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[JAEMIN]





Apenas había iniciado el día y su estómago rugía. Jaemin no había comido ni cenado el día anterior, y mucho menos había desayunado esa mañana, sólo tomó agua. Trataba de concentrarse en clase, lo único en lo que pensaba era en comer. Por suerte, cuando el profesor le preguntaba cosas, Jaemin respondía correctamente como siempre.

La campana sonó y todos fueron a la cafetería. El chico tuvo que ir, Mark y Yukhei lo esperaban. No aguantó más y compró un yogurt griego con zarzamora, apenas abrió el empaque y enterró la cuchara para comérselo, acabándoselo en pocos segundos. Sus amigos lo miraban sorprendidos.

—Como que tenías hambre.—

Río el más alto. Jaemin sonrió apenado, ¡genial! Ahora se sentía mal por comer como un cerdo, tan maleducado. Pronto fueron interrumpidos por un alumno llegar, era uno de los populares.

—Hola Yukhei.—

Sonrió adorablemente el chico. A Jaemin le parecía ridícula la forma de actuar del chico.

—Hola Jungwoo, Taeyong, ¿qué los trae acá?—

El alto dio una reverencia. El que estaba a un lado del tal Jungwoo, no aparentaba mal. Tenía buen rostro y parecía educado.

—Queremos que te sientes con nosotros.—

Dijo entusiasmado Jungwoo.

—Si es que quieres.—

Añadió el otro.


Yukhei volteó a ver a sus amigos. Jaemin no tenía problema, era la oportunidad perfecta para su amigo de hacer nuevos amigos. Mark suspiró y dejó a su amigo irse con los populares. Ya que estaban solos, Mark explicó:

—No me molesta que haga amigos, pero, ¿por qué con ellos? Son los que básicamente arruinaron mi reputación y son... presumidos, mimados, fresas.—

Jaemin se encogió de hombros y vio a la distancia a Yukhei, quien se integraba a la plática de esa mesa llena de populares.

—A mi no me agrada Jungwoo con solo verlo, pero...ya qué. Es su decisión con quienes juntarse, nosotros no somos su mamá como para regañarlo.—

—Supongo que estas en lo correcto.—


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—Júntense con su pareja y hagan de la página cuarenta y cuatro a la cincuenta.—

Ordenó la profesora. Jaemin hizo su mejor esfuerzo para no demostrar su disconformidad hacia lo que sucedía en ese momento, trabajar con Lee Jaeno. No es que le cayera mal, era solo que como no lo conocía, Jaemin se sentía un poco incómodo, aparte, la sonrisa del mayor, era muy... peculiar, le daba miedo de vez en cuando.


—Hola Jaemin, ¿cómo estás?—

Y otra vez con esa actitud tan alegre... y esa sonrisa. El menor solo asintió con su cabeza y dio una reverencia, Jaeno era mayor y debía mostrarle respeto.

—Buenos días Lee Jaeno.—

—Aish, deja las formalidades, sólo soy tu compañero de clase.—























Jaemin debía admitir que el chico era inteligente. La razón por la que no le decían nerd, era porque Jaeno tenía dinero, atractivo, talento, estaba en forma, muchas porristas decían que tenía abdominales y músculos tonificados, y esa actitud social que todos aman de él. Jaemin no comprendía como era que podía hablarle a tantas personas, en cambio, Na solo aguantaba estar con dos, y ni siquiera todo el día.

Había escuchado rumores de que Lee era gay. Las porristas siempre con sus chismes que de aseguro son falsos. Muchas de las fresas se decepcionaron, pero pronto Jaeno dijo que no era cierto, dándoles esperanzas de salir con el, lo cual nunca ha pasado. Que Jaemin sepa, Jaeno nunca había tenido pareja en la preparatoria.

De la nada, Jaemin se acordó del chico de primer semestre, ¿era Park Jisung? Ese chico parecía amigable, pero no de esos que tratan a quien sea como su amigo, era obvio que sabía cuando mostrar respeto. Jaemin bloqueó sus pensamientos y volvió a su trabajo

En eso, el chico se sintió intimidado, observado, incomodado. Miró de reojo hacia su derecha, y fue cuando supo que Jaeno tenía sus ojos plasmados en el, con una sonrisa. Jaemin tragó nervioso, movió su cabeza hacia el mayor y fue cuando este volvió a mirar su libro. El menor se le quedó viendo, tal vez había sido su imaginación. Antes de volver a ver su libro, Jaeno rió nervioso y explicó:

—Lo siento por quedarme viéndote. Es solo que me gustan tus pestañas, son largas, algo no muy común en los hombres, ¿te las rizas?—

Jaemin negó con su cabeza. No sabía qué responderle, ¿Jaeno le había dado un cumplido? Entonces debía darle uno de regreso.

—Tus... Pestañas... ¿también son lindas?—

Lee se aguantó la risa, si soltaba una carcajada, de aseguro los sacarían del salón.

—No debías decir eso Jaemin. Sé que tratabas de darme un elogio, fíjate bien, ¿tengo algo atractivo?—

"¿Atractivo?... Un momento, ¡¿quiere saber si se me hace guapo?!"

Pensó Jaemin, este se rascó la nuca.

Lee Jaeno era guapo, muchos decían eso. Para Jaemin, si era atractivo, pero no podía juzgar por solo las apariencias. Observó detenidamente su rostro hasta lo poco visible de sus clavículas gracias a su camisa.  Tenía una línea de la mandíbula afilada, ojos un poco jalados, labios pequeños pero le quedaban bien, nariz perfecta de acuerdo a su rostro.

"Na Jaemin, no te dejes llevar por tu bisexualidad... Dile algo simple y ya."

—Tienes bonitos ojos.—

—Gracias.—

Jaeno sonrió, haciendo la típica eye-smile, pero a Jaemin se le hacía como si fuese una rana.

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Where stories live. Discover now