Compañera (Minho Y Tú)

Capitulo 21

Me sentía extraviada en un lugar lejano por que no me sentía parte de lo que estaba sucediendo. Lee se veía lleno de miedo sin embargo Tarso caminaba con el pecho en alto orgulloso de si. Lee lloraba como un niño pequeño pidiendo perdón, Cruce mirada con Tarso y automáticamente me lleve una mano al cuello recordando la escena de anoche.

—Newt, trae el poste—Me pareció increíble haber escuchado esa conversación ya que lo dijo muy bajo. Él asintió y se encaminó sin vacilar hacia el pequeño cobertizo de herramientas que se utilizaba para trabajar en los Jardines. Era obvio que había estado esperando la orden.
Me perdí mirando a los chicos cuando la mano de Minho apretó la mía por un segundo, dando a entender que todo estaba bien ¡¿Bien?! Por donde hay algo bien aquí. El siguió caminando quedando del otro lado de la puerta hablando con Sartén. Ben apareció a mi lado y me toco el hombro. Volví a dirigir la mirada hacia el cobertizo y vi salir a Newt quien sostenía varias barras de aluminio. Y al unir los extremos entre sí, obtuvo un poste de unos seis metros. Luego, encajó en uno de los extremos un objeto con forma extraña y se dirigió hacia el grupo. No podía creer que semejante cosas estuvieran aquí con nosotros ¿Son muy frecuentes los destierros? Newt le extendió aquel poste a Nick y logre ver con claridad lo que era: un lazo de cuero rígido sujeto al metal con un enorme gancho. Un gran broche a presión evidenciaba que el cuero podía abrirse y cerrarse; un collar.

Quería irme y alejarme de aquellas cosas pero algo me sobre salto y fueron los Sollozos de Lee quien pedía piedad. Le colocaron el collar a Tarso pero a Lee no. Me resultaba extraño la forma en la que se comportaba Tarso.

—Por favor Nick. Todo era un juego.—Lee estaba humillando se para que lo perdonarán.  Era obvio que no era un juego, y menos por las marcas en mi cara.

—¡¿UN JUEGO?!—Gritó histérico el lider—Sí no fuera por que los encontramos ustedes dos mierteros hubieran hecho lo que querían con ella—tomo una pausa—Arador Tarso y Constructores Lee, se les condena por abusar de la novata Scarlett. Los Encargados han tomado una decición y su palabra es definitiva. Ya no volverán jamás—Se alejo un poco y prosiguió —Encargados tomen su lugar junto al poste del destierro.

—Por favor Ni...—Lee no terminó su frase cuando Tarso abrió la boca por primera vez.

—ES UNA MALDITA PERRA. USTEDES LA DEFIENDEN PERO NO LA CONOCEN, TODOS USTEDES SE ARREPENTIRÁN DE LO QUE NOS HARAN— Gritó Tarso a todo pulmón dejando a su paso algunas salivas.

Me tape la boca y comencé a sollozar ¿Donde estaba aquel chico que era mi amigo? ¿Donde? Ben me dio la vuelta y me abrazo impidiéndome ver.

—MIREN, YA SE LE TREPÓ ENCIMA A BEN. ES UNA GARLOPA.— No podía soportar aquellas palabras así que corri lejos de aquella escena.
Por lo lejos escuche las súplicas de Lee y los insultos de Tarso.
Luego llegando a la finca, tropecé pero no hice ningún esfuerzo por levantarme. Miré por detrás mío y vi la puertas cerrarse. Todo esto era una tortura ¿sobrevivirán la noche?

Ya había caído la noche y yo me había escondido de cualquiera que me estuviera buscando. Había pasado toda la tarde llorando, estaba afuera del cuarto oscuro, algunas de las espinas de los arbustos me habían arañado la espalda, pero estaba recostada a la puerta como si aun quedará parte del chico que conocí, aqui.
No quería hablar con nadie, me sentía muerta en vida, me pare decidida pero caí, era evidente que no tenía nada de fuerza. Escuché una rama romperse pero la luz era débil en aquella esquina por lo que no vi si había alguien. Una sombra comenzó a acercarse a mi e instintivamente me hice un ovillo ocultandome en las sombras. Otra rama se rompió pero esta vez, la sombra dio una maldición.

—¡Shuck! ¿Scarlett estas aquí? —Esas voz era indiscutiblemente de Ben.

—No—Dije apretando más mis piernas contra mi pecho.

—¿Qué haces aquí? —había logrado verme pero no quería estar con nadie—No te puedes encerrar en tu mundo por lo de...—No lo deje terminar la frase cuando conteste.

—¡TÚ ESCUCHASTE LAS COSAS HORRIBLES QUE DIJO DE MI!—Me calme un poco antes des perder los estribos—¿Cómo quieres que este bie?—Musité, no quería que el escuchará— Vete quiero estar sola—coloqué mi cabeza a la puerta y comencé a llorar en silencio.

—Se que todo para ti es un caos, pero nos tienes a nosotros, nada de lo que el dijo es verdad —Se sentó a mi lado, busco mi mano y me la agarro— Debes ser fuerte, ya paso lo peor, ya se fueron.

—Si ya paso todo ¿por qué me siento como una mierda?¿Puedes explicarme eso?—Se escuchó que tomó un gran bocado de aire y lo boto rápidamente.

—No, no puedo decirte por qué.—me miró fijamente —Pero no puedes pasarte toda la vida lamentandote; algunas cosas son como tienen que ser. —Se paró y me tendió una mano, la acepté y con un tirón me levanto.
Salimos cuidadosamente de ahí,  pero por la falta de luz me arañe los brazos. Salimos a la finca y todo estaba normal, como si lo de hace poco nunca hubiera sucedido algunos chicos conversaban en las esquinas otros se empujaban en broma, pasamos junto a un grupo de chicos y Gally esta ahí, me miró con desdén y reanudó su conversación con otro chico.
Ahora más que nunca quería acostarme a dormir, y seria mi primera noche durmiendo en la finca como una chica y me aterraba un poco esa idea, pero faltaba para la hora de dormir eso significa que podía prepararme mentalmente hasta entonces.
Newt, Nick y Minho estaban cerca de la caja hablando, no sabía de que pero imaginaba que podía ser por lo de esta tarde. Cuando se percataron de nuestra presencia Newt le hizo una seña a Nick, aunque realmente no quería estar con ellos, tenía que ser fuerte aunque eso implique también ser despiadada. Nick rapidamente se nos acerco-aunque la distancia que nos separaba no era mucha- me miró con cuidado como un padre ve a su hija por primera vez con él corazón roto.

—Pichón, se que este día ha sido duro para ti—Hizo una pausa—, pero tienes que ser fuerte no eres una chica frágil y lo has dado a entender, te prometimos protección y hemos estado en eso. Aunque esos mierteros se hayan ido nuestra labor sigue.—Miro a Newt para buscar apoyo.

—Scarlett no estas sola, nos tienes a nosotros ¿cierto? —Asentí.
Era cierto todo, estos chicos me han dado ánimos desde el primer momento en el que llege, estos chicos eran grandiosos a su manera. Por primera vez desde que llegue me sentí bienvenida en el área, mi nueva familia.