182. Sentir el impacto

1.7K 239 71
                                    

Lía

Gregor... Gregor y esa...

Corro por los pasillos llorando, lloriqueando sin importarme nada y la vista se me nubla de tantas lágrimas.

"Él fue a buscar lo que tú no le das"

Las palabras de Linzy antes de verlos juntos, me carcomen el cerebro. No es justo, eso no es cierto, tiene que se una mentira.

"Esperaré lo que haga falta"

¿Eso también es falso? ¿Qué es mentira? ¿Qué es verdad?

Mientras continúo avanzando, me termino chocando con alguien, por lo tanto me detengo. Me refriego los ojos y frunzo el ceño.

—Que mala suerte —opino al ver a Dan.

—¡Lía! —oigo a Gregor venir.

No, no quiero hablar con él.

—Allí —dice el otro castaño y señala el pasillo para esconderme.

Lo miro confusa.

—¿Por qué me ayudas?

—Me ayudo a mí mismo —sonríe —rápido, si no quieres que Gregy te encuentre.

Reacciono y me oculto. Mi novio se acerca a Dan.

—¿Has visto a Lía?

—No —responde sin expresión en el rostro.

Frunce el ceño.

—¿Por qué será que no te creo?

Sonríe.

—Porque quiero destruirte, ¿Sabes los beneficios que me traería ser el único amigo de Tyrone? Es más, quitándote del camino, muchas de mis ideas no serían frustradas.

—No te lamentes más, mi amistad con Tyrone se acabó —expresa con notable odio.

—Oh parece que es mi día de suerte —se deleita con la noticia.

¿Por qué Gregor dijo eso?

Lo olvidaré, quiero irme.

Retrocedo y me giro para salir corriendo en dirección contraria a ellos. En el camino hacia las escaleras, soy detenida otra vez por Linzy.

—¡Te encontré! —aplaude —¡Yupi! —grita ella feliz.

Frunzo el ceño.

—¿Vienes a burlarte de mí?

Une sus manos alegre.

—¡Vine a reconfortarte y a mostrarte la realidad con todo mi love!

—Púdrete.

—¿Descargas tu ira contra mí? —hace puchero —pero si no yo te hice nada, babie.

—No tengo ganas de soportarte —me giro hacia la escalera —así que ahorrate tus comentarios raros.

—Chiquitita, espera —me agarra del brazo.

—¡Sueltame, zorra!

Frunce el ceño ante el apodo que le puse y presiona mi brazo.

—De acuerdo te soltaré —expresa con malicia.

—¡Linzy, no! —oigo a Adelaine llegar y gritar intentando detenerla, pero es demasiado tarde.

Linzy me empuja por las escaleras, termino con un golpe en mi cabeza y al sentir el impacto, he perdido el conocimiento.

Los gemelos ChannyDove le storie prendono vita. Scoprilo ora