Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)

El desayuno del primer día

Ambas estaban abrazadas, con sus cuerpos entrelazados, profundamente dormidas, profundamente enamoradas. Claramente el aire estaba un tanto pesado, como no, el sudor y el calor que emanaban sus cuerpos la noche anterior era producto de una íntima, divertida y cansadora tarea.

Narra Camila

Comencé a despertar porque mi celular estaba vibrando, lo tomé y era Alex.

Alex: Ajá, si muy bien, te descubrí en la mentira, señorita "tengo que ir a Paris, pero mejor me doy un desvío a Dubai"

Camila: ¿Pero que hablas? —hablé lo más bajo posible, Lauren seguía durmiendo

Alex: Claro, ¿te dañaste las cuerdas vocales de tanto decir el nombre de Lauren anoche?

Me sonrojé fuertemente.

Camila: No nos estamos entendiendo —me hice la que no sabía nada.

Alex: Vamos Camila, sé perfectamente que estás allá con Lauren para supuestamente descansar, pero también sé que de tanto tener sexo pasional en una noche te está dañando las neuronas, así que te repito, sé que me mentiste.

Escuché como Lauren reía, haciendo que se me erizara la piel y que mi corazón latiera con fuerza.

Lauren: No estás tan equivocado, Alex.

Alex: ¿Lo ves?

Camila: ¡Amor! Eres una desubicada. 

Me senté en la cama, cubriéndome con la sábana.

Alex: Ay Camila, no tengo que ser un genio, aparte me lo dijo me instinto de asistente personal, ¿qué tengo cara de bobo? Es obvio lo que pasa en un cuarto de hotel cuando están solas.

Camila: Eso no es cierto.

 Alex: Ay, ¿qué Lauren miente también? —Se rió

Camila: Ya cállate, ¿qué quieres?

Alex: Nada, te llamaba para molestarte y decirte que te descubrí en la mentira

Camila: Te hubieses ahorrado saliva.

Escuché como se reía a través del celular.

Alex: Te recuerdo que yo soy quien te informa de como están tus perros, Sofi y las escuinclas

Camila: Si, tienes razón, adiós.

Alex: No, no, no —dijo rápidamente—. No tengan tanto sexo...o hacer el amor, como lo llaman ustedes, van a quedar inválidas

Otra vez se escuchó su risa.

Alex: Que lindo suena hacer el amor, aunque es la misma cosa, en todo caso.

Camila: ¿Ya terminaste?

Alex: No, y lo digo fuera de broma, tener muchos orgasmos seguidos puede hacer que te de un paro al corazón y puedes morir, ¿lo sabías?

Camila: Ay Alex basta, adiós. —Le corté

Lauren: Se supone que tienes que despertar de buen humor —su mano acariciaba mi espalda y tocaba con sus dedos aquellas cicatrices de aquellos amargos episodios.

Camila: Claro que lo estaba, antes de que Alex llamara.

Ella rió nuevamente y se acercó a mi, sentándose también.

Lauren: Buenos días. —con su pulgar acarició mi mejilla mientras me daba un tierno beso

Camila: Buenos días, bebé— ambas sonreímos—. ¿Tienes hambre?

Lauren: Bastante —dijo mientras con sus manos peinaba mi cabello

Camila: Pide que lo traigan al al comedor