Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)

El desfile/La boda

Narra Camila.

¡TODO EL MUNDO PERDIÓ LA CABEZA LUEGO DEL DESFILE!

Nadie podía estar tranquilo, luego de saber que la heredera al trono se casaría...¡Y con una mujer!

A un mes y medio del desfile, hoy, finalmente, me casaré con Lauren.

Mamá y Clara no dejan de andar lloriqueando por allí, como si se tratará de un funeral.

Camila: ¿Por que dijeron que ayer sería el día más feliz de mi vida si me caso hoy?

Clara: Por eso mismo querida.- rió.- Me iré a ver a mi hija, con permiso.- se retiró, yo llegaría primero al registro civil, donde nos uniríamos legalmente con Lauren...

Estoy tan nerviosa.

Luego de la boda, servirán los aperitivos a todos los invitados, y a los que llegarán luego de la boda, en el palacio.

Matías: Yo se que los hombres si lloran, pero no quiero hacerlo.- dijo mientras me vestían.

Camila: ¿Por que no?

Me ponían un traje de dos piezas negro y entallado, lo único blanco era mi blusa . Yo ya quería ver a mi casi esposa.

El día en el que me declaré "gay" ante todos, sentí unos nervios muy feos, pero no tan feos como los que siento ahora...¿Que pasa si digo algo mal?

Dios santo.

Camlia: Me dieron ganas de llorar...

Emma: ¡Ni se te ocurra!.- me apretó un cachete.- Fue muy difícil escoger el maquillaje perfecto..

Camila: Sin ofender, siempre me quieren dejar como payaso.- reí.

Matías: Y es verdad.-

Camila: Como sea, ¿ya estoy lista?

Emma asintió, me miré al espejo....Era la misma persona de siempre, mi moño estaba alineado perfectamente a la mitad del cuello de mi blusa.

Oh, se me olvidaba un dato más...

Ally y Troy ya se habían casado, el mismo día del desfile, en la tarde, fue la boda...Donde cogí un resfriado horrendo por estar tanto rato sentada en el frío de la Iglesia, Ally tiró el ramo y lo atrapo Lauren, así que no contaba, Troy lo tomó de nuevo, para tirárselo a los hombres, y todos salieron corriendo antes de que el ramo cayera, fue épico.

Matías: ¿Lista?

Camila: Completamente.- tomó mi brazo y bajamos por las escaleras, donde todos miraban, con un pañuelo blanco en la mano, limpiándose las lagrimas.