaban en la misma banca de siempre.

Al llegar, Chenle se detuvo y se escondió detrás de una pared, había escuchado una conversación entre ellos sobre el. Estaban hablando mal sobre el.

—Que enfadoso.—

—Ya lo sé, es bien raro y me choca su actitud.—

—Lo bueno es que nos compra cosas.—

—Pero eso es equis. Se cree todo finito, cuando en realidad es su padre el que hace todo ese dinero.—

—Y su madrastra.—

—Hasta su hermanastro me cae mejor.—

—Pero ¿cómo le haremos para que se aleje de nosotros?—

—Tendremos que aguantarnos.—

Las manos del menor empezaron a temblar y sus ojos estaban llorosos. Se dio vuelta y antes de poder avanzar, se resbaló, cayendo al suelo y golpeándose la rodilla, se aguantó el grito y rápidamente se fue corriendo.

Llegó al baño y se lavó la cara, nadie debía darse cuenta de que Chenle era un llorón.

—¿Por qué te sigues juntando con ellos? Ya llevan un tiempo hablando mal de ti, y tú ni te dabas cuenta hasta ahora.—

El mayor pegó un brinco. Demonios, ¿Por qué todo mundo lo tomaba por sorpresa?

—¿Eh?—

—Ellos no son tus amigos.—

Por dios, Jisung le estaba hablando, pero lo cachó llorando.

—Debió ser un malentendido.—

Rió nervioso el mayor. Jisung arqueó sus cejas y se cruzó de brazos.

—A quien le estás mintiendo... Es a ti mismo.—