Los Min [YOONMIN] Segunda Temporada

Capítulo 8

Irene observaba un punto fijo, mientras sentía aquella chica tras suyo, la cual, parecía entretenida en trenzar su cabello.

—¿Por qué no viniste ayer? —. Pregunta Irene a Eunbi.

—Tuve mi primer día de clases—.

—Supe que Jimin será tu profesor—.

—¿Cómo te enteraste? —. Pregunta la chica, dejando el largo cabello negro de su hermana, para poder ir frente a ella.

—Por ahí—. Responde desinteresada.

—¿Alguien vino a visitarte ayer? —.

—¿Quién lo haría? Eres la única que viene—. Incrédula, Eunbi observa aquel gran hombre de atuendo blanco, quien se encarga de vigilarlas.

— Convenceré a papá de que venga a visitarte —.

—No quiero que venga—. La chica la mira de una forma que hace que Eubin se sienta pequeña. —Él nunca me quiso, siempre te prefirió a ti, incluso a Yuqi, quien ni era su hija—.

—Eso no es verdad—. Le dice. —Papá te quiere—.

—¡Mentira! —. Chilla con molestia Irene. —Si me quisiera no me hubiera dejado aquí—.

—Lo hace porque te quiere, porque necesita ayuda—.

—¿Ayuda? —. Eubin baja la cabeza al sentir a Irene utilizar un tono enojado. —¿Necesito ayuda? —.

—Hiciste algo malo—. Susurra un poco cohibida.

—Hice lo que debía—. Dice como si fuese obvio, y aquella chica fuese una tonta que no entendiera. —Jimin lo merecía—.

—Jimin nunca te hizo nada malo—.

—¿Estas de su parte? —. Cuando Irene se pone de pie, la chica se alerta, y aunque el hombre que les vigila está atento a todo, es muy lento para actuar cuando Irene empuja con fuerza a Eunbi, haciéndola caer. —¡LÁRGATE! —. Grita, mientras el enfermero la toma de los brazos. —¡Eres igual que ella!, ¡eres igual que Yuqi!, ¡lo prefieres, lo prefieres a él! ¡Lo prefieres a él, que es un extraño! ¡Yo soy tu familia, yo lo soy, Yuqi, entiéndelo, soy yo tu hermana! —.

La pequeña Eunbi, observa a su hermana gritar, mientras el hombre la detiene, e intenta tranquilizarla, pero no parece surgir efecto alguno, luego es ella quien es tomada de los brazos y sacada de la habitación, mientras aún continúa escuchando los gritos e incoherencias en Irene.

—Voy ayudarte, lo prometo—. Susurra y aunque quisiera quedarse, no le es posible, Irene necesita ayuda, claro está, pero ahora mismo no es la que ella puede brindarle.

...

—¿Por eso necesito dinero?—. Yoongi observa a su hija con seriedad, espero a que algo más saliera de sus labios, pero al verla cruzar sus manos, mientras se balanceaba un poco, supo que todo el discurso ya había acabado.

—Entonces—. Dice Yoongi levantándose del escritorio de su estudio. —¿Viste una casa para muñecas que te gusto, y la quieres? —.

—Si—. Responde la niña.

—Pero para navidad, te compramos una ya—.

—Pero esa es morada y la que vi es azul, el azul más bonito que jamás vieron mis ojos—.

—Entonces guarda ese azul en tus recuerdos, porque no voy a comprarte eso, tu casa de muñecas está en perfecto estado—.

—¿Y si dejara de estar me comprarías esa? —.