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[JAEMIN]


Yukhei y Mark ya habían partido desde temprano, justo cuando sonó la campana. El más alto debía empezar con proyectos, y el que iba en su salón de clases tenía algún asunto familiar. Su mente estuvo dándole vueltas a lo sucedido en el baño hace horas. El grupo conocía al tal Sicheng, pero Jaemin no sabía nada de él. De aseguro iba a ser una de esas personas amables las cuales nunca te cruzarás de nuevo y terminarán en el olvido.

Jaemin terminaba de guardar sus cosas en la mochila. Ya muchos pasaban por el y de vez en cuando escuchaba una conversación ajena. Todas ridículas o aburridas. Las típicas de "se rompió mi uña, ¿qué voy a hacer?", "Vamos al arcade bro", "¿y si me trata de besar? Ósea, me gusta mucho pero estoy indesiza entre el o Woojin, aunque nunca me prestará atención...". 

—Mejor lávense la cara primero.—

Dijo el chico en un inaudible susurro, y por suerte, el salón se encontraba vacío. Lo malo era que, el grupo que siempre lo acosaba podría estar esperándolo, o le harían algo peor a lo que ya hicieron, o... Jaemin trató de alejar esos pensamientos que lo volvían loco y lo dejaban inquieto.

Tomó sus cosas y se asomó para asegurarse de que el pasillo estuviera vacío, y así era, ya no había nadie y estaba silencioso. Con poco de confianza, salió del aula de clases y caminó por el blanco y reluciente pasillo. Hasta ese momento, todo iba bien. Lo único que faltaba era bajar las escaleras, caminar por el largo pasillo hasta la salida del edificio, pasar por la puerta e irse a casa. Pan comido, ¿no?

Sus esperanzas de estar a salvo se desvanecieron cuando sintió a algo, más bien alguien, jalarlo con fuerza hacia los baños. Lo estrellaron contra la dura pared, haciendo que el chico se quejara un poco del dolor en su espalda.

—Dijimos que no había terminado y tú ya partías a casa.—

Esa voz le trajo escalofríos por todo el cuerpo. 

—Hace poco descubrí que Jaemin es bulímico. Que asco me da.—

Escupió Felix. Entonces era él quien lo había pillado aquel día, ¿ahora qué tendría planeado? Algo para hacerlo sufrir estaba más que claro.

—Aw~ Jaeminie quería bajar de peso rápido. Mejor aguántate y ve al gimnasio, cerda gorda.—

Rió Hyunbin.

Jaemin se estremeció al ver como Yuta se acercaba hacia el con dominancia. Se pegó a la pared y deseó por lo menos quedarse ahí parado.

—Esto tienes por arruinar mi imagen con Sicheng.—

Dijo de tal manera que hizo a Jaemin temblar y casi "hacerse pipí". La fuerte mano del mayor jaló con fuerza al chico hacia uno de los cubículos. Unos del grupo lo veían serios y otros reían a carcajadas. Yuta lo forzó a arrodillarse, y  jaló con brusquedad los cabellos de Jaemin para acercar su cara al inodoro.

—Danos una clase de como ser tan asquerosos como la mierda que eres y haces.—

Murmuró el mayor. Lo forzó a meter dos de sus dedos hasta la garganta, impidiéndole removerlos al momento que daba horcajadas. Lo forzó a mover su campana unas veces, y cuando el vomito estaba a punto de salir, Yuta rápidamente se alejó y todos rieron al momento en el que Jaemin dejó salir todo. Lo imitaban haciendo horcajadas y haciendo sonidos, claramente arremedándolo.

—Que asco.—

Dijo Johnny. 

Changbin llegó y le dijo a su grupo que ya cerrarían la puerta en poco tiempo. Así que todos se retiraron, dejando a Jaemin llorando solo. Después de un rato, el chico débilmente se puso de pie y se fue a su casa, en donde continuó llorando toda la tarde.

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora