173. Golpes con el bate

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Lía

Malditas faldas.

Camino por los pasillos con el bate de beisbol, extraño disfraz de beisbolista ¡Mis pantalones!

Visualizo al que busco y entrecierro los ojos.

—Dan.

Él sonríe.

—Hola Lía —expresa tranquilamente.

Presiono el bat y también sonrío.

—Espero que no te hayas olvidado de lo que te dije en la fiesta.

—¿Qué iba a desear no haber nacido? —levanta una ceja y luego se lo piensa —sabes, extrañamente no me lo olvide —se ríe —tienes suerte, suelo no recordar a los corazones despachados. Pobrecitas ¿Eres una de ellas? —ladea la cabeza.

—Yo ya no siento nada por ti, más que odio y resentimiento, así que tu teoría puede irse bien al fondo del tacho.

Camina hasta mí y se acerca a mí rostro, el cual retrocedo.

—¿Ah sí? Parece que Greg te atiende muy bien.

—Por supuesto, así que alejate.

—Lo mismo decía Lucila —se relame los labios.

Debe hablar de la ex.

—¿Y a mí que me importa esa tipa?

De repente siento su mano en mi nuca, empuja mi cabeza desprevenida, entonces junta su boca con la mía.

Forcejeo, presiono el bate entre mis dedos pero se me cae, se me acelera el corazón de los nervios de no poder apartarlo.

Se oye un silencio inminente y de repente Dan es alejado de mi con... ¡¿Mi bate?!

—¡¿Gregor?! —grito.

—Te lo advertí, ahora ni Tyrone podrá salvarte —le aclara mi novio.

—Siempre llego tarde a la diversión —oigo detrás una voz femenina y me giro visualizando a las gemelas.

Linzy se ríe y levanta un dedo.

—Mejor tarde que nunca, Addy.

La otra sonríe.

—Tienes razón.

—¿Vienen a ver como muelo a palos a este engendro del demonio? —expresa Gregor de una manera macabra que da miedo y vuelve a mirar a Dan —¡Levántate, voy a golpearte más que tu propio padre! —lo señala con el bat.

Este deja de estar aturdido en el suelo, frunce el ceño y logra pararse, luego vuelve a sonreír.

—Al menos el mío no está muerto.

Auch golpe bajo.

Gregor presiona el bate y lo golpea otra vez con este. Sangre sale de la cabeza de Dan pero regresa a levantarse.

—¿Eso es lo mejor que puedes hacer? ¡Vamos! Un huérfano como tú puede hacerlo mejor —se relame la sangre y lo provoca nuevamente.

Esto no se ve nada bien.

Los gemelos ChannyWhere stories live. Discover now