¿Cómo lo hago?

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23 de diciembre.

¿Cómo lo hago? ¿Cómo lo hago? ¿Cómo lo hago?

No tengo la menor idea.

No sé como acercarme, como dejar de ser tan fría con ella, no lo sé, tampoco quiero arruinar mi sorpresa.

—¡Ah! —di un salto por culpa de Markus

—Buenos días. —Rió

—Buenos días. —Besé su mejilla

—¿Y qué hace usted en la mitad del pasillo?

—Nada, nada, me regreso a la cama, iba a hacer una tontería.

Simplemente me dejó ir, debe creer que estoy loca.

Me metí bajo las sábanas e intenté volver a dormir. Inútil. Completamente inútil.

Sin embargo me levanté  y fui a su habitación, entré sin golpear y ella estaba durmiendo.

Rodeé su cama y estaba con los ojos cerrados, durmiendo plácidamente.

Sonreí, se ve muy relajada, como si por fin estuviera descansando de verdad.

—Por fin en casa, donde perteneces. —Acaricié con cuidado su mejilla, para no despertarla

Pero la maldad entró en mi.

—¡Lauren!

Ella abrió sus ojos, enojada, al verme se sentó.

—¿Pasó algo?

—Son ya las nueve, ¿a qué hora te levantabas allá?

—Bastante más temprano, ¿quieres que siga con la rutina esa? ¿te molesta que descanse?

—Que odiosa te volviste, Jauregui, ¿dónde están tus modales? Buenos días se dice.

—Que yo sepa tu me hablaste primero, la mal educada serías tu y otra cosa, no soy odiosa por nada.

—¿Te hice algo acaso?

—Si.

—¿Y sé puede saber qué?

—Lo olvidé, pero creo que mi argumento sigue siendo valido y sólido aun sin la base que lo respalda.

Entrecerré mis ojos.

Lauren se giró y se acurrucó.

—Lo haces...más difícil.

—Yo lo hice complejo, lo complicaste tu, pero yo no te juzgo, sé que fue mi culpa y que no puedo esperar ni besos ni rosas, así que relájate, ¿Markus da masajes también?

Me quedé en silencio, me subí un poco en la cama y besé su sien.

—Si hay algo que odio, es que me respondan, así que no lo hagas.

—¿En qué momento tomaste tan a pecho tu rol de mamá?

—En el momento en que la otra desapareció.

Me gané un almohadazo bastante hostil, que no fue en broma ni en jugueteo. 

—Perdona, no debí decir eso... ni siquiera debería estar aquí, ni siquiera deberías perdonarme por las cagadas que hago o digo, debería...llamar a la psiquiatra, no creo estar bien.

Salí de ahí.

Algo me sucedía, no sabía como comportarme frente a Lauren. Tal vez me pasaba esa cosa que creía tan estúpida. 

Es algo así: cuando alguien "inalcanzable" te gusta, sueles tratarlo mal, con indiferencia para que nunca se entere del amor que sientes por él o ella, porque de enterarse, podrías sufrir humillaciones al haberte de alguien tan imposible, así que lo tratas mal y lo alejas para que no pueda ver tus sentimientos, cuando en realidad lo amas en secreto.

Es una estupidez y sucede, pero creo que ahora me sucede algo así. 

Aunque podría ser solo un "no saber como enfrentar las cagadas que me mandé con la persona que más amo" y por eso estoy tan nerviosa y lo arruino todo. 

No sé, me volví una idiota y para sumarle a todo esto, Markus está raro conmigo. 

Una mierda todo, creí que llegaríamos a ser amigos. 

Algo me dice que le teme a Lauren.

O le gusta.

Si le gusta, le cortaré personalmente los testículos y haré que se los coma. 


Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora