9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]

Preguntas Que Sorprenden

Converso con varios de los publicistas y managers de algunos de los muchos cantantes que están también ensayando para los premios, y de reojo observo a Pablo hablando por el móvil. Lleva tiempo pegado al mismo, debería estar asegurándose que todo vaya de acuerdo a sus planes en el escenario...

-Discúlpame.- Le digo a Jorge y camino hacia el.

Me observa sin decir palabra alguna aunque con sus ojos me dice todo. –Ve a ensayar.- Le regaño y el rio.

-Ya voy.- Dice y se aleja.

Es claro que no quiere que lo escuche.

Por mi propio bien lo ignorare y seguir en lo mío. Me digo a mi misma mientras me alejo.

[...]

-¿Y Joaquin?- Pregunto mientras vamos al parking del lugar y no lo veo.

-Le di la noche libre.- Responde el con una maliciosa sonrisa.

-¿Tu estás loco? ¿Y como se supone que vamos a irnos?-

-Tu tranquila.- Es lo único que me responde y a los pocos momentos dos autos se acercan a nosotros. Uno de ellos es un auto deportivo color negro, y el otro uno de lujo color blanco.

-¡Pablo macho!- Exclama un hombre joven de cabello oscuro mientras sale del auto.

-¡Jota!- Dice feliz y se abrazan. –Te debo una tío.- Le dice con una enorme sonrisa y el le da unas llaves a Pablo.

-Ya me la pagaras. Solo déjalo donde acordamos al igual que lo otro.- Dice hablándole en clave y no entiendo absolutamente nada. -¡Disfruta!- Exclama y sin saludarme ni nada, el se sube al auto blanco el cual conduce una chica.

-¿Qué es todo esto?- Pregunto confundida mientras el abre la puerta del lado del pasajero para que suba al auto.

-Menos preguntas y disfruta.- Me dice y cierra la puerta.

Lo observo mientras rodea el auto y sube al lado del conductor y definitivamente se ha vuelto loco. -¿Un Porsche?- Pregunto asombrada.

-Esta guay, ¿No?- Dice sujetando el volante.

-Supongo, pero ¿me explicas?- Insisto.

-No. Tu disfruta.- Repite con una enorme sonrisa y emprende camino.

[...]

Durante todo el camino no pude sacarle ni una pista. Solo se la paso hablando de los ensayos, de los violines, y todo lo relacionado a lo que será su presentación. Ahora, entra a un parking de un edificio bastante alto y sigo sin entender. Baja del auto y abre mi puerta para ayudarme.

-¿Dónde estamos?- Pregunto confundida.

-En uno de los pisos de Jota. Ven.- Dice y me toma de la mano hasta llegar al elevador.

-¿Pent-house?- Pregunto confundida mientras presiona ese botón en el elevador el cual se activa con una llave.

-Digamos que tiene demasiado dinero.- Me explica riéndose.

-Vale.-

El elevador finalmente abre sus puertas y al ver lo que hay detrás de ellas me quedo con la boca abierta. Es un piso gigantesco rodeado de cristales que llegan del piso al techo y con la vista más espectacular que jamás he visto antes de esta ciudad bajo la luz de la luna. No solo es hermoso, pero está repleto de velas, flores, y puedo ver una mesa perfectamente decorada en la terraza.

-Pablo, ¿Qué es todo esto?- Pregunto mientras camino por el piso.

Siento sus pasos seguirme y mi corazón palpita con demasiada fuerza. –Nuestra noche Alexia.- Me dice y roza su mano con la mía. –Ven, vamos a cenar.- Continua diciendo y hace que salgamos a la terraza la cual es increíble. Tiene un piso de madera increíble y hasta jacuzzi.

-¿Todo esto es para mí?- Pregunto sin poder creérmelo.

-Para nosotros.- Me corrige y mueve la silla para que me siente.

-Está loco, muy loco, pero me encanta.- Digo entre risas.

-Estoy enamorado. Esa es mi explicación. Alexia, ya no hay nada que nos impida estar juntos.- Me dice mientras me sirve algo de tomar.

-Soy tu publicista...-Susurro.

-Si no quieres que el mundo se entere de lo nuestro, no lo hará. Podemos mantener esto en secreto.- Propone.

-¿Qué cosa?- Pregunto intentando entender.

-Ahora te lo explico, pero primero cenemos... no quiero que te me desmayes; el bebe también debe tener hambre.- Dice con una enorme sonrisa y en medio de sonrisas cómplices cenamos el sushi que nos han dejado aquí servido.

[...]

-Acompáñame.- Me dice mientras extiende su mano después de haber comido el postre; el cual debo decir que estaba exquisito.

Sin dudarlo, tomo su mano y lo sigo hasta la barandilla de vidrio que rodea la terraza. Mi mirada se fija en sus ojos cafés que me dicen tantas cosas sin siquiera hablar...Lo amo tanto...

-Alexia.- Dice en un susurro mientras juega con mi cabello.-Tú sabes lo mucho que te amo, ya te lo he dicho. No sé bien como, ni donde, ni cuando, ni nada, pero te apoderaste de mi ser por completo y si no te pregunte esto antes es porque estaba ella de por medio; de quien por supuesto no quiero hablar esta noche. Solo quiero que seamos tu y yo... y ese niño.- Añade con una enorme sonrisa. –Se que recién anoche me he enterado de la verdad y que soy un hombre libre, pero es que no puedo soportar más estar lejos de ti.- Me dice sin dejar de acariciar mi cabello.

-¿De que hablas Pablo?-

-Llevo todo el día queriéndotelo preguntar...-

-¿Qué cosa?- Insisto con un hilo de voz.

-¿Quieres ser mi novia?- Pregunta con una enorme sonrisa en su rostro, la cual me contagia a mi también.

No lo puedo creer... ¿de verdad me ha preguntado eso?