9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]

Noche Vieja

Hoy es una de esas noches donde muchas cosas pueden suceder. Digamos que hay una gran fiesta en la casa de los Moreno para celebrar navidad y que mis amigas están invitadas junto a sus novios. Con Tania, Cintia, y Vicky juntas todo puede suceder; si a eso le sumamos que han venido Eduardo, Maximiliano y Samuel, la diversión será asegurada.

Me termino de colocar el vestido color rojo de satín que tan difícil me ha sido encontrar a causa de mi embarazo y me miro una última vez en el espejo.

-Cariño...- Le escucho decirme mientras el sale del baño.

¿Por qué los hombres son capaces de estar listos tan rápido? Me da rabia... en quince minutos o menos están listos, y yo hace una hora que estoy intentando lucir perfecta.

-Hola guapo.- Digo sonriente al ver que tan solo lleva su tímida toalla blanca envuelta en su cintura.

Su cabello derramando gotas de agua en su rostro y bajando hasta su torso realmente es tentador. Se ve tan sexy que me dan ganas de todo menos de salir de esta habitación.

-Te ves deslumbrante.- Me dice parado justo detrás de mí y mirándome a través del reflejo del espejo. –No te abrazo porque aun estoy algo mojado y no quiero arruinar tu vestido.- Me susurra y prácticamente sus palabras han hecho que mi vestido cayera al suelo solito.

-O te vistes, o me haces el amor... tienes dos opciones.- Le digo seria y el comienza a reírse más alto de lo que debería.

-¡Futura señora Moreno! ¿Pero donde ha quedado la elegancia?- Me pregunta haciéndose el sorprendido.

Sonrió ante sus palabras –Se ha suicidado al verte así todo mojado recién salido de la ducha y con tan solo esta toalla amarrada a tu cintura.- Le explico y sonríe triunfal.

-Como te traen las hormonas cariño...- Me dice pícaramente y sin aguantar más, me doy la vuelta para quedar de frente.

-Espera a que nazca nuestra hija y te demostrare que el culpable eres tú y no las hormonas.- Le advierto y creo que la idea le ha encantado.

-Me gusta mucho la propuesta dice bajito...-

Esta a punto de besarme como tanto lo deseo, cuando alguien golpea la puerta.

-¡Cuñi! ¡Han llegado tus amigas!- Exclama Casi del otro lado de la puerta y es la primera vez que odio la puntualidad de mis amigas.

-¡Vale, ya salgo!- Digo resignada y Pablo me mira como diciéndome "lo siento"

-Lo seguimos luego.- Propone.

-Eso ni lo dudes...- Le aseguro y dejo un beso color rojo en su mejilla que le hace sonreír mientras me ve salir de la habitación.

Bajo la escalera cuidadosamente ya que lo último que quiero esta noche es tener un accidente. Al llegar al salón me encuentro a mis tres mejores amigas y sus respectivos novios elegantes con sus vestidos y sus trajes. -¡Pero qué guapos están todos!- Digo emocionada y los abrazo uno a uno. -¡Como las extrañe!- Les digo a mis amigas mientras me abrazan más fuerte de lo necesario.

-¡Hasta que reapareces! ¡Ya estábamos por reportarte como secuestrada!- Bromea Tania haciendo que todos riamos.

-Pero mira esta barriga.- Comenta Vicky y la acaricia con una enorme sonrisa. -¡Que grande esta nuestra sobrina!- Dice emocionada.

-Sí, y patea muchísimo.- Añado. –Vengan por aquí que les presento a todos.- Digo haciendo que me sigan al jardín donde todo está mas que listo para la gran celebración.

A pesar de que no hace mucho frio, la familia de Pablo se ha encargado de colocar calentadores por todas partes para evitar que la temperatura pudiese arruinar la fiesta que han preparado.

-¡Esto está muy guay!- Comenta Cintia apreciando la decoración a manos de Casilda.

-Es que mi cuñada es una genio.- Digo entusiasmada y Casi rie ante mis palabras mientras se acerca a mí.

-Gracias, gracias... supongo que no habrá objeción en que decore el cuarto de mi sobrina, ¿no?-

Niego sonriente –Para nada, es mas puedes decorar todo el piso o casa.-

-¿Piso? ¿Casa?- Pregunta Tania.

-Pablo y yo nos iremos a vivir juntos... es que cuando termine su tour nos casaremos.- Les digo sin anestesia y creo que la familia de Pablo se ha arrepentido de dejarlas venir a causa de los gritos que han dado.

-¡QUE!- Exclaman todas.

-Es que me lo ha propuesto y no he podido decir que no.- Digo y cuando menos me doy cuentas siento las manos de Pablo rodeándome desde atrás.

-¿No has podido decir que no?- Me pregunta al oído.

-Yo tampoco hubiese dicho que no.- Bromea Tania haciendo que todos excepto su novio nos riamos.

-Creo que alguien se ha ofendido.- Bromeo.

-Con todo respeto amiga, pero ¿Quién le puede decir que no a tu futuro esposo? ¡Cuídalo eh!- Dice entre risas.

-Vaya amigas las tuyas...- Comenta Pablo entre risas. –De todas formas debo darle las gracias porque sin ellas tu y yo no estaríamos así.- Dice sonriente.

-Ya lo hemos hablado y abriremos una empresa de Cupido.- Comenta Vicky.

-No lo hagan... una vez sale bien, ¿pero dos? No se arriesguen.- Les advierto en broma. –Mejor vayan por unos tragos.- Les sugiero y no tardan ni dos minutos en hacerlo.

Me giro para ver al amor de mi vida a los ojos y se le ve feliz –Tus amigas están locas, pero me divierten mucho.- Me comenta.

-Después de esta noche me dices si sigues creyendo lo mismo.- Le advierto.