Los Min [YOONMIN] Segunda Temporada

Capítulo 1

El pequeño niño observa a su padre moverse de un lado a otro, él podía notarlo cansado, bueno a su parecer.

—¿Papí, edtas bien? —. Jimin sonríe para acariciar el cabello del pequeño.

—Si mi amor, solo estoy buscando tu shampoo, ¿Sabes dónde lo deje? —.

—Da lo habías tomado—. Dice el pequeño, Jimin sonríe apenado notando que es verdad.

—Es sólo que estoy algo ansioso por la cena de esta noche, es fin de año, además Woozi vuelve de Jápon hoy—.

—Es vedad—. Dice el niño emocionado, sintiendo como su padre comienza a limpiar su cabello y terminar de bañarlo en la bañera.

3 años habían pasado desde el nacimiento de Yuqi, ahora Jimin tenía 21 años, y su rostro había madurado un poco más, aunque las mejillas regordetas continuaban presentes. Su matrimonio iba de maravilla, pues la llegada de su segundo hijo estaba prácticamente a la vuelta de la esquina.

—Vamos Yuqi, debes ayudar a papi a comprar la cena para fin de año—. Dice Jimin ayudando a salir al niño de la tina para envolverlo en la gran toalla de kumamon que Yoongi había comprado para el niño.

—Papi podia damar a tío Jin, el cocina bien—.

—Que listo— Alaga Jimin a su hijo. —Él tiene buenas ideas—

—Yo dambién—. Dice el pequeño.

—¿Te parece si vamos y visitamos a papá en la oficina? —. Jimin busca la ropa del pequeño, mientras ojea su reloj y busca su teléfono para mandarle un mesnaje a Yoobngi e informarle que irían a la empresa.

—Sí, tomamos con Papi Yoonie—. Jimin sonríe tomando la mano del pequeño niño una vez listo, pues, aunque quisiera cargarlo ya no podía hacerlo, su embarazo estaba ya en la última etapa y en poco tiempo tendría su cesárea, así que levantar el peso de su pequeño Yuqi era casi imposible.

Jimin encendió el auto dejando a su hijo bien asegurado en la parte trasera, luego condujo normalmente, al ser 31 de diciembre él estaba esperando las calles desoladas, pero no fue así, el tracito parecía peor en esta época y no fue unas cuantas calles de lejanía de la casa que el embotellamiento matutino les atrapó.

—Parece que vamos a tardar un poco más en llegar—. Le dice Jimin al chiquillo, quien iba entretenido manchando de colores su libro para colorear.

—Tendo hamble papi—. Pucherazo el pequeño.

—Pasame el bolso mi amor, creo que te he guardado algunas galletas—. El pequeño sonríe emocionado, soltando el cinturón de seguridad para buscar en el bolso los alimentos.

—¿Papi puedo ir adante? —.

—Ven, pero cuando vuelva a conducir te pasas atrás, okey—.

—Otey—. Dice el niño sonriendo, Jimin le ve cruzar por los asientos, mientras le da su galleta para que sea sostenidas por él.

—Auch—. Jimin se queja un poco.

—¿Te paso? —. Pregunta el niño observando la mueca que hace su padre, se parece a las que él tiene cuando l duele el estómago por comer muchas galletas.

—Tu hermanita está un poco activa esta mañana—. Dice mientras acaricia su vientre, sintiendo luego otra punzada.

—Ya hermanita no modestes a papi—. Jimin acaricia el cabello de su hijo mientras esté ahora es quien que se encarga de sobar su vientre.

Jimin se vuelve a quejar esta vez un poco más fuerte. —¿Papi?—. El pequeño Yuqi mira con preocupación a su padre, quien aprieta con fuerza el volante del auto, sintiendo el agudo dolor recorrerse la espina dorsal.