Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)

María

Hace dos semanas que nuestro viaje a Dubai había finalizado, nunca había ido tanto de fiesta. Cada noche salía con los chicos y me divertía cada noche más.

Camila: Mi amor, de verdad que no me gusta para nada que vayas solita a Los Angeles.

Lauren: Pero se van a reunir los chicos, además regreso en tres días, solo tres días mi amor, de verdad quiero ver a los chicos.

Mi esposa suspiró.

Lauren: Yo también te voy a extrañar. —Besé su mejilla

Era verdad, siempre me da ese dolor en el pecho cuando nos vamos a separar. Odio estar sin sus besos o abrazos.

Me sonrió.

Camila: Yo me voy a París en dos días, luego viajo a Washington, regreso a Londres y llego acá. Serán doce días en los que voy a estar sin ti y sin mis bebés.

Lauren: ¿Cuantos días estarás en París?

Camila: Cinco, cuatro en Washington y tres en Londres. Es por lo del calentamiento global, el impuesto al carbono y energías limpias, es muy importante asistir.

Lauren: Mi super mujer. —Le di un beso

Me abrazó por el cuello y yo acaricié su espalda

Camila: Cuídate Lauren y ten cuidado con las cosas que te dan.

Sonreí, se preocupaba por mi.

Lauren: Lo sé y lo haré, gracias por preocuparte por mi, amor.

Camila: No bebas mucho, de verdad cuídate.

La abracé, el auto me esperaba.

Lauren: Te llamaré, así que no te librarás de mi.

Sonrió.

Camila: ¿Te despediste de las niñas?

Lauren: Si y en español —ambas reímos—. Nos vemos amor, que te vaya bien en tus "asuntos reales"

Sostuve su rostro entre mis manos. Que chica más hermosa.

Camila: Gracias amor, llámame cuando llegues al aeropuerto, ¿de acuerdo? te estaré extrañando.

Mordí mi labio y la besé. Saboreé sus labios como lo hago cada vez que tenemos que separarnos por largos periodos de tiempo

Sofía: ¿Lauren ya se fue...

Nos separamos de golpe. Con Camila nos sonrojamos bastante

La pequeña parecía estar estática.

Sofía: Lo siento...debí tocar.

Se fue, cerrando la puerta.

Volví a besar a Camila, pero por un menor tiempo.

Lauren: Te amo. —Acaricié su mejilla

Camila: Lo sé —sonrió—. Yo también te amo

Un par de besitos más y me fui, destino a Los Angeles.

El avión tardó nueve horas sin escala. 

Dos de la mañana y el taxi me dejó en el hotel, llamé a mi esposa.

Lauren: ¡Amor! ya estoy en el hotel, disculpa por no haberte llamado antes, es que el aeropuerto estaba repleto y no quería que me reconocieran.

Camila: Me alegro que hayas llegado bien, ¿te vas a dormir ahora?

Lauren: Si, estoy muerta, pero creo que antes comeré algo, ¿qué hora es allá?

Camila: Tres minutos para las once.