Los Min [YOONMIN] Segunda Temporada

Capítulo 64

En ocasiones por más que intentas ver el lado bueno de las situaciones, la negatividad puede aparecer y ocupar más espacio que ellas, y era totalmente lo que le sucedía a Jimin en esos momentos.

Frustrado Jimin lanzo aquella prueba al cesto de basura, en realidad se había sentido cansado los últimos días y había malinterpretado todo nuevamente.

Cuando salió del baño se encontró con su hermano sentando en su cama. —¿Quieres salir? —. Pregunto mientras esa expresión de lastima estaba ahí.

—Descuida estoy bien—. Mintió.

—Sé que no es así, pero descuida—. Jungkook decidió ir hasta este. —Siempre hemos sido solo los dos por mucho tiempo, pero ya no—. Recuerda. —Siempre quisiste una gran familia, deberías de estar más pendiente al desayuno—.

Si, Jimin sabía a qué se refería, y lo comprobó al bajar ese domingo, y ver que en la gran mesa su muy enorme familia ya estaba. Los niños se encontraban charlando amenamente entre ellos al igual que lo adultos.

—Oh, cariño, Buenos días—. Saludo Yoongi levantándose de su silla para ayudar a Jimin a sentarse.

Mientras estuvo ahí no pudo evitar sentirse egoísta, pues parecía tenerlo todo, su familia tenía una muy buena posición económica, una gran casa, él tenía dos hijos adorables y un matrimonio estable y sólido, pero quería más, entonces, mientras la risa de su hija era lo que más podían escuchar en el lugar lo descubrió. Siempre quiso una familia grande porque siempre le temió a la soledad, pero ahora no estaba solo.

—¿Todo esta bien? —. Fue la mano de Yoongi quien rectifico esto.

No habían sido una relación perfecta desde el inicio, pero él ahora lo sentía así, aunque sabía que la perfección era algo imposible, se sentía de tal forma en ese momento, se sentía perfecto y no un omega con problemas para generar vida, pues él ya había traído vida y esta situación solo lo estaba estresando y frustrado a tal punto de hacerle perder todo lo maravilloso que ya tenía.

—Todo estará bien—. Respondió tomando la mano de Yoongi para asegurarle que lo seria esta vez, que podrían más de su empeño y no simplemente la mediocridad que creía que estaba dando.

La familia seguía siendo tan maravillosa como Jimin la recordaba desde el inicio, y aunque en ese momento la cigüeña nunca toco sus puertas, Jimin estuvo bien, incluso a medida que el tiempo fue pasando él había dejado de hacerse pruebas y presionar a su cuerpo a algo que obviamente no estaba preparado.

Los médicos decían que el problema no estaba en su cuerpo, al parecer su lobo necesitaba más tiempo de duelo, el humano parecía un poco mejor ante la pérdida, pero este no estaba igual y al parecer la presión por el otro había generado miedo de que se repitiera y Jimin comprendió todo, comprendido que necesitaba más tiempos con sus hijos, volver a tener confianza en sí, y eso era lo que estaba haciendo.

—¿Quieres que te de un aventón, bonito? —. Jimin se burló al ver aquella camioneta frenar a su lado, Yoongi seguía haciendo el mismo juego desde hace algún tiempo ya, incluso con sus hijos en el auto.

Jimin abrió la puerta y subió para saludar a los niños con uniformes en la parte trasera. —¿A dónde iremos hoy? —. Aunque no siempre sus hijos solían acompañarles, ellos habían creado una nueva rutina, almorzaban juntos, aunque a veces solo tuvieran menos de 30 minutos para hacerlo.

No era como que hubiesen dejado aquella idea de tener una familia más grande de lado, sencillamente, ahora mismo lo habían pausado y habían decidido disfrutar más de ser solamente cuatro, con algunos agregados más.