Capítulo 50

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Los niños despertaron a causa del ruido y a pesar de que los adultos querían evitar que vieran el cuerpo, emergencias tardo un poco llegar.

Jungtae siempre fue muy curioso, y aunque en realidad no deseaba hacerlo del todo, no comprendía por qué se caería de las escaleras alguien que sabía subirlas. Pensó en qué tal vez se había desmayado, así que se asomó un poco. No mentiría al decir que si le asusto lo que vio, pero entonces algo llamo su atención.

Miro hasta los niños quienes se encontraban confundidos mientras intentaban consolar a una Haneul en llanto y a un Yuqi serio, pero afectado con la noticia. Jungtae llamo con su mirada a Joonsung, quien al principio se negó, pero al ver lo insistente del niño decidió hacerlo. Aprovechando que los adultos parecían consternados hablando entre ellos se acercó hasta le menor de los niños.

—¿Por qué sus muñecas se ven roja? —. Pregunta Jungtae, viendo a Joonsung quien mira a la mujer, y es él quien valientemente se acera, bajando las escaleras, quedando a una distancia prudente para no tocar el cuerpo. Jungtae se cerciora de que no le vean y va tras el chico.

—¿Las muñecas quedan rojas cuando te caes? —. Pregunta el pequeño, pues está confundido y parece que su familia también lo está ahora.

—¡JUNGTAE! —. El pequeño escucho el grito y no demoro en sentir sus ojos siendo tapados por las manos de Jungkook. —¡JIN!! —. Grito este, pero Joonsung corrió todo lo que pudo para evitar que su padre descubriera que desobedeció y bajo, pero bueno, fue precisamente con este con quien choco, sonrió tratando de que el hombre no le diera alguna represaría, pero no sucedió, y fue su pobre oreja quien sufrió de un tirón.

Y aunque por ser niños fueron dejados atrás del asunto, aquello dos pequeños quedaron con muchas dudas en su cabeza. Jungtae era un adicto a novelas de detectives, y Joonsung amaba las películas con aquel tipo de trama, quizás no tenían una edad adecuada para abordar el tema, pero eso no quitaba el hecho de que lo harían de todas formas.














...

El desolador día estaba soleado, Taeyong observaba atentamente a todas las personas, aquellos hombres de igual rostro, pero diferente genero se mostraban tan tristes que él no quería estar ahí, deseaba irse, pero no podía marcharse, su familia estaba allí mostrando las condolencias por la muerte de la señora Myeong, una que fue causada por sus manos.

—Finge mejor—. Taeyong escucho la voz de Jisung y luego sintió como su brazo era tomado por este, disimuladamente él se soltó.

—Suho—. Llamo a su otro hermano, no quería estar con ese chico, no deseaba nada, ahora mismo lo único que quería era contar todo, pero temía de las consecuencias, pues no estaba preparado para afrontarlas.

Cuando llego a Suho lo encontró con su vista puesta en aquel cuidador de los niños Min. Taeyong detallo al chico que consolaba a la hija de Jimin, esta estaba muy afectada con la situación y el peso en su conciencia fue mucho más grande. El joven alfa sintió su pecho apretarse, quiso ir allí y decir todo, pero entonces un abrazo no deseado apareció.

—Controla tus expresiones Taeyong—. Le susurro la señora Bae. —Ni que fuera tu amiga—. Le dice con total burla en su voz, una muy baja pero perfectamente audible para Taeyong. —Querido, lo comprendo las pérdidas son siempre difíciles—. No le hace falta levantar su mirada para saber que alguien está cerca y por eso aquella dulce pantalla de esa mujer ha vuelto aparecer. —Jimin—. Escucha a la mujer decir mientras por fin le suelta. —Lo lamento—. Dice ahora yendo a darle aquel ponzoñoso abrazo aquel omega.

—Todo fue tan repentino—. Jimin habla, mostrando la tristeza en su mirada.

—¿Y ya saben que sucedió? —.

Los Min [YOONMIN] Segunda TemporadaWhere stories live. Discover now