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[JENO]

Todos estaban empapados de sudor y exhaustos, pero el entrenamiento debía continuar. El equipo se dividía en dos y jugaban contra ellos. Mark había mejorado en sus maniobras y últimamente se había rivalizado con el mejor de la escuela, Jeno. A él casi no le importaba, pero dentro de sí, aún quería estar en el puesto número uno, no quería que Mark lo humillara.

Todo lo decidió cuando Jeno encestó a la canasta, logrando ser el victorioso nuevamente. El entrenador sonó su silbato y avisó con esa voz gruesa y súper fuerte:

—¡Bien chicos, hicieron un gran trabajo el día de hoy, dense una ducha... Apestan como cerdas!—

Todos rieron y se dirigieron a los vestidores.

—Diablos... Estoy exhausto... Llegando a casa pediré un masaje.—

Renjun sudaba a todo dar y casi no podía estar de pie.

—Un masaje no suena mal... Deberías invitarme a tu spa más seguido.—

Rió Jeno mientras abrió su casillero y se retiraba la camiseta empapada de sudor.

—¡Claro que no! Ese spa es mío y solo para mí.—

Renjun estaba en el casillero de a un lado, retirándose las prendas mojadas al igual que el resto de los presentes.

Todos tenían batas puestas y fueron a tomarse una ducha rápida. Después de eso, todos se vestían. Jeno se puso su ropa cómoda y notó como Mark Lee miraba su celular detenidamente y parecía preocupado. Pero alguien más también lo había notado.

—Mark, ¿estás bien?—

El chico se sorprendió y contestó:

—Ah... Es solo que un amigo no me contesta y me llega a preocupar de vez en cuando su comportamiento, y también que siempre hay gente molestándolo... Espero que esté bien.—

—Descuida. De aseguro se esta tomando un descanso o está en su club.—

—Tienes razón Jaehyun.—

Sonrió Mark.

Era de muy mala educación escuchar las pláticas ajenas, pero... Por alguna razón, Jeno siempre tenía curiosidad por el amigo de Mark, Jaemin. Si Mark se refería a Jaemin... Jeno no sabía que era molestado o que había algo preocupante en el, solo pensaba que era muy tímido.

—Renjun, me tengo que ir.—

Jeno palmeó el hombro de su amigo y este se despidió de él con un típico saludo que tenían. Jeno siempre sospechó algo en su compañero de clases, no se parecía a sus amigos, era más callado y simplemente diferente. Jaemin era inteligente y por alguna razón, Jeno consideraba que era muy tierno como se ponía nervioso. Notó que tartamudeaba, jugaba con sus manos y siempre miraba a otra que cosa que no sea lo que le causa el nerviosismo.

Sonaría como un raro metiche, pero, Jeno quería saber más de ese chico desconocido, la curiosidad lo mataba por saber quién era. Lo iba a buscar solo para saber si estaba bien. Tal vez era solo su perspectiva pero, Jaemin tenía el rostro más delgado, al igual que sus piernas y su abdomen. Jeno consideraba al menor de buen cuerpo desde que lo vio, pensaba que era sano y deportivo.

Mientras caminaba por el pasillo, fue capaz de oír una conversación... Bueno... Sonaban más como gritos. Se ocultó detrás de la pared y observó todo. Era Lucas discutiendo con Jaemin. Lo había empujado y le decía cosas horribles. El menor perecía débil. Cuando todo acabó, los sollozos de Jaemin estrujaron el corazón de Jeno. No dudó más y fue hacia el chico en el suelo. No sabía qué decir ante lo que vio, así que solo preguntó:

—¿Estás bien?—

No recibió respuesta, pues el menor salió corriendo. Algo le preocupaba a Jeno y sus piernas se movieron solas, haciéndolo seguir silenciosamente al menor, quien se adentró en los baños. Antes de que se cerrara la puerta, Jeno se metió y vio como Jaemin se metía al último cubículo. Decidió esperarlo afuera, pero poco después, Jeno escuchó como el asiento de baño era levantado y después... Los ruidos que surgieron lo lastimaron por completo, no lo podía creer... Jaemin sufría de bulimia... Recordó todas las veces que se lo encontraba en el baño, solo una vez lo cachó vomitando pero se creyó la excusa de que se sentía mal.

"Lee Jaeno... Eres un tonto, ¿cómo no lo viste antes?"

Cuando la puerta se abrió, no dudó más y se acercó al chico tan vulnerable y lo envolvió en sus brazos. Sintió como el dolor invadía el corazón del chico. Lo abrazó todo el rato que Jaemin lloró. Después de un largo silencio y los llantos de Jaemin siendo lo único que llenaba el lugar, el menor habló con dificultad:

—¿Por qué me hizo eso?... ¿Por qué me molestan?... ¿Por qué soy tan feo y asqueroso?... Me canso de todo esto...—

Jeno se tragó las ganas de llorar. Y lo aferró más a su cuerpo.

—¿Por qué haces esto?—

Preguntó el chico.

—Ya pasó... Aquí estoy...—

—Nunca pasará, siempre vuelven y me hacen la vida imposible...—

Jeno estaba a punto de abrir la boca, pero fue interrumpido por el celular dentro de la mochila de Jaemin. Este inmediatamente se alejó y atendió su llamada.

—¿Mark?... Si... No, fue una muy mala idea... Entiendo... Bueno, te veo mañana... Hasta pronto...—

Al colgar, Jaemin vio directo a los ojos del mayor. Tanta tristeza era reflejada en su mirada.

—Lee Jaeno... Por favor olvide todo esto y no se lo diga a nadie... Lo veo mañana en clase.—

El chico tomó sus cosas y al abrir la puerta para salir del baño, mencionó una última cosa:

—Gracias por el abrazo... Lo necesitaba...—

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Where stories live. Discover now