9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]

Nuestra Celebracion

De todos los posibles regalos que él podía hacerme; no ha podido más que regalarme... regalarnos una casa. Es preciosa; color blanca, con tejas de color ladrillo, de dos pisos y estilo colonial. Es hermosa. Observo cada detalle y no puedo más que emocionarme.

-¡Te amo!- Le digo con mis ojos cristalizados y comienzo a besarlo como una loca.

-Y yo a ti preciosa, pero ven... vamos a verla. Te encantara.- Me dice muy seguro y me toma de la mano para que podamos entrar juntos por primera vez a nuestra casa.

Abre el portón de metal con un control a distancia y al ver el jardín delantero de la casa, me quedo con la boca abierta. Cada detalle esta cuidado a la perfección y la iluminación nocturna permite apreciar cada detalle.. –¡Me encanta!- Digo y lo abrazo.

-Qué lindo que te guste cariño, pero ven... tienes que ver el interior.- Dice entusiasmado y vamos hacia el portal de entrada el cual es de vidrio dándole a la casa un toque entre lo colonial y lo moderno.

El abre la puerta y al entrar a la casa no puedo creer lo hermosa que es. Cada detalle está contemplado en la decoración. Los pisos de madera, la chimenea, la pared revestida de piedras rodeando la pared donde está la chimenea... todo, absolutamente todo es perfecto.

-Amor...- Digo mirando a mi alrededor.

-¿Te gusta?- Pregunta con una enorme sonrisa.

-Esto es increíble.... No puedo entender que hayas hecho todo esto sin que yo me diera cuenta estando a tu lado todos los días.- Comento mirándolo fijamente y perdiéndome en esos ojos cafés que me matan.

Camina hacia mí lentamente y rodea la poca cintura que me queda con sus brazos aunque ya prácticamente no consigue entrelazar sus dedos sobre mi espalda a causa de mi gran barriga. –Tengo mis mañas para hacer algunas cosas...- Me dice con esa media sonrisa picara que me provocan besarlo.

-Ya veo... pero que guapo eres...- Le digo a milímetros de sus labios.

-Tú eres mucho más guapa.- Me dice y roza sus labios con los míos pero no me besa como yo espero. –Vamos a nuestra nueva habitación.- Propone haciéndome sonreír.

-¿Nos quedaremos aquí esta noche?- Le pregunto entrecerrando mis ojos.

-¿Quieres?-

-¿Y tu regalo?- Le pregunto sonriente.

-Mañana... bueno más tarde me lo das.- Se corrige y luego me suelta para tomar mi mano y hacer que lo siga hasta es segundo piso. –Cuidado con los escalones.- Me advierte haciéndome reír.

-No cambias mas.- Bromeo cuando llegamos al segundo piso.

-Jamás lo hare.- Me advierte mientras me guía hacia la ultima puerta del pasillo. –Antes de ir a nuestra habitación...- Comenta y abre la puerta dejándome ver un hermosísimo cuarto pintado de rosa y café que esta vacio.

-¿La habitación de Génesis?- Pregunto emocionada.

-Le dije a Casi que no lo terminara para poder decorarlo juntos...- Se explica.

-Eres el hombre más especial del mundo.- Le digo sin poder evitar abrazarlo y besarlo como una loca.

Me besa profundamente y estamos prácticamente entregando todo en este gesto tan sencillo, pero tan profundo que significa un beso. –Te amo tanto vida mía...- Me dice haciendo que mis piernas me tiemblen.

-Yo a ti amor.-

Los dos comprendemos muy bien que ya no aguantamos mas las ganas de estar en brazos del otro. No hacen falta más las palabras; solo es cuestión de seguir besándonos e ir caminando hacia la que es nuestra habitación. Es claro que el que ha tenido que guiar el camino fue el.

Entramos a nuestro cuarto y no puedo evitar mirar a mí alrededor al ver lo hermoso que es todo. –Cariño, no es por nada... pero, luego aprecias la decoración.- Me dice pícaramente.

Rio ante su carita de "no me dejes así" -Perdón.-

-Te perdono si me besas.- Me dice y acepto sus condiciones.

Regreso mis labios a los suyos y esta vez lo beso con desenfreno. Le estoy demostrando todo lo que lo amo con este beso. Mis manos no resisten la tentación de tocarlo y desvestirlo como tanto me gusta hacerlo. Su piel es mi territorio... es ese lugar donde cada noche escribimos una nueva historia juntos.

Los "te amo" y "te deseo" son repetidos entre nuestros besos. La prendas caen al suelo y es así como llega nuestra navidad. Nuestra celebración privada y de la más especiales que estamos viviendo. Nuestra primera noche en nuestra casa; esta casa donde crecerá nuestra pequeña... donde viviremos como la familia que somos.