9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]

La Primera Ecografia Juntos

Entrar con Pablo Alboran a algún sitio y que pase de ser percibido, es casi imposible; y si tenemos en cuenta que la clínica es bastante pequeña, podemos decir que la situación empeora. Como podemos entramos al consultorio que me han asignado y sin esperar que me lo digan, me siento sobre la camilla. La mirada de Pablo recorre todos los posters que hay colgados en las paredes con fotos de niños y del desarrollo del embarazo.

-Aun no me creo que este aquí. - Die y ríe de manera nerviosa.

-Bueno, aun puedes huir si quieres.- Le propongo y me mira serio.

-Ya te dije que no.- Repite y cuando estoy a punto de replicar la puerta se abre dejando ver a un hombre de unos treinta y pico de años, bastante guapo y con unos ojos verdes que son increíbles.

-¿Alexia Belrose?- Me pregunta ignorando a Pablo.

-Si.- Un gusto, soy el doctor Benicio Ramírez. – Dice y estrecha mi mano.

-Un gusto doctor. - Interrumpe Pablo y su tono de voz es bastante serio.

-Oh, discúlpame. No te había visto. - Dice volteándose. -Pero, ¿Tú no eres Pablo Alboran?- Le pregunta totalmente sorprendido.

-El mismo. - Le dice con una media sonrisa que personalmente quisiera borrarle en este instante.

-¿Tu eres?- Pregunta pero claramente no puede terminar la frase.

-Es mi jefe y mi amigo. Me está acompañando en el proceso. - Respondo sin dejar que Pablo lo haga. No quiero que esta situación se salga de control.

-Si. Soy un muy pero muy buen amigo de Alexia.- Agrega.

-Vale. - Dice algo confundido y vuelve a mí. -¿Y el padre del niño? ¿No te acompaña? - Me pregunta de la nada.

-Prefiero no hablar de eso. - Digo cortante.

-Disculpa. Bueno Alexia, recuéstate por favor y levántate la blusa para que pueda hacer la ecografía. - Me explica y noto como Pablo se acerca a la camilla.

Hago lo que el doctor me pide mientras que el vuelve a preguntarme alguna de las mismas preguntas que me habían hecho en Buenos Aires, pero esta vez al tener a Pablo al lado mío, realmente me hace sentir un poco incomoda; sobre todo que presta demasiada atención a cada detalle. Una vez que respondo todo, el doctor comienza a practicar la ecografía. Poco a poco la imagen va siendo más clara hasta que finalmente veo a mi bebe.

-Mira sus piernitas, sus bracitos, Alexia; tu hijo está perfectamente bien y el embarazo va muy bien de acuerdo con las 11 semanas que tienes. – Me explica.

Yo estoy tan perdida en la imagen de mi hijo, que apenas puedo escuchar lo que el doctor me dice. De repente, volteo a ver a Pablo y está allí mirando la pantalla con sus ojos totalmente cristalizados. -Es perfecto. - Susurra haciéndome sonreír. -¿Se sabe que es o aun no?- Pregunta de la nada.

-No, aún es muy pronto; pero, quizás en el próximo control se pueda saber.- Le explica el doctor Ramirez.

-Vale.-

-Alexia, mientras te acomodas; iré a buscar los papeles que debo darte, ¿sí? - Me informa y tan solo asiento.

-Alexia, gracias.- Me dice Pablo una vez que el doctor sale del consultorio.

Me quedo mirándolo totalmente confundida. -Gracias, ¿Por qué? –

-Por este bebe. Me he enamorado a primera vista de mi hijo o hija. - Dice con una enorme sonrisa y una lagrima rueda por su mejilla.

-Te has emocionado. - Digo emocionándome yo también.

-Es que es muy fuerte. Ahora si que siento que todo esto no es solo un sueño. - Comenta y lo miro entrecerrando mis ojos.

-Pesadilla querrás decir.- Le corrijo.

-No. Jamás será una pesadilla. Y aunque no me lo creas es un alivio saber que tu serás su madre. –

Quiero responderle, pero justo el doctor entra con los papeles y una tarjeta suya con su móvil. -Si tienes cualquier tipo de problemas me llamas a mi móvil, ¿vale?-

-Eh... sí, claro. - Digo algo confundida y me despido de él.

Al salir de la clínica, vamos al auto de Pablo y me subo del lado del pasajero, mientras el hace lo mismo del lado del conductor. -Creo que deberías de cambiar de ginecólogo. - Me comenta mientras pone el auto en marcha y no puedo más que reír.

-¡¿Por qué debería de hacer eso?!- Pregunto sorprendida y el me mira.

-Le has encantado. Lo vi en sus ojos, prepárate porque te invitara a cenar en cualquier momento. - Me dice y yo solo puedo mirarlo con mis ojos abiertos de par en par.

-Pablo, no digas tonterías... no todos los hombre quieren tener algo conmigo.- Le digo queriendo que entre en razón.

-Yo opino todo lo contrario, pero bueno... no hay nada que pueda hacer con ello.-

-¿Vamos a hablar de eso en vez de del bebe?- Pregunto intentando que deje el tema.

-Hablaremos del bebe, pero primero te llevare por helado de chocolate. - Dice con una enorme sonrisa haciendo que ria.

-¡Me encanta la idea, vamos!- Digo emocionada mientras el arranca el auto.