Los gemelos Channy

157. Empezamos otra vez

Gregor

El timbre suena, es hora del recreo. Me levanto del pupitre y me dirijo a buscar a mi novia. Camino por los pasillos hasta llegar cerca del curso A, cuando visualizo a Lía salir lentamente como si fuera una espía fugitiva. Voy hasta ella y me río.

—Bombón ¿Qué estás haciendo?

Mira a un lado y otro, luego se me acerca despacio.

—Shh —pone su dedo en la boca en un gesto de silencio.

Levanto una ceja y miro la puerta, en esa milésima de segundo, Lía se esconde detrás de una pared.

—Oh la lá ¿Pero que tenemos aquí? —reconozco la voz enseguida y frunzo el ceño.

Lo que me faltaba, la otra gemela.

—¿Vienen juntas tu hermana y tú? Que mala suerte tenemos.

—Addy dijo que es hora de volver y yo la seguí, simples términos. Si no te gustan, bye bye —se ríe —heteros, siempre tan aburridos, con excepción de mi hermana claro —hace otra risilla irritante.

—Yo no me olvido de nada y Tyrone tampoco debería, así que mejor vuelvan de dónde vinieron y no regresen.

—Lo siento, hemos venido para quedarnos, un muy largo rato, así que acostumbrate y hablando de costumbre... —mira a todas partes —¿No has visto a una rubia de cabello corto, pequeñita pero ruda, linda pero intrigante? Pasó por aquí, estoy segura.

Levanto una ceja.

—¿Hablas de Lía?

—¿La conoces? Está bien guapa —se muerde el labio inferior.

—Sí, es mi novia —expreso serio —y no, ya sé fue —miento.

—¿Me quieres engañar acaso? —mueve su cabello.

—Quiero enterrarte tres metros bajo tierra, pero eso no se puede al parecer, ya que es ilegal —exclamo de manera macabra, completo de odio, el cual se me nota bastante.

—Ay el bad boy, ¡Que miedo tengo! —se burla y se abraza a sí misma riéndose de nuevo —pero por ahora te creeré —se da la vuelta y se va meneando las caderas de manera contesta.

—¿Se fue? —asoma la cabeza Lía.

—Sí, se fue.

—¡¿Sabes lo que me dijo cuando la golpeé?! —expresa alarmada mientras sale de su escondite —¡¡Que le excitó, le excitó!! —repite —¡¡Está loca!! —grita y se revuelve el cabello.

—¿La golpeaste? —me río —¿Por qué?

—¡¡Me toco la cola la muy guarra!! —exclama enfadadísima, su ira se siente en todo el pasillo —¡¡La quiero matar!! —presiona los puños muy irritado.

—Parece que en algo concordamos —me acerco, la agarro de la cintura y toda su furia cambia por completo rojo en todo su rostro, quedándose totalmente tiesa —¿Qué pasa? —me río.

—Eh... Nada...

—No te creo —me pongo a centímetros de su oído —estás pensado en la semana pasada.

—¡No es cierto! —forcejea —¡Te golpearé!

—¿Me estás amenazando? —vuelvo a reír.

—¡Sí! —exclama y la suelto —¿Eh? ¿Por qué? —se confunde.

—Ah ¿Querías que te abrace? Sólo si me das un besito —me señalo la boca.

—¡Cállate, perro! —agita el puño.

Me río nuevamente.

—Sabía que dirías eso —me acerco a su rostro —¿Y si nos escapamos hoy? Prometo hacer mucho silencio —muevo las cejas —solo al principio.

—No sé de que estás hablando, pero claro que no.

—Ay la lentita —se sobresalta cuando digo eso.

—¡Callate estúpido perro faldero del gato! —se enfada sonrojandose nuevamente.

—Hablando del "gato", ¿Sabías que volvió? —digo tranquilo.

—¡¿Qué?! —se sorprende —maldición... —bufa —ya empezamos otra vez.

La observo seriamente.

—Así parece.

Entiendo completamente, aunque me preocupa más lo de la aparición de las gemelas Trinity, nada bueno va salir de esto. Menos si Tyrone es manipulado por Adelaine otra vez. Eso es muy peligroso.