Nos vemos pronto.

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10 de noviembre.

Eso solo significaba una sola cosa.

Lucía se iba de aquí y yo me quedaba sola, claro que si tenía pena, mucha mucha pena.

—Por ti interrumpí mi rutina diaria, son ya las siete y no he entrado a la ducha aun, ¿vendrás a verme, verdad?

—En realidad no quiero volver a este lugar nunca más en mi jodida vida, pero si, vendré con Vero, probablemente en dos semanas, no lo sé, ya sabes, por lo que te conté.

Se iban a Isla de Pascua y yo ya lo lamentaba por la gente de las habitaciones de los lados.

—Entonces que te diviertas, pásalo bien y más importante, pórtate bien.

—Si, ya lo sé, no tienes ni que decírmelo.

Le besé la mejilla y ella se fue junto a Vero, Camila me vino a ver.

Claro, hace días que había estado viniendo seguido, estaba mejor pero aun con cuello ortopédico.

—¿Qué haces tan temprano? —Sonreí

—Lauren, estaba abajo firmando unos papeles.

—¿De verdad?

Rodó sus ojos y rió.

—¿Quién crees que estaba pagando eso?

—Cierto, cierto, es que no te vi, estaba con Lucy.

—¿Así que se van a Isla de Pascua? —Elevó sus cejas

Arreglé mi voz.

—N...no sé. —Rasqué mi cabeza y fui a buscar ropa, ella se sentó en mi cama

—Claro que si sabes, Vero me contó y era obvio que Lucy te lo diría a ti. 

Apareció detrás de mi haciéndome cosquillas.

Di un salto.

—No seas mentirosa. —Sentí sus manos en mis caderas y su frente en mi espalda

—Es que Lucy me dijo que no le dijera a nadie, lo siento, no sabía que tu sabías.

Tomé aire y puse mis manos sobre las suyas.

—¿Y...me dirás quien te lo dijo?

—¿Qué cosa? —Tomé dos toallas, ropa interior y un pijama.

—Que aun te quería.

Reí bajito y me di vuelta.

—Ese es un secreto. —Besé su frente y me fui a dar un baño

Al verme desnuda en la ducha puse mis manos en mis caderas, sintiendo el calor de las manos de Camila ahí.

Me apresuré para salir de la ducha, me puse ropa interior, mi pijama y sequé un poco mi cabello, al salir Camila estaba sentada en mi cama con mi guitarra.

—Oh, puse el calentador.

Sonreí.

—Gracias. —Me senté como india e invite a que ella lo hiciera también

Ella tocó una cuerda de la guitarra.

—Nunca te imaginé con una guitarra, Lauren. —Miraba la guitarra

—Yo tampoco, me veía más con un piano, aunque igualmente no lo sé tocar.

Tocó otra cuerda.

—¿Vas a tocar algo?

Camila lo meditó un poco, comenzó a tocar una suave melodía, pero no cantó. Tampoco duró mucho.

—No, no creo. —Me la entregó

Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora