Por Fin Solos

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Regresamos a la mesa luego de nuestra pequeña y por llamarlo de alguna manera; candente escena en el baño e intentamos actuar normal.

-¿Todo en orden?- Nos pregunta Peter entrecerrando sus ojos.

-Si.- Respondo con seguridad. –Pablo me ha dicho que te has dado cuenta de todo.- Digo tímidamente y el sonríe.

-Se les nota a leguas.- Explica y ahora si que me preocupo.

-¡¿De verdad?! Es que nadie puede saberlo...- Digo con un hilo de voz.

La camarera finalmente viene a tomar nuestra orden y rápidamente lo hacemos para que ella se retire.

-Hechicera... perdón. Alexia.- Se autocorrige mirando a Pablo, quien ríe ante esto. –Es que yo te conozco bien, y bueno... la cara de Pablo al escuchar nuestra historia ha sido evidente, pero supongo que de no ser por eso la gente no se daría cuenta.- Explica y sonrió.

-Es que no deben.- Digo firme.

-Ella dice que arruinaría mi carrera... en realidad todo esto es un poco más complicado, por eso pedimos que no digas nada.- Añade Pablo.

Peter me observa de una manera muy peculiar y no sé qué es lo que está pasando por su cabeza.

-¿Qué sucede?- Pregunto finalmente y él me lanza una tímida sonrisa.

-Desde que te salude hoy y te vi que te quiero preguntar algo, pero no sé si sea correcto.- Me dice y solo puedo mirarlo confundida.

-¿Qué cosa?-

-Alex, ¿tu estas embarazada?- Se atreve a preguntarme finalmente.

Pablo y yo nos miramos intentando ponernos de acuerdo en la respuesta y yo le hago una seña para que sea él quien responda. – Pedro, si... ella está embarazada de mi; te dijimos que todo esto era más complicado de lo que parecía.- Le dice tímidamente.

-Ahora entiendo tu reacción Pablo, discúlpame de verdad. Y a ti Alex, también... lo siento. Cuenten con mi silencio; yo no necesito que me expliquen nada. Ella sabe cuánto la aprecio y por supuesto que no hare nada por perjudicarlos. Ahora, eso sí... si la lastimas; te la veras conmigo y eso no es broma, ¿entendido?- Le advierte a Pablo.

-Lo entendí.- Dice serio y después de esta pequeña advertencia, los tres continuamos cenando con tranquilidad y entre charlas acerca de la vida y todo lo que hemos hecho en este tiempo que no nos hemos visto.

Afortunadamente, el ambiente se ha relajado bastante entre ellos; cosa que agradezco porque no quería tener que terminar siendo el árbitro en una pelea de hombres.

[...]

Después de terminar con todos los compromisos del dia y de finalmente haber cenado los dos solos en el restaurante del hotel; llego la hora de cumplir con mi promesa, una que claramente disfrutare mucho...

-¿Tu habitación o la mía?- Me pregunta pícaramente cuando las puertas del elevador se abren en el piso donde están nuestros cuartos.

Rio ante su pregunta y lo miro de la manera más sensual que conozco. –La mía...- Digo y esquivando su boca traviesa que pretendía besarme aquí, camino hacia mi habitación escuchando sus quejas las cuales me hacer reír.

Por momentos es un niño pequeño, y debo de admitir que eso es una de las cosas que más me gustan de él.

Abro la puerta de la habitación y al dar dos pasos, siento sus brazos aprisionando mi cuerpo contra el suyo. –Finalmente solo con mi novia.- Dice en un susurro mientras va dejando besos por mi cuello y hombros. –No sabes lo mucho que estaba desenado esto.- Me dice mientras vamos caminando de manera torpe por la habitación hasta llegar al sofá que hay debajo del enorme cristas que deja ver la hermosa ciudad de Los Ángeles y sentándonos en el mismo.

-Yo también quería estar sola contigo.- Le confieso acomodándome contra su cuerpo que en estos momentos actúa como un gran almohadón para mi espalda.

-Quería estar así abrazándote... disfrutar del aroma exquisito que desprende tu piel... quería poder decirte mil cosas bonitas al oído y besarte.- Me dice al oído y sin poder resistirlo, volteo mi rostro para que mis labios se encuentren con los suyos.

Parecemos dos adolecentes que se besan sin parar en el sillón de la sala de casa de sus padres. Es como si estuviésemos queriendo entregar todo en este largo y acalorado beso que nos va dejando sin aire y de a poco, nos obliga a movernos de tal manera para que estemos mas cómodos. No sé cómo, pero ambos terminamos acostados sobre el sofá. Mi cuerpo sobre el suyo. Sus manos comienzan a viajar por mi cuerpo desde mi espalda hasta mis glúteos; cosa que me hace enloquecer.

-¿Sigo?- Pregunta con dudas y no entiendo a que viene su pregunta.

Lo miro alarmada -¿Por qué me preguntas?-

-Es que no quiero que creas que lo único que busco contigo es hacer el amor... si tú no quieres dormimos como la otra noche y ya.- Dice tímidamente y muero de amor en este instante.

-Sigue... sé que no buscas solo hacer el amor conmigo, pero creo que se nos da muy bien esto.- Respondo sonriente y vuelo a besarlo entre risas cómplices.

-Se nos da demasiado bien.- Dice entre beso y beso mientras nos ponemos de pie y vamos caminando hacia la cama.

Nuestras prendas van desapareciendo en el camino y cuando nuestros cuerpos caen piel con piel sobre la cama; es cuando nos amamos sin límites... Me quita el aire estar entre sus brazos. Es como si descubriese una manera nueva de respirar a través de sus besos; sus manos me transportan a un sitio desconocido y solo sé que quiero vivir allí toda mi vida. Me he enamorado como nunca antes lo había hecho y a pesar de que por momentos estos sentimientos me aterran; se que lo daría todo por estar así siempre. Me hace sentir viva de todas las maneras posible.

-Te amo.- Decimos al unisonó mientras caemos rendidos en manos del amor.

**Este capítulo va dedicado a otras dos lectoras que me alegra mucho saber que les gusta la historia y siempre están allí apoyando en estás locuras que pasan por mi mente. Muchas gracias me_llamo_Jessy y vivianac777 🙏🙏🙏😘**

9 Meses Para Enamorarte [Pablo Alborán] [TERMINADA]Where stories live. Discover now