Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)

¿Mi chica?

Habían sido semanas agotadoras, no sé desde cuando no duermo, mi cabeza es una bomba a punto de explotar. 

Le mentí a Lauren, no he comido bien, no me he hidratado bien, me siendo del asco, pero sé que todo tendrá su recompensa.

Iba de regreso a casa, Alex me abrió la puerta del auto, ayudó a Emma y a Leo también, entré al castillo, Alex quedó en darle un tour por todo nuestro hogar, yo corrí a la habitación a ver a Lauren.

Pero ella no estaba allí.

—De seguro está con las niñas o con sus tutores. —Me dije a mi misma

No me quedó otra que regresar con mis compañeros y explicarles un poco de historia.

Estaba muy emocionada, faltaban días para el cumpleaños de nuestras niñas. Un año ya.

Almorzamos y cenamos los cuatro, al parecer no había nadie, lo que era muy raro porque siempre había alguien, ya sea Vero con Lucy, o Taylor y Chris, Clara o Mike, pero ahora no había nadie, absolutamente nadie.

Nos fuimos a la cama, nuevamente no pude dormir.

Me di vueltas y vueltas, tomé mi diario.

"Hola, Camila de nuevo,

No puedo dejar de pensar en todo esto, estoy deprimida, muy deprimida, el mundo se está  yendo a la mierda, a nadie le importa, tenemos un solo planeta y ni siquiera le tomamos la importancia que deberíamos darle, respetarlo y cuidarlo como se merece.

He pasado las peores semanas de mi vida, claro, ignorando la etapa de mi niñez, me he sentido sola, vacía, sin ánimos, no tengo a Lauren a mi lado, le he mentido.

Creo que no estoy bien. Un cansancio me consume y la rabia de no poder ser capaz de conciliar el sueño es enorme, creo que estoy perdiendo el interés en las cosas que antes me hacían tan feliz. Un libro, una taza de té, cantar, dibujar, tocar el piano o el violín.

No sé, creo que estoy un tanto melancólica y decepcionada de mi misma. No paso tiempo con mi familia, siento que he descuidado a Lauren, mis niñas están creciendo y me estoy perdiendo momentos importantes con ellas. Lauren no me cuenta sus cosas, siempre me dice que está bien, que todo va perfecto, pero creo que no es así, aun recuerdo cuando lloró en la habitación del hotel en Washington, tal vez hay cosas mal con ella, pero ella no quiere preocuparme.

Y yo no le quiero preocupar a ella.

Creo que lo mejor es callar, callar y seguir con esto, sacar fuerzas de donde no tengo y no mostrarme débil ante Lauren. No quiero que ella ni que nadie se preocupe por mi, de seguro ya estaré bien.

O al menos eso espero."

Me quedé pensando muchas cosas, como lo vengo haciendo desde hace semanas, cosas que me agobian, que me hacen llorar, que me hacen querer mandar todo a la mierda. ¿Por qué todo es tan complejo.

La luz del sol comenzó a alumbrar, Lunes 19 de febrero, ¿donde estaba mi chica que no está a mi lado?

Suspiré, me metí a la ducha y comencé mi día. Apareció Clara con las bebés y Keana con dos maletas grandes.

Sorpresa se llevaron cuando vieron a mis dos compañeros. Estaban contentas y Emma se enamoró de las pequeñas.

—Clara, ¿y Lauren?

—Bueno, no sé si sepas porque fue algo muy privado y no se le ha dado tanta luz en los medio pero su amiga, Zara, está más o menos grave en el hospital, eso fue lo que ella me contó y creo que es así, porque no ha despertado, tuvo un accidente a la salida de un concierto.

Abrí mis ojos grandes.

—Lauren quiso ir a verla y yo me quedé con las niñas, creo que regresa mañana, ¿ha hablado contigo?

—Es decir no desde ayer, pero nos hemos estado texteando, ya le hablaré más tarde.

Cielos, pobre Zara, espero que ella se recupere.

Clara se quedó con mis compañeros y yo me fui a la habitación con las niñas y Keana, quien comenzó a hablar cosas profundas de la vida y de las cosas que escucha ahora como psicóloga.

—¿Estás segura de que no se te va a pegar la loquera a ti también?

Ella rió.

—Es una chica de 15 años y tiene depresión, dice que no sabe a que se debe pero cada vez que va a la consulta llora cuando le hablo, es muy triste.

—A lo mejor la asustas, Keana. —Reí

—Tus ojeras asustan, idiota. —Las tocó

Elevé mis hombros.

—¿Estás muy cansada? — Miró a las niñas

—Algo, hace bastante que no duermo bien, tengo muchas cosas en la cabeza y siento que me va a explotar.

—Eso puede ser peligroso, deberías ir a un neurólogo antes de que termines en el psiquiatra, consejo.

Sonreí.

—¿Por qué terminaría en un psiquiatra? estoy bien.

Suavemente acariciaba el pelo de Cameron.

—Sinceramente no lo parece, hasta más flaca te veo —rodé mis ojos—. Es verdad Camila, deberías tomarte un respiro, pensar un poco en ti también

—Claro que si pienso en mi...

Keana elevó sus cejas.

Estuve todo el día con sus preguntas extrañas, como consejo, antes de irme a la cama me dijo que viera un psicólogo, un neurólogo y un nutricionista.

No iba a perder mi tiempo en médicos cuando lo que tengo que hacer es trabajar.

Martes 20, 06:00.

Comenzó un día más, explicando como el 78% de las empresas usan energías renovables.

Estábamos a punto de comenzar a viajar por el mundo en el intento desesperado de que nuestro documental abriera los ojos de las personas y no quedara en el olvido.

Y yo no quería viajar si no alcanzaba a ver a mi esposa. El viaje comienza el lunes 5 de marzo y no tiene fecha de término.

A eso de las siete de la mañana, mientras íbamos en la camoneta le hablé a Lauren.

"Cariño, sé que son las una allá en Miami, sé que estás durmiendo, pero realmente espero que estés bien y que me llames cuando puedas porque realmente anhelo escuchar tu voz, ¿estarás de regreso pronto? estoy en casa, trabajando si, pero en casa, quiero verte, besarte abrazarte, te extraño como no te imaginas, por favor apresúrate mi amor. No olvides cuanto te amo Lauren, por favor mi amor."

Suspiré, con la cabeza en el cristal, mis lágrimas se hacían presentes.

Tenía tristeza, rabia, dolor, ira, amor, decepción, melancolía, cansancio, no lo sé, creo que me encuentro mal.

Pero cuando la vea después de tanto tiempo, cuando sea capaz de mirar sus ojitos sé que volveré a ser yo.

Porque Lauren es eso, es mi batería, mi suministro de energía y sin ella yo no funciono.

Sin Lauren yo no soy Camila.