Fui tan tonta/ 4ta carta de Lauren

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20 de septiembre 18:00

Era tarde, he estado todo el día en mi cama mirando por la ventana, es que sigue lloviendo y no se ha detenido ni un solo minuto, no he podido ir al patio, pero no me dan ganas de tocar la guitarra, la visita de Camila aun me tiene un poco mal, aun sigo pensando en eso.

Me sentía tonta, yo debí decir que la amaba, tal vez yo debí hablar sobre como me sentía verdaderamente.

¿Por qué no lo hice?

Tonta, tonta, tonta. 

Por suerte tenía puesto un pijama calentito que me prestó Lucy al igual que unos calcetines gruesos, eran muy calentitos.

Tomé mi diario y un lápiz.

"Pronto será hora de cena, pero no tengo hambre, me encuentro muy desanimada, creo que aun no puedo superar la visita de Camila.

Me he estado regañado bastante, debería lamentarme menos y actuar más, yo debí decirle "te amo", "te extraño", "te necesito" pero no, esperé a que ella lo hiciera, pero no lo hizo. De todas maneras no la culpo, está enojada, decepcionada, triste.

No lo entendía, pero ahora si lo entiendo, porque si la persona que más amo hiciera lo que yo hice, estaría igual.

No me toca más que aceptar este castigo que yo misma me impuse y agradecer la voluntad de Camila de traer a las niñas y de tenerme aquí, en este lugar donde está pagando muchísimo dinero solo para que una drogadicta estúpida se pueda recuperar.

Espero escribir algo bonito la próxima vez, porque lo único lindo que me pasó es la lluvia.

Se siente tan distinta ahora que estoy sola. Ante solía acurrucarme con Camz, o sentarnos en la alfombra a leer o a armar puzzles.

Ahora lloro sola."

Guardé mi diario bajo el colchón y suspiré, Daniela entró con un té.

—¿Qué tal?

—Bien, estoy bien. —Tomé el té

La luz estaba apagada y daba una sensación de frío y soledad. La habitación se veía gris como el cielo de afuera. La lluvia comenzó más fuerte.

—Traje esto. —Enchufó un aparatito ovalado

—¿Y eso para que es? —Lo miré

—Para que se caliente la habitación, está helado.

Asentí.

—Está como para meterse en la cama a dormir toda la tarde, me encantan los días así, pero en familia...o con mis gatos y perros, todo el día en pijama y calcetines calentitos con una buena taza de café.

Sonreí.

—Con Camz tomábamos chocolate caliente...nos encantaba armar puzzles arriba de la alfombra de su habitación con la chimenea...o en nuestra otra casa, acurrucarnos a leer un libro al lado de la alfombra o simplemente dormir ahí.

—Si tienes suerte en enero estás afuera, así que no falta tanto, tienes que mantenerte ocupada para que los días se pasen más rápido.

Suspiré.

—Si se pasan los días más rápido saldré más luego de aquí...pero me perderé tiempo importante con mi familia.

No podía dejar de pensar en lo tonta que fui, ni en como pude arruinar mi familia y los hermosos momentos que me estoy perdiendo ahora junto a ellos.

No he podido estar al lado de Camz cuando más me necesitaba, la dejé sola y yo me alejé de todos creyendo que tenía amigos de verdad, cuando solo querían verme tan drogados como ellos.

Estoy convencida de que eso no es vida y que las drogas es para la gente cobarde.

Yo fui cobarde, porque creí que con esas mierdas me sentiría feliz y completa, cuando mi felicidad siempre estuvo en Camz y en mis niñas. 

Cobarde fui porque no pude ser lo suficientemente fuerte como para afrontar mi realidad, la dura realidad de hace un par de veces. Fui egoísta, siempre queriendo que Camz estuviera conmigo, pero

¿Quién estaba con ella?

Nadie, ella estaba sola, ni siquiera se tenía a ella misma, fue ella quien tuvo que sacar la cara por todos, incluida yo, una idiota que no pudo ni siquiera seguir con los tutores. Fue ella quien trabajaba día y noche para que todo marchara bien. Yo la dejé sola a ella también, yo no fui lo suficientemente esposa, no me involucré lo suficiente.

La defraudé porque ella pensaba que yo criaba a nuestras hijas, le mentí porque mientras ella creía que yo estaba en casa con los tutores yo realmente estaba en Los Ángeles o Miami drogándome.

Fui la peor esposa del mundo y ahora entiendo toda la indiferencia y frialdad que Camila me da.

Y sin duda me la merezco.

Miré a mi lado y Daniela no estaba. Tomé un papel para escribirle a Camila.

"He estado pensando mucho Camila, más de lo que te imaginas.

Estos días, fríos, grises y lluviosos me recuerdan a los que solíamos pasar juntas, ¿recuerdas? tu y yo en cómodos pijamas, calcetas gruesas y un beanie en nuestra cabeza, ambas jugando a construir puzzles, o leyendo un libro, o escuchando música...incluso leyendo un libro o disfrutando de nuestra compañía tiradas en la alfombra al lado de la chimenea o en nuestra cama, acurrucadas mirando una película. Mi brazo alrededor de tu hombro, tu cabeza en mi pecho y tus brazos alrededor de mi cintura.

Pero ahora estoy sola, mirando la lluvia caer por mi ventana, viendo como moja todo el jardín y el gran árbol en el, ya no puedo salir, así que me quedo todos los días en mi habitación. Todo es más aburrido sin ti, jugar a las carreras de gotitas no es emocionante, no puedo apostar besos con nadie. La pequeña cama se ve enorme sin tu presencia, ya no es chocolate caliente, si no té, la habitación se ve oscura y solitaria, pero me lo merezco.

Me merezco todo esto y más, merezco tu indiferencia, tu odio, tu frialdad porque tienes razón, fui una estúpida. Hace días no lo entendía, me enojaba pensar que me habías dejado de amar. Pero si lo haces te entendería y te daría la razón.

Porque la tienes.

No te merezco, nadie merece a un ángel como tu, Camila. Nadie en el mundo, ni en el Universo, absolutamente nadie es digno de llamarte novia o esposa.

Porque eres increíble.

Nadie podrá cuidarte como mereces, nadie podrá amarte como mereces, nadie, absolutamente nadie.

¿Por qué me elegiste?

A mi, al ser más estúpido, inmaduro y egoísta el mundo.

No lo entiendo.

¿Acaso las chicas como tu eligen escorias como yo?

Tal parece que si, y lamento que me hayas elegido. Porque aunque te ame con todo mi corazón, tu te mereces mucho más que eso.

Te mereces lo que ningún ser humano de puede dar.

Porque eres perfecta en un mundo de imbéciles.

Y te rompí, en mil pedazos, sin siquiera darme cuenta.

Y te fallé, cuando tu confiabas ciegamente en mi.

Y te mentí, cuando juré nunca hacerlo.

Y dejé de amarte...

Pero solo en mis pesadillas.

Porque aunque me pase la vida en una clínica de rehabilitación y me limpie de toda adicción posible, jamás podré rehabilitarme de ti.

Porque tu Camz, eres más fuerte que cualquier droga, pero hay una diferencia.

Tu me haces bien.

Tu me haces fuerte.

Tu me haces feliz.

Pero de verdad, de la manera más bonita y saludable que puedas imaginar.

Sin embargo los síntomas de abstinencia son los mismos.

Mentira.

Son mil veces peores cuando tu no estás conmigo."

Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora