Hazaña.

822 55 3
                                    

31 de diciembre. Sydney, Australia.

Quedaban minutos para el inicio del acto pirotécnico, sin embargo estábamos en un lugar aparte con Lauren, las dos solas en este lindo país. Estábamos apoyadas en un barandal que daba frente a la Ópera y al costado teníamos un puente, estábamos casi bajo el. El plus es que estábamos prácticamente solas y podríamos hablar. 

—Quizás te parezca casi radical y exagerado que hayamos viajado al otro lado del mundo solo para pasar un año nuevo tu y yo.

—Si, bastante en realidad, pero no me sorprenden tanto tus ideas, ya me acostumbré.

Reí y Lauren lo hizo también.

—Asumí que era porque querías hablar conmigo y en consecuencia, que yo te dijera lo que pienso, ¿no es así?

Miré hacia el lado, donde estaba ella.

—Algo así, yo en realidad...quería pedirte perdón por todo, todo lo que hecho y lo mal que me he portado contigo, por todo el apoyo que no te di, por todos los días que me necesitabas y yo no pude estar ahí para ti, yo sé que...he sido una esposa horrible, que te dejé sola, que no me preocupé por ti, no es necesario que me lo saques en cara Lauren, yo sé lo mal que he estado y te pido perdón. Sé que pasaste por un momento horrible en el cual me necesitabas y yo no pude ser lo suficientemente valiente para estar ahí contigo...

Estiró su mano y secó mis lágrimas.

—En ese caso, yo también tengo que pedirte perdón, mucho más del que tu crees, fui yo quien la cagué y puede ser, necesitaba tu compañía, tu atención y tu no estabas ahí para mi, tenías cosas importantes de las que ocuparte, pero esa no es una excusa Camila, yo no tuve por que hacer todo lo que hice, no es justificable. Sin embargo Camila, yo sé que tu también me necesitabas, pero fui yo la egoísta que solo pudo ver su propia soledad, quien vio sus necesidades, sus problemas, siendo que tu también los tenías, ¿no recuerdas acaso como terminaste? y yo tampoco pude hacerme cargo de eso. He pasado los últimos meses agonizando porque no te tenía conmigo, porque he estado sola, sintiendo tu indiferencia, tu falta de amor, he sentido que me has dejado de querer y eso es algo que me ha dolido más que nada, sentir que no me amas y que estoy sola, sentir que no te importo...sentir que los decepcioné a todos, que nunca he sido lo suficiente para nadie, no lo he pasado bien, claro que no, sin embargo yo me lo merezco, pero tu no.

Negué muchas veces.

—No, no, no, no, yo te amo. —Lo dije por primera vez en meses

Nos miramos, de manera extraña, confundidas.

—¿Qué?

—Si, parece extraño, no te lo he dicho en meses, pero te amo, te amo Lo', te amo, nunca podría yo dejar de amarte...yo solo quería encontrar un momento para decírtelo, decirte...que te amo y que todo este tiempo he muerto un poco, extrañándote como no te imaginas, amor.

Lauren sonreía. Esa sonrisa preciosa que ella tiene.

—Y yo he pasado meses esperando para escucharte decir que me amas, como siempre lo has hecho.

—No, ¡aun más!

—¿Aun más?

Asentí.

—Te amo incluso aun más Lo', te amo más que nunca.

—Y yo creo que te amo como nunca te había amado antes, como nunca lo había sentido, amor. Te amo, te amo, te amo, perdóname Camz, por todo.

Sonreí y asentí.

—Y...perdóname tu a mi, por favor. —Me apoyé en su pecho

—Claro que si, mi amor.

—Lamento haber hecho que sintieras que no te amo, era lo menos que...

Unos estruendos me interrumpieron, comenzaba el año nuevo y junto con ello la pirotecnia.

—Feliz año, mi amor. —Me levantó el rostro

—Feliz año, Lo' —dije con una sonrisa.

Y por primera vez en meses, nos miramos con esos ojos que ansían un beso.

Lauren rió, esa risa tonta que tiene.

—¿Qué? —dije divertida

Volvió a reír y reí yo también.

—¿Qué? —dijo ella

Me acerqué más, con mis manos en su cuello y la besé.

En meses, ese fue nuestro primer beso. 

Y sabía delicioso.

Aun se sentían los estruendos de fondo en medio de nuestro beso. 

Sus manos se fueron hasta mi espalda baja, solo una en realidad, la otra quedó en mi mejilla, la cual acarició con su pulgar. Me separé un segundo y volví a sus labios, que tenían sabor a sonrisa. 

Y nuestro beso duró un par de minutos, en lo que los estruendos seguían y por fin el cielo se iluminaba. Nos dejamos de besuquear para admirar el hermoso acto, al frente teníamos la Ópera la cual se iluminaba por las luces que volaban arriba de ella. Estaba yo apoyada en la baranda y Lauren estaba abrazandome por detrás besando mi oreja y mejilla.

—Te amo. —Besó mi nuca y mi cuello

Cuando finalizó el acto y todo se oscureció, nos quedamos en una banca que había allí y como no pasaba nadie, me senté en su regazo para seguir besándonos.

Toda una hazaña, Cabello.

—No sabes todo lo que te he extrañado, Camz. 

Sonreí y la volví a besar.

—Y tu no sabes lo que he extrañado tus besos y tus caricias...y todo, todo de ti.

—¿Todo? —Me sonrió

Reí, nerviosa, entrelazando nuestros dedos.

—Lauren, no lo arruines. 

—Pero...¿todo?

—Lo estas arruinando.

Rió.

—¿Qué es todo? —Besó mi oreja y mi cuello

—Todo, tus besos, tus abrazos, tus palabras lindas, tus caricias, todo lo que hacíamos antes de que pasara todo lo que pasó.

—Mhm...todo, todo. 

—Si, todo, todo.

—Yo también he extrañado todo, todo de ti, incluso eso.

Sonreí  y la besé.

—Eso también...pero no le digas a nadie, menos a Lucy, que no pasó por esa etapa.

Ambas reímos, un poco apenadas.

Por supuesto que también extrañaba hacer el amor con mi esposa.

—Y...¿estás lista para viajar en el tiempo?

—¿Qué dices? —Me miró

—Nos volvemos a casa, y pasaremos año nuevo allá, ya sabes, por el cambio de horario, quería hacer esa otra hazaña.

Rió, negando.

—¿Cuál fue la otra hazaña?

—Besuquearnos de esta manera sobre una banca en un lugar público. —Reí bajito y la besé nuevamente

Nos tomamos de la mano y caminamos hasta el hotel a recoger nuestras cosas para ir al aeropuerto. 





Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora