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[MARK]

Ese fin de semana el joven no se divirtió, ni un poquito. Los esfuerzos de Jaemin para distraerlo fueron en vano, y las súplicas de Yukhei para que lo perdonara, fueron aceptadas después de un día entero enfadando.

La pijamada fue más de Jaemin y Mark tratando de controlar a su amigo, quien estaba bajo en efecto de alcohol. Mark se arrepintió de si quiera mencionar la fiesta en la escuela.

Eso no era todo, la vergüenza, era lo que lo asechaba. Tenía miedo a que los rumores se esparzan como la pólvora en la escuela. Tantas preguntas surgirían, tantas "teorías" se crearían. ¿Por qué? Por el tipo de relación que Mark y Donghyuck tuvieron en el pasado. La razón por la que el menor juzgó y excluyó a su amigo de la vida, con quien desde pequeño conocía. Pero, todos los rumores e historias mostrarían a Mark como el villano, ya que Donghyuck era solo amor y solecitos. Pero Mark conocía la verdadera cara del popular Haechan.





Desafortunadamente, esa alarma marcando las cinco de la mañana sonó. Tendría que ir a la escuela, y lo peor de todo, sentarse a un lado de Lee Donghyuck. No tenía excusa ni justificante alguno para faltar. Y no podía llegar tarde, la regañada y el castigo que le pondría su madre sería peor.

Se alistó, desayunó, y partió de la casa. No sin antes despedirse de sus padres, quienes desayunaban, su madre ayudando a la cocinera, su padre leyendo el periódico y procurando no arruinar su costoso traje. No se olvidó de su hermana menor , todavía no iba a la preparatoria, aún asistía a la secundaria. Ni de su perro esquimal canadiense, llamado Seagull. Gracias a esa cosa peluda, siempre tenían la ventilación helada, pero eso ya no era sorpresa, más bien, toda la familia y personal se había acostumbrado.

—Buenos días Mark.—

El joven fue saludado justo al entrar al Coupé BMW.

—Hola Seunghyun.—

El chofer encendió el vehículo y salieron de la propiedad. No era una casa grande comparada con la de los populares en la escuela, pero para el, era más que suficiente.

—¿Y eso que se levanta temprano? Me acuerdo que el semestre pasado hasta su perro tenía que entrar para levantarlo.—

Rió el hombre, observando al joven sentado en la parte trasera por el restrovisor. Mark se encogió de hombros.

—No lo sé. La gente puede cambiar.-

—Iba a decir que era la madurez, pero, me acorde de que usted está muy lejos de ser maduro o autosuficiente.—

Mark rió sarcásticamente ante el comentario del chofer.



Como de costumbre, el vehículo se estacionaba a dos cuadras del instituto.

—Que le vaya bien.—

Seunghyun desbloqueó la puerta para que Mark pudiera salir.

—Gracias, igualmente.—

Mark tomó su mochila y su maletín, y salió del carro. Caminó las dos cuadras que restaban para llegar a su fastidioso destino, la preparatoria. Mientras caminaba, se imaginaba las miles de situaciones que pudieran suceder, planeando cómo escapar, reaccionar o responder. O tal vez nadie le prestó atención a lo que había sucedido en esa fiesta, ¿a quién le mentía? Todos habían visto el espectáculo de su amigo bajo alcohol.

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin