9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]

Secretos de Suegro y Yerno

La comida esta casi lista para la cena, pero tanto mi padre como Pablo siguen encerrados en esa oficina y yo no se si deba ir e interrumpirlos; ¿Y si están discutiendo nuevamente? Me pregunto a mi misma mientras termino de colocar los platos en la mesa y miro hacia la puerta de la oficina como queriendo ver a través de ella.

-Hija, tranquila... si tu padre ha dicho que lo aceptaba es porque lo hará.- Comenta mi madre al verme tan preocupada.

-¿Y si están discutiendo nuevamente?- Pregunto preocupada.

-Ya estaríamos escuchando los gritos.- Bromea mi madre y no me da mucha paz sus palabras.

Una vez que todo está listo, decido subir al cuarto para darme una ducha y cambiarme antes de que lleguen los amigos de mis padres. Cierro la puerta de la habitación, alisto la ropa encima de la cama, y luego entro al baño que hay en la habitación. Recojo mi cabello para no volver a lavarlo ya que lo he hecho esta mañana y luego de abrir el grifo de la ducha, entro y dejo que el agua caliente caiga por mi cuerpo y comience a relajar cada uno de mis músculos.

Estoy con mis ojos cerrados mientras disfruto de la sensación, cuando la puerta del baño se abre y a través de la mampara de vidrio; lo veo a él. -¿Qué haces?- Le pregunto entre risas mientras lo observo quitarse la camiseta y luego el pantalón.

-Necesito ducharme también.- Se explica y con una enorme sonrisa en su rostro termina de desnudarse para luego entrar a la ducha conmigo.

-¿Qué quería mi padre?- Le pregunto cuando él se para enfrente de mí y lleva sus manos a mi cintura.

El ríe y sube su mano por mi espalda –Cariño, discúlpame pero no se me da hablar de tu padre cuando te tengo desnuda frente a mi.- Me dice de manera traviesa y solo puedo reírme con él.

-Vale, solo espero que este todo bien porque te amo muchísimo y no quiero que nadie te trate mal.- Le digo mientras enredo mis brazos en su cuello.

-Nadie me trata mal... y yo también te amo muchísimo mi vida.- Me dice y me besa eufóricamente. –Eres tan hermosa...- Me dice cuando tiene sus labios rozando los míos.

-Y tú el más guapo...- Digo y dejo que mis manos viajen por su perfectamente trabajada espalda y sientan cada uno de sus músculos. –Eres perfecto...- Digo sin dejar de tocarlo y su respiración comienza a agitarse un poco más de la cuenta mientras que puedo sentir como su cuerpo va reaccionando a mí.

-Me vuelves loco...- Dice y sin más me besa con desesperación.

Esta ducha se convierte en testigo de la manera que nuestros cuerpos se dejan llevar por el amor y el deseo que nos consume; tanto que mi cabello ha terminado bajo el agua, pero no me importa nada si es que el me besa así.

[...]

Me envuelve en una toalla y luego yo hago lo mismo con él para salir a la habitación y vestirnos.

-¿Me dirás que sucedió cuando me fui?- Insisto mientras nos vestimos.

-Me ha pedido disculpas y luego él y yo quedamos en algunas cosas... no te puedo dar detalles porque rompería el trato que hice con mi suegro, pero para tu tranquilidad ya está todo en orden con tu padre.- Me dice sonriente y ahora sí que puedo respirar tranquila.

-Me alegro mucho que ya todo este aclarado entre ustedes dos.- Digo feliz mientras intento cerrar la cremallera del vestido, pero es casi imposible. -¿Me ayudas?- Le pregunto dándome la vuelta para que lo haga.

-Claro.- Dice con una enorme sonrisa –Me encanta subir la cremalleras de tus vestidos... me trae muchos recuerdos.- Dice pícaramente haciéndome reír.

-Me ponía tan nerviosa cuando lo hacías...- Le confieso.

-¿Y ya no?- Pregunta haciéndose el ofendido.

-Me sigue poniendo nerviosa, pero ahora no lo tengo que ocultar...- Le aclaro y ambos reímos.

-Y yo que creía que te era indiferente...- Dice tímidamente.

-Para nada... ¿Cómo ibas a serme indiferente después de aquella noche que pasamos juntos?- Le pregunto mirándolo fijamente.

-La noche que concebimos a Génesis...- Dice y coloca su mano sobre mi vientre.

-Cuantas cosas han pasado desde entonces...- Comento.

-Muchas, y las volvería a repetir una a una... pienso en que este es nuestro primer fin de año juntos y no puedo dejar de sonreír como un tonto... - Me dice al oído.

-El primero de muchos...-

-El próximo ya serás mi esposa y tendremos a nuestra pequeña con nosotros.- Dice con entusiasmo.

-¡Si!-

-Alexa Belrose, eres el regalo más bonito que me ha dado la vida.- Me dice en un susurro y siento que me derrito aquí mismo.

-Y tu el mío mi amor, y como no quiero perderte; es mejor que nos demos prisa y bajemos antes de que lleguen los invitados.- Digo entre risas.

-No te preocupes, tu padre y yo ya nos hemos hecho hasta amigos.- Bromea.

-¿Qué es lo que se traen ustedes dos?- Pregunto confundida.

-Es un secreto nuestro cariño... no sea impaciente.- Me dice y sé que no le quitare una palabra...

Sea lo que sea que se están trayendo entre manos ellos dos; está funcionando para que se lleven bien y eso es lo más importante.