Llego La Hora

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5 de Mayo, 2018

Estos días junto a ella, son la paz absoluta. Solo nos hemos dedicado a estar tranquilos en casa y disfrutarnos mutuamente; creo que jamás habíamos estado tan relajados como ahora. Luego de una cena familiar, su familia ya ha regresado al hotel donde se están hospedando; y la mía ha regresado a su casa. Todos comprenden que ella está demasiado cansada por el embarazo, y que yo solo quiero desconectarme de todo antes de dar inicio a la gira por España.

-Cariño, te espero en la cama. - Me dice mientras termino de ordenar todo el desorden que dejaron mis sobrinos en la sala.

Supongo que deberé acostumbrarme a esto nuevamente. Pienso mientras recojo todo.

Una vez que termino con la sala, voy a la cocina y termino de lavar los pocos platos que han quedado sucios. Ahora sí que todo está en orden.

Apago las luces mientras que voy hacia nuestra habitación y finalmente entro en ella. Me voy quitando los zapatos en el camino hasta que le escucho gritar -¡Pablo ven!- Exclama con desesperación desde el baño y sin dudarlo voy a toda prisa hacia allí.

Abro la puerta, y me la encuentro parada frente al lavamanos mirando al suelo. Al ver el suelo; me doy cuenta que hay un gran charco de agua y claramente dudo que sea agua...

-No me digas que...- Digo con un hilo de voz.

No puedo reaccionar...

-He roto aguas... - Me dice asustada.

-Ven...- Digo intentando mantener la calma y la tomo de las manos. –Ya cariño... ya te llevo al hospital. - Digo haciendo ejercicios de respiración tal como nos ha enseñado el obstetra.

-No sé cómo puedes estar tan tranquilo... tengo pánico.- Dice alterada.

-Y yo... pero, necesito que tu estés tranquila... buscare el bolso.- Digo mientras la siento un instante en el borde de la cama y luego corro a colocarme los zapatos a toda prisa y busco el bolso que hemos preparado para si algo así ocurría. -¿Tienes contracciones?- Pregunto mientras regreso a ella.

-No creí que fuera serio...- Comenta respirando como se lo han enseñado.

-No voy a discutir contigo ahora acerca de lo terca que eres. Nuestra hija está por nacer y eso es todo lo que importa. -

-Llama a mi madre. - Me pide mientras que la cargo para poder bajar la escalera.

-De camino al hospital la llamo; ahora solo necesito subirte al auto. - Le dejo saber y así con ella entre mis brazos salgo de la casa hacia el garaje y la subo al auto.

No entiendo cómo es que estoy pudiendo mantener la cordura en estos momentos; nuestra hija está por nacer...

Me subo al auto, y pongo en marcha el vehículo mientras el portón del garaje se abre y una vez que salgo conduzco lo más rápido que puedo hacia la clínica.

-Mi amor, necesito contar las contracciones. - Le digo y ella grita de dolor.

-Tu solo conduce y llama a mi madre. - Me pide entre quejas y hago lo que me pide.

Hasta en estos momentos me da órdenes; no lo puedo creer...

[...]

Que me hayan pedido esperar aquí sentado en la sala de espera mientras la preparan para entrar a la sala de partos, no ha sido lo mejor. La paciencia definitivamente no es lo mío; mucho menos cuando mi hija está por nacer. Llevo esperando por este día desde que me entere del embarazo.

-Pablo, ¿Cómo está? - Me pregunta su padre quien entra a la sala de espera junto con su esposa y André que vino con su hijo Mateo.

-Están preparándola para llevarla a la sala de parto; han dicho que me llamarían apenas pueda entrar con ella.- Les explico y mientras lo hago entra mi familia.

-¡Hijo!- Dice mi madre con gran entusiasmo y me abraza fuerte. –No lo puedo creer; ya nace mi nieta.- Comenta emocionada y me suelta.

-Si... yo tampoco me lo creo; por fin ha llegado la hora.- Respondo con una enorme sonrisa en mi rostro.

-Pero no entiendo; hoy se la veía muy bien.- Comenta su madre.

-Sí, lo se... es que su hija no me ha dicho que había estado teniendo alguna que otra contracción. Con todo el amor que le tengo a ella, le digo que es muy terca.- Bromeo y todos ríen.

-No sabes lo que era de pequeña.- Comenta su padre.

-Me lo imagino; solo espero que Génesis no tenga esa misma terquedad. - Comento nervioso por toda la situación.

-Con los padres que se carga...- Comenta Casilda y la miro aniquilándola con la mirada.

-¿Me has llamado terco?- Pregunto amenazante.

-Y me he quedado corta.- Dice entre risas y antes que pueda hacer ningún tipo de comentario una enfermera entra a la sala.

-Señor Moreno, por favor sígame. La señora Belrose ya está lista.- Me dice y bajo los buenos deseos de todos; la sigo para poder presenciar el momento más importante de toda mi vida.


***

Hola!!!

Ha llegado la hora! Finalmente nacera Genesis!

Espero que les este gustando la historia y desde ya, gracias por leer, comentar, y votar!


9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora