Capítulo 41

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Y las segunda veces en las primeras.



...

—¿Cómo te sientes? —. Pregunta Sunwoo, tomando asiento al lado de Seoknam.

La familia Min se encontraba toda unida en aquella sala de espera, no había cuota de alegría en sus rostros, y no era para menos, siendo las 3 de la tarde hasta ahora, el sufrimiento de Hyunmin seguían.

—Lo estoy—. Responde mientras observa a los adultos charlar entre ellos. —Realmente no es un buen cumpleaños—. Sunwoo observa a su amigo con algo de pena, pues le comprende, quizás debe sentirse mal que su día feliz, se halla tornado triste gracias a la desgracia y arbitrariedad de la vida.

—Quizás yo pueda mejorarlo—. Le dice el pequeño tomándole de la muñeca. —Ven, acompáñame—.

—No, no podemos irnos—. Seoknam observa a todos tan tristes que le parece un acto egoísta el marcharse, y no es que no esté triste, es solo que su forma de expresarlo es diferente, él es mas calmado, más a guardar sus emociones.

—Sera por algunos minutos, Hyunmin duerme ahora mismo, estaremos con el hasta el último momento, pero quiero que tu cumpleaños no sea solo un mal recuerdo, quiero que tan siquiera unos minutos puedas sentirlo como un día maravilloso—. Seoknam parece convencerse y aceptar seguir a su amigo. Sunwoo observa aquel niño mirarle, él asiente con su cabeza mientras Yuqi le agradece de forma sutil, aunque, no era el único que miraba lo sucedido entre ellos dos.























...

—¿Si podemos estar aquí? —. Pregunta Seoknam al ver que su caminar es detenido en la puerta que lleva hacia la terraza.

—Creo que nadie es capaz de decirme que no, tranquilo, vamos—. Sin objeción Seoknam entra, encontrando en el centro del lugar una mesa de madera y un pequeño muñeco.

—Me gusta moldear plastilina, creo que soy bueno—. Seoknam corre a mirar de cerca el muñeco, era perfecto, tan parecido a él con aquel uniforme escolar.—Bueno, la primera vez que te vi fue en el colegio. ¿Te ha gustado? —.

—¿Bromeas? Me encanta, ¡es genial! —. Chilla el chico, —¿Puedo tocarlo? —.

—Puedes, le he puesto mucha laca. Peor aún ten cuidado.... yo—. El niño mueve sus labios, un poco tímido. —Hice también a toda tu familia, ¿la quieres? en realidad te hice esto—. El niño observa como su amigo saca de debajo de la mesa lo que parece ser una maqueta en la que la mansión Min está, también su familia, inclusive los dos perros de su casa se ven allí.

—Esto realmente es bello, mucho, gracias Sunwoo—. Le dice mientras lo abraza. —Gracias por intentar animarme—. Sunwoo le sonríe cortando el abrazo.

—Ven—. Le dice el mayor, tomándolo de la mano, para llevarle a lo que quiere mostrarle.

—¿No es peligroso? —. Preguntando un poco asustado al ver como se acercan al borde de la azotea. —Es que herede el valor de mi padre Jin—. Sunwoo solo suelta una risita.

—Confía en mí, solo mira al frente como debe ser—.

—¡Wow! —. Es la palabra que salen de Seoknam al ver la vista de la ciudad, el sol esta en su cúspide, aunque brillaba, no era fuerte y tortuoso, su intensidad parecía perfecta para tan helada sensación de la oscura muerte asechando.

—Sé que no puede ser el mejor cumpleaños, sé que no será feliz, pero creo que puedo intentar animarlo tan siquiera unos instantes—. Cuando Seoknam gira a ver a su amigo le ve con un paquete de galletas y un encendedor.

Los Min [YOONMIN] Segunda TemporadaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant