26. El beso de Heinz

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Noah

La primer hora de clase término. Salgo del aula y Heinz me detiene en el pasillo.

—Toma —me entrega unos papeles —revisalos con cuidado, es para el trabajo que tenemos que hacer juntos —me sonríe.

—Genial —exclamo alegre y regreso a guardarlos en mi mochila, vuelvo para aclararle —los miraré luego, ahora quiero ver si encuentro a mi hermano...

—¿No apareció? —se sorprende.

—No sé... No lo vi —bajo la vista y luego la subo —pero si mi mamá no está preocupada, debe ser que se encuentra bien —sonrío —pero igual quiero verlo —muevo un mechón de la peluca que me está molestando.

—¿Son muy unidos no? Eso es bueno, cuanto me alegra.

—Gracias... —miro a la ventana —¿La clase B tendrá gimnasia? Quizás esté ahí... —me acerco a ver —no sé... —lo observo a él qué se acerca a mi lado —¿Tú ves a alguien?

Señala a una esquina.

—Creo qué allí está un profesor, quizás empiecen en un rato.

Me emociono.

—¡Tienes razón! Ahora qué lo pienso la clase B comienza un rato después —lo agarro de las manos muy felíz —¡Gracias, gracias, gracias! —expreso repetidas veces muy feliz.

—Eres muy linda —sonríe él y no veo venir lo que ocurre después.

Los labios de Heinz están sobre los míos y yo quedo paralizado. Él... Él me ha besado.

¡Un chico me beso!

Siento que me acaba de bajar la presión y a la vez me acabo de confundir.

—¡No! —lo empujo y me cubro con la mano mi boca —¡Me tengo que ir! —salgo corriendo.

—¡Lía! —me sigue.

Que no me persiga, ¡Auxilio, auxilio! Prefiero que me golpeen, eso ha sido muy vergonzoso, demasiado.

Giro en un pasillo y me choco con alguien. Mis ojos se abren en grande y el mundo se paraliza. Cambie de opinión en un instante, no quiero que alguien me pegué, menos él.

—Tyrone... —expreso nervioso.

—¡Lía! —oigo a Heinz buscarme.

¿Y ahora qué hago?

De lo nervioso que estoy recordando el beso, me escondo detrás de aquel demonio.

Veo como Heinz no me encuentra y cuando se va, mi enemigo número uno se gira a mirarme sonriente.

—Yo creo que tú me debes algo, hermana de Noah.

Como siempre me dice: Cave mi propia tumba... Ay no...

Los gemelos ChannyWhere stories live. Discover now