𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽

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[YUTA]

Las aburridas clases de la profesora Kim tenía a todos casi dormidos, excepto a Taeil que era el único a quien le interesaba la clase. Yuta hace poco se había teñido el cabello de color morado, eso le trajo demasiados problemas con los profesores, ellos prohibían el uso de tintes que no eran color natural. A él le importaba verga lo que le dijeran.

De todos modos, muchos le comentaron que se veía bien. Pero para que no se encabronaran los viejos, él usaba la sudadera de la escuela, cubriéndose el cabello con el gorro, aunque algunos mechones cubrían su rostro.

Por fin sonó la campana y todos salieron disparados del salón de clases. Johnny se le acercó y encimó su brazo en sus hombros, haciendo que se encorvara un poco.

—No vas a creer lo qué pasó.—

Yuta rodó los ojos y sonrió.

—¿Qué tomaste ahora?—

La sonrisa de Johnny no desapareció y sacó de su bolsillo de la chamarra una bolsa con lo que parecía comida envuelta con papel aluminio.

—Forcé a uno de los chicos del club de cocina a prepararme algo. Se ven deliciosos.—

El menor soltó una carcajada y le dio un leve codazo en la costilla.

—Ahora que me lo dices, tendrás que compartirlo.—

Yuta se sorprendió un poco cuando sintió que Johnny se detuvo de repente. El de cabellos morados alzó la cabeza y vio que estaban los nerds cerca de los casilleros. Johnny soltó al menor, metió sus manos a los bolsillos, y caminó lentamente hacia aquellos débiles chicos.

   —No me hicieron la tarea, inservibles.—

Yuta se cruzó de brazos y sólo observó lo que sucedía.

—L-Lo sentimos mucho... era solo que- —

—¡Sin excusas!—

Johnny alzó su brazo y les dio una golpiza a esos tres chicos, quienes temblaban de las piernas y el miedo se reflejaba en sus ojos. Después, tomó a uno de ellos del cuello de la camisa y lo elevó un poco del suelo para que esté cercano a la estatura del alto.

—A la próxima, lo que yo les diga, se hará.—

Escupió Johnny, acto seguido, lo dejó caer al suelo. Al terminar con eso, siguió caminando hacia la cafetería, Yuta no tardó en agarrarle el paso.

—Sabes, no entiendo por qué seguimos diciendo eso de la tarea si no lo ocupamos. Nuestras calificaciones son impecables.—

Johnny se encogió de hombros.

—No lo sé, a veces me divierte un poco.—

El menor se puso a pensar un poco.

—Hablando de nerds... no hemos visto a Jaemin últimamente.—

El de cabellos negros se sorprendió ante aquello.

—¡Tienes razón! Pronto aparecerá, no puede esconderse por siempre, él es el más divertido. Es muy marica.—

Yuta fingió una sonrisa y dijo:

—Si...—

A veces recordaba lo que le dijo Sicheng. Después de aquel incidente cuando los encontró molestando al nerds, no le volvió a hablar. Y cuando lo hacía, era solo para repetir lo horrible de persona que era.

¿Yuta estaba interesado en Sicheng? La respuesta era si, y mucho. Pero no podía dejar a Johnny solo, eran mejores amigos desde la primaria, no podía dejarlo solo para impresionar a un chico.

Además, si Yuta y Johnny se dejaran de hablar, la guerra empezaría y habrían demasiados problemas en la escuela. Aparte de bromas, hasta peleas violentas  habrían, ellos dos habían asistido a clases de karate, boxeo, defensa personal y más... la fuerza era muy importante para ser el ganador.

Hablando de peleas, cuando llegaron fuera de la cafetería, había un... "encuentro". Changbin se encontraba nuevamente luchando a golpes y patadas contra Chan, quien estaba en el mismo grado que el pero diferente salón.

Desde que Changbin comenzó haciéndole bromas a Jeongin de primero, Chan le declaró la guerra. Se decía que aquellos dos eran primos.

Yuta suspiró exhausto y se metió entre la bola de estudiantes grabando y gritando cosas. Al ver a aquellos dos chicos, rodó los ojos y jaló a Changbin fuera de ahí, él estaba a punto de golpearle la nariz a Chan. Por suerte solo tenían pequeños raspones y un leve sangrado en el labio, nada que los incriminaría.

—Por fin lo sacan de ahí.—

Se quejó Felix. Yuta lo miró de reojo y bufó.

—¿Por qué no lo hiciste tú? Estabas con él desde el principio, ¿o me equivoco?—

Felix se rascó la nuca nervioso.

—Si me metía, Chan me hubiera golpeado a mi que a él.—

Johnny se adelantó y quedó enfrente de todos.

—Por eso no inicien algo si no estamos ahí, tontos.—

Habían veces en las que Yuta no sabía si estaba bien o mal lo que hacían.