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Jeno llegó temprano a la casa del castaño. Llevaba con él una maleta, ya que traía lo que le pondría a Jaemin y aparte, se quedaría a dormir con el. El menor lo recibió y al instante se estaba arrepintiendo de haber aceptado la invitación de ir a la feria.

—Ponte esto.—

Jaemin miró la prenda confundido.

—¿Una sudadera?—

—Solo póntela.—

Rió el mayor. Cuanto Jaemin se puso la sudadera, notó que los dos llevaban una puesta, la única diferencia era que la de Jeno era azul con mangas roja y amarilla, mientras que la de Jaemin era blanca.

—¿Así nadie me reconocerá?—

Preguntó el castaño , eso era ridículo.

—¡No he acabado!—

Jeno se acercó y empezó a peinar los cabellos de Jaemin hacia un lado, revelando su frente. El castaño siempre se peinaba ocultando su frente, así que eso era algo nuevo. Después, el mayor le puso un cubre bocas.

—Ellos te reconocen por cómo luces. Ellos buscan a alguien que no quiere sobresalir entre las personas, si te vieran así, no te reconocerían, así te ves confiado y no apenado. No necesitas una máscara, ni peluca, ni siquiera vestirte de mujer. Y si llegan a reconocerte y planean hacerte algo...—

Jeno juntó su frente con la del menor.

—Yo mismo los detendré...—

—¿No se ve mal?—

Preguntó Jaemin mientras jugaba con el cordón de la sudadera. El mayor negó con su cabeza.

—Nunca te ves mal.—



_____________

Cuando Jeno estacionó su carro, salieron y el mayor hizo fila para poder comprar los boletos. Jaemin esperó sentado en una banca, sus manos sudaban a chorros y siempre que veía a alguien que conocía, bajaba la cabeza.

"Que no me vean, que no me vean, que no me vean..."

Jeno pronto volvió y se adentraron a la feria. El mayor le tomó la mano, entrelazando sus dedos, la mano del mayor era tan suave y fuerte. El castaño sentía sus mejillas arder, pero por suerte tenía la mascarilla . Siempre que pasaban, saludaban a Jeno. Todos con él eran amigables , si vieran a Jaemin, hasta le pisarían los talones.

—¿A cual juego te quieres subir?—

Preguntó Jeno emocionado.

—Al que tú quieras...—

La sonrisa del mayor aumento y jaló al castaño para poder formarse... y subirse a la montaña rusa... apenas llegaron y ya iban a ese juego.

Jaemin tragó nervioso y observó la estructura con los vagones y los pasajeros gritando, riéndose, hiendo a una gran velocidad.

—¿Tienes miedo?—

Rió Jeno. El castaño rió nervioso.

—¿Yo? Por supuesto que no.—

—Si te asusta, no nos subiremos.—

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Where stories live. Discover now