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Mark y Haechan hicieron el siguiente plan: seguirlos a una distancia y observarlos detenidamente, había algo sospechoso en ellos... si era necesario, arruinarían su día para poder separarlos y cada quien estar donde pertenecía. Mark con Jaemin, y Donghyuck con Jeno. Así debía ser, los dos chicos normales, y los dos populares.

Jeno y Jaemin se habían ido a varios juegos y puestos. Obvio, con Haechan y a Mark siguiéndolos , disimuladamente se paraban en puestos cercanos y los observaban detenidamente, incluso detrás de los arbustos.

En un juego que era de unas tazas giratorias, los dos espías miraban hacia la taza en donde se encontraban Jeno y Jaemin, estaban demasiado juntos, más bien, Jeno tenía su brazo sobre los hombros del castaño, Mark en ese momento tenía ganas de salirse de su taza y meterse a la de su amigo, empujando al popular para que sea apachurrado por las otras tazas en movimiento. Obvio que eso no pasó.


Y ahí estaban otras vez, siguiéndolos. Esta vez, Haechan había planeado algo para arruinarlo todo. Había un charco de agua probablemente sucia cerca, así que el moreno puso un hilo transparente antes de pasar por este. Alguno de estos dos chicos se tropezaría con él y caería al charco, ante esto, la ropa se arruinaría al igual que la amistad qué tal vez estaban formando... los charcos de agua sucia siempre arruinaban todo, el moreno ya tenía mucha experiencia cayendo en estos. Mark le dio la señal al menor de que Jeno y Jaemin se acercaban. Donghyuck sostuvo bien el hilo y esperaron a que llegaran .



—Si gano el oso de peluche más grande, ¿me dejas besarte en los labios?—

Preguntó Jeno con una sonrisa en su rostro. El castaño se sonrojó y después negó con su cabeza.

—No lo ganarás.—

—¿Cómo lo sabes? Es más, iré a ese puesto y ganaré ese oso de peluche rosa. Ya ve- —

Jeno tropezó con algo y cayó en un charco de agua sucia, ensuciando su ropa. Jaemin comenzó a reír a carcajadas. El mayor al escuchar esa risa tan hermosa ,no pudo evitar reír igualmente. El castaño se removió el cubre bocas y fue cuando Jeno vio la verdadera sonrisa de Jaemin, era tan bonita y perfecta. No le podía hallar un defecto alguno a ese chico.

Jeno arqueó una ceja y tomó la mano del castaño, jalándolo al mismo charco que el. Jaemin ahora también estaba sucio, pero eso no les impidió seguir riendo a carcajadas. El menor se sentía tan divertido y feliz, algo extraño, siempre tenía que fingir una sonrisa, pero con Jeno, todo era tan diferente, no sentía que debía ocultarle las cosas, sentía demasiada confianza con el a su lado.

—¿Sabes que esta es tu ropa?—

Preguntó Jaemin aún entre risas. El de cabellos oscuros se encogió de hombros.

—Se puede lavar.—

Cuando se relajaron se levantaron y fueron a un puesto cercano que vendía prendas. Compraron dos camisetas con el logo de la escuela y unos pantalones deportivos , no importaba la parte de los tenis, esos fácilmente se limpiaban. Jaemin compró otra sudadera que también tenía el logo escolar, no le gustaba mostrar sus brazos.




—Eso no funcionó... lo único qué pasó fue que esas hermosas sudaderas CARÍSIMAS fueron ensuciadas...—

Dijo Haechan cruzado de brazos.

—Pensaremos en otra cosa.—

Sugirió Mark entre dientes, en el exterior podría parecer calmado, pero dentro de su mente, era todo un lío. Su mejor amigo le estaba mintiendo, no sabía que otras cosas eran también una mentira. Cuando escuchó que Jaemin llevaba puesta la ropa de Jaeno, no pudo evitar sentir celos, el castaño siempre le decía que no le gustaba usar ropa ajena.

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Where stories live. Discover now