Soledad.

464 43 1
                                    

Desde el episodio de la pálida que me dio hace semanas he estado sola. A penas puedo ver a Camila una vez en el día que es cuando ella se despierta a eso de las 06:00 para comenzar su día laboral.

Yo me quedo con las niñas todo el día, hemos estado practicando sus primeros pasos, intento que digan mamá, pero no parece resultar.

Era triste, muy triste.

Tomé mi diario, escribí en el.

"Hola, pedazo de mierda,

Te odio, te odio mucho, porque cada vez que te abro es para escribir un suceso triste, nada es como antes, cuando podía leer palabras de amor, de felicidad en tus hojas, cuando podía estar horas y horas leyendo y releyendo nuestras citas con Camz, como lo detallaba a la perfección y como podía sentir las mariposas en mi vientre de tan solo leerte.

¿Sabes que lo hace más triste?

Que hoy es San Valentin y Camila está trabajando, no aquí, ella está en La Haya, trabajando, salvando el mundo. Mientras yo me doy vergüenza, vergüenza y asco. Podríamos estar pasando el día juntas como lo solíamos hacer, no pasó y no pasará.

No entendía porque todo se estaba yendo a la mierda ¿o solo soy yo? es lo más probable, tal vez solo soy yo, que ve esta realidad distorsionada, de tristeza, soledad, ansiedad y pánico, un poco de melancolía tal vez.

Necesito a Camila, de eso estoy segura, más que a cualquier otra cosa, la necesito a ella, para poder estar bien, para poder tener energía, para tener ganas de vida. Espero que las cosas marchen mejor, realmente lo espero. Y que ella esté bien, eso es lo más importante. Sin Camila las cosas no funcionan.

Yo, por ejemplo, creo que soy como una  máquina y ella mi motor, sin ella no funciono, probablemente termine oxidada como todos esos carritos con los que los niños juegan, no lo sé.

Me he sentido tan mierda estos días, la extraño, ansío poder estar con ella, besarla, acariciarla y hacerle saber todo lo que la amo, todo lo que significa para mi.

Oh Camz, vuelve, vuelve pronto por favor, ayúdame a sentirme feliz, porque con toda esta soledad y tristeza ya no puedo, es un círculo vicioso, pena, vergüenza, marihuana, pena, vergüenza, marihuana. 

Fumo, lo hago para volar, para olvidar, olvidar de que tengo vergüenza, vergüenza de fumar, de ser una inútil, de no ser tan increíble como tu. Eso me deprime y fumo para estar contenta. Así es como funciona esto.

Las cosas marchan distinto cuando tu no estás, cuando te vea ya no lo necesitaré, estoy segura.

Creo que me estoy muriendo, me duele le pecho cuando no estoy contigo, ¿por qué Camz? ¿por qué me haces esto?

¿O es que esto muestra lo egoísta que soy?

Te quiero para mi, para protegerte y amarte, si estás lejos Lauren no es Lauren.

Y creo que Camila no es Camila.

Te necesito.

Te amo.

Te extraño.

Te estaré esperando amor."

Bajé, desayuné y les di desayuno a las niñas, no las amamanté porque eso les podía hacer mal, lo dejaríamos de hacer, jugué un rato con ellas, les canté y ellas durmieron.

Las llevé a la cama y me preparé unos cigarrillos. Me senté en el sofá y encendí uno.

Mi mente fue a Júpiter y volvió.

Me comencé a hacer preguntas existenciales, era todo muy extraño.

Pero me sentía feliz.

Llamé a Ty.

—La mierda que me dejaste está muy buena.

Rió.

—Claro, acá en las fiestas en Miami tenemos cosas mejores, ¿por qué no te vienes? Zara me dijo que estabas deprimida, acá solo hay felicidad, ¿qué dices?

—Lo pensaré, ¿te parece?

—De acuerdo, ¿y todavía te queda?

—Si, tengo una bolsa completa, fumamos en cantidades distintas.

—Ya no parece tanto —rió—. Estás casi compitiendo conmigo

—No no no, yo fumo mucho menos

—Si claro, intenta creer eso.

Reímos.

—Voy.

—Bueno, aquí te espero chica.

A eso de las cinco el jet me esperaba, le hablé a mamá para que se quedara con las niñas, le inventé algo y se lo creyó, a eso de las diez  estaría en lo de Ty si tengo suerte.

Efectivamente, estaba en su casa, la fiesta no comenzaba aun pero había muchísima gente, aseguró que nos íbamos a divertir mucho, claro, si hay maría de la buena no lo dudaba.

Las pipas y los cigarrillos estaban por todos lados, lean, alcohol y otras sustancias andaban por ahí, conversamos de cosas normales, pero a veces nos poníamos un poco profundos.

Me dio la pálida de nuevo. No lo podía creer.

La misma mierda. Vomité, me desmayé y no recordé nada.

Zara me despertó a eso de las 05:00, la fiesta un seguía, pero ella me metió chocolate y mucha agua.

—Otra vez. —Se rió

—No puedo creer que me siga pasando esta mierda, deberías documentar cuando me pase esto.

Se rió.

—Deberías fumar menos o no tan seguido, porque te seguirá dando la pálida, a todos nos pasa, así que tranquila, no te vas a morir.

—El miedo que me da es que alguien se entere de que estoy aquí.

—No, eso no pasa, Ty se encarga de eso, por eso estoy tranquila, estaría en las mismas que tu, me matarían, pero tu tienes más responsabilidades que yo, consejo...no bebas si vas a fumar, no mezcles tanta mierda, por ahí te intoxicas más fuerte y no sabremos que hacer contigo.

Asentí.

Me hice una gran nota mental.

Lauren, no fumes tanto o no tan seguido.

Lauren, no bebas si vas a fumar.

Lauren, no consumas lean.

Lauren, cuida tu trago.

Lauren, agradécele a Zara.

Lauren, no te metas más mierda.

Lauren, detente.

—Oye, ¿aun viajando?

Negué.

—Solo pensando, ¿vomité mucho?

—Si y morado, mucho lean.

Suspiré.

No sabía en que me metía.


Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora