Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)

Enamorada/2da carta de Lauren

Me acariciaba el hombro.

—La extraño mucho —sollocé.

Ella suspiró.

—De seguro ella está muriendo por verte. —Intentó animarme

—Claro que no, ya no me ama. —Parecía estúpida hablando entrecortado por culpa del llanto

Además estaba de cara contra la almohada y no podía hablar bien.

—¿Por qué dices eso?

—En...en las cartas, no hay palabras de amor y yo sigo quedándome con la tonta ilusión de que si.

—Pero Lauren, no porque no te diga que te ama significa que ha dejado de hacerlo, tal vez no lo dice explícitamente, pero el amor se manifiesta de otras maneras, como en la preocupación por ejemplo, ¿tu crees que si ella no te amara te habría puesto aquí? ¡olvídalo! este lugar es solo para ricos, ella no hubiese gastado todo el dinero en ti, para esto, ¿tu crees que si ella no te amara, te escribiría esas cartas? ¿te enviaría una guitarra?  ¿tu crees que si ella no te amara, llamaría día por medio para saber de ti?

Levanté mi rostro de la almohada, ella tenía sus ojos muy abiertos y su mano en su boca.

—¿Qué...qué dijiste? —La miré con los ojos entrecerrados por la repentina luz

Pasé el dorso de mi mano para quitarme las lágrimas.

—Yo...no debí Lauren. —Se puso de pie, un poco incómoda

—Acaso Camila...

Ella asintió.

Sonreí.

Al verme se sentó a mi lado de nuevo.

—Ella...ella me pidió que no le contara a nadie sobre sus llamadas, mucho menos a ti...pero siempre me pregunta por ti, como van tus avances, si sigues aislada o te relacionas con demás personas, como vas con la psicóloga, si te ves con ánimos, ella realmente se preocupa por ti.

Repentinamente me sentía tonta por llorar, pero muy contenta por la noticia.

Me sonrojé y ella lo notó porque sonrió de esa manera que solo logra avergonzarme más.

—Dime, ¿qué fue? —Elevó su ceja

Me senté como india en la cama y comencé a sacar motitas de la frazada.

—¿Tu...tu crees que ella siga enamorada de mi? —pregunté nerviosa, sin levantar mi mirada

Daniela rió.

—El amor no es algo que se le va jurando a cualquiera por la vida, Lauren. Y ella parece una persona seria, ni siquiera tendrías que dudarlo.

—Es que...he llegado a pensar que no y me da miedo porque...

—Porque estás todo el día piensa y piensa en ella, ¿no?

Asentí tímida.

—Ella de seguro sueña despierta contigo, Lauren, en esos ojazos que tienes.

Me hizo cosquillas y yo reí avergonzada.

—Le gustaba mucho mirarlos, pero se cohibía y decía "olvido que mientras intento contar los colores que tienen, tu me miras fijamente"

—¿Es una persona tímida?

Asentí.

—Sobre todo conmigo, al principio le daba vergüenza mirarme cuando ya nos habíamos declarado, o darme un beso, es bastante vergonzosa y hasta ahora lo es, con...todo

Me empujó suavemente.

—No me cuentes intimidades, Lauren. —Se quejó y yo reí

—No especifiqué eso, tu lo interpretaste

Sonrió.

Actividad: Intimidad
Última vez: mes de diciembre

Suspiré.

No era de esas personas que morían sin tener intimidad, pero realmente desearía acurrucarme contra su cuerpo desnudo, sin siquiera hacer nada más que eso.

—Lauren, una cosa antes de que me vaya, cuidado con esto. —Tomo mi diario

—¿Qué tiene?

—Nada, solo que si no andas de buenas con la psicóloga y no te abres a ella, puede tomarlo, sobre todo si estás triste o con cambios de humor...poco normales.

Cuanta mierda.

—¿Cuidado con qué, entonces?

—Donde lo dejas, le comenté que no tenías uno porque no lo había visto nunca en tus manos, guárdalo bien.

Sonreí agradecida y se fue, cerré con seguro, tomé mi diario y mi lápiz, me metí a la cama y vi ahí unos poemas que había escrito hace un par de días:

Como flor en guerra

Agonizando estoy por ellaMoribundo mi amorIluso mi corazón
Lleno de dolorAmándote, aquí estoy

Estaría tan avergonzada si alguien llegara a encontrar todas estas cosas, son tan cursis.

Kilómetros de suavidad
Afortunada fui de mirar
Recorrer con mis manos
La inmensa belleza
A tu lado, mi bella princesa.

El amor me tenía mal de la cabeza, definitivamente.

Me dejé de leer y tomé uno de los papeles que me había enviado Sofía junto a esos bonitos bolígrafos.

Pensé bien lo que iba a plasmar en mi carta para mi bella amada.

"Gracias por tu carta, Camila,

Bueno, todo por acá a estado bien hay días buenos, días excelentes y días malos, pero solo eso, voy mejorando gracias a todo el apoyo que tenemos aquí, voy a la nutricionista, psicóloga y al dentista, a veces vamos a terapia grupal.

La guitarra me ha servido mucho, de verdad gracias por enviarla, he tocado bastante, recordé los acordes que alguna vez tu me enseñaste, para que veas que no tengo tan pésima memoria.

También he leído mucho, a veces me quedo en la biblioteca, pero también puedo llevarme los libros a mi habitación porque es más cómodo y más privado. Con Daniela hablamos muchísimo, ella me cuenta historias de su infancia en Argentina che y sobre su perro y su gato.

¿Cómo están William y Miranda? ¿ya se recuperaron? ¡espero que si!

¿Y qué hay de las niñas? ¿son tan inteligentes como tu? ¿o tienen un lado bobo como yo?

Me gustaría mucho verlas, pero sé que no es posible, ¿podrías decirles que las quiero de verdad?

Sería el favor más grande que podrías hacerme Camila.

Antes de despedirme, quería contarte que las chicas han venido a visitarme, también a Lucy, Vero no puede venir tan seguido, pero por aquí he visto a Troy y a su hijo, está muy grande.

Gracias por enviar una carta, aprecio la preocupación que tienes al querer saber de mi, si es que realmente lo sientes.

Se despide, 

Lauren"

Ilusionada tomé el sobre más bonito y le puse un sello, salí de mi habitación en busca de Daniela, ella dijo que se encargaría de enviarlo ahora mismo...o dentro de lo más pronto posible.