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[JAEMIN]

—En la casa de una tía, su gato me rasguñó.—

Jaemin fingió una pequeña sonrisa para tratar de no sonar tan falso.

"Vamos... se un tonto y créete la mentira..."

Las manos del menor empezaron a sudar y trataba de no desviar sus ojos de los de Jaeno. Quien parecía tratar de ver la verdad detrás del telón.

—¿Te sigue doliendo? Deberías ir a la enfermería, se te puede infectar si no te pones algo.—

Jaemin se aguantó las ganas de suspirar por el alivio y asintió con su cabeza. Por supuesto que no iría a la enfermería, el estaría gastando el tiempo del enfermero e incluso, gastando material que otros con heridas serias necesitarían.

—Te acompaño.—

"Tiene que ser un broma..."

¿Por qué siempre quería estar al tanto de él? Incluso lo vió dormir en la mañana... un poco perturbador. Lo cachaba de vez en cuando mirándolo mientras trabajaban en química, lo saludaba por las mañanas y al terminar las clases. Y esa cara sonriente que siempre le mostraba, muchas veces lo incomodaba.

—No es necesario.—

Jaeno arqueó una ceja y se cruzó de brazos.

—Insisto.—

"Terco."

Fue la única palabra con la que Jaemin pudo describir al mayor en ese momento... y en casi todos los momentos que compartía con el.

—Como quieras.—

Suspiró el menor.

Jaemin y Jaeno salieron de los baños y comenzaron su recorrido hacia la enfermería. Al principio fue silencioso, pero se podía escuchar el eco de las voces de los alumnos que se encontraban en la cafetería al otro lado del pasillo. El menor pegó un brinco cuando sintió que le tomaban el brazo, el cual tenía esas cortadas que seguían hinchadas y sentía como si el dolor estuviera bombeando.

—¿Te duele mucho?—

Jeno lo miró directo a los ojos y esta vez parecía más serio , era como si estuviera viendo directamente hacia si alma. Esos ojos oscuros y penetrantes no eran para nada similares a los sonrientes que veía seguido. Los dos dejaron de caminar y se vieron directo a los ojos por pocos segundos. Jaemin asintió levemente con su cabeza.

Después de eso, siguieron su recorrido silenciosamente hacia la enfermería hasta que Jaeno volvió a romper con el silencio:

—¿Qué tanto te guardas?—

"¿Qué tanto quieres saber de alguien que no importa?"

Preguntó el menor en su cabeza.

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Llegaron a la enfermería y le trataron las heridas a Jaemin, dejando una venda envolviendo su brazo lastimado. Cuando llegaron a su salón de clases, era justo a tiempo, el resto del grupo estaba volviendo y el menor pudo mezclarse entre ellos para que nadie viera que estaba con Jaeno. Por su desgracia, era clase de química, forzándolo a juntar su mesa con la del mayor  y tener que estar con el por una hora.


—Atención alumnos, aquí ya les tengo la fecha para entregar su proyecto. Tendrán una clase a la semana para avanzar y si no les alcanza el tiempo aquí, ustedes ya son responsables de eso.—

La profesora le entregó a todos los alumnos una hoja con los requisitos y la fecha de entrega del proyecto de química que tenían que hacer con su pareja.

Jaemin podía hacer el trabajo solo, no tenía actividades en las tardes y podría avanzar en ello, pero sabía que Jaeno no estaría de acuerdo con eso y tendría que trabajar... en equipo...

—Jaemin.—

Lo llamó el mayor, este despegó su vista de la hoja y centro su atención en el chico a su derecha.

—Podemos empezar con el proyecto en mi casa, hoy estoy libre, ¿y tú?—

"Para nada... esto no puede estar pasando..."

El menor empezó a jugar con sus manos que una vez más, comenzaron a sudar.

—N-no creo que sea buena idea... creo que aquí lo podemos terminar si trabajamos rápido.—

En eso, Jaeno sonrió, haciendo que sus ojos desaparecieran.

—No tienes por qué avergonzarte, no hay nada de malo trabajar las tareas en casa de alguno. Pero si no quieres ir a mi casa, podemos ir a la tuya, ¿estás libre?—

—No tengo nada que hacer.—

Jaemin no quería hacer eso, pero si Jaeno quería, estaba bien, de todos modos le debía un favor.

—Entonces así será. Saliendo de clases, puedo acompañarte y empezamos temprano.—

El menor tragó saliva, ¿y si lo veía ese grupo dirigiéndose a SU CASA junto a Lee Jaeno? Sabrían donde vivía y quien sabe lo que pudieran hacer con esa información.

—Pero hay que ser los últimos en irnos... ellos pueden vernos...—

Jaeno suspiró y se encogió de hombros.

—Si eso te hace sentir a salvo, así será.—

Jaemin pensó cómo explicarle a Mark, el chico sentado detrás de el soportando a Donghyuck. Mark, su mejor amigo, y con quien siempre se veía en el parque después de clases.

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Where stories live. Discover now