El desayuno del primer día

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Ella asintió y así lo hizo, nos quedamos unos breves minutos abrazadas, cuando recordamos que las maletas estaban abajo, me ofrecí para ir a buscarlas yo, pero Lauren dijo que no me preocupara, así que como vino al mundo bajó y trajo las maletas hasta la habitación.

Camila: Amor, pudieron haber entrado y verte así.

Lauren abrió sus ojos, dándose cuenta de lo que decía

Camila: ¿Lo ves? Las neuronas te fallan

Lauren: Alex lo dijo y parece que tiene razón.

Se recostó a mi lado nuevamente y me subió arriba de ella, rápidamente le di un beso y me recosté en su pecho mientras ella acariciaba mi cabello y con otra mano mi espalda.

Camila: Te amo —dije elevando un poco de mi cabeza, encontrándome con una linda sonrisa.

Lauren: También yo, cielo —reconocí como con su dedo índice dibujaba un corazón en mi espalda

Puse mi frente en sus labios, haciendo que ella riera y la besara brevemente.

Sentimos unos ruidos abajo por unos minutos, luego la puerta cerrarse

Lauren: Vamos, bebé —tiró de mi mano, tomamos unas batas y bajamos descalzas

Lauren: Vamos, bebé —tiró de mi mano, tomamos unas batas y bajamos descalzas

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Lauren se sentó en una silla amarilla y me sentó en sus piernas, quedando frente a frente, me acomodé mejor y pasé mis piernas por la parte de abajo del reposa brazos. Me di cuenta de que Lauren tenía la bata abierta y que casi casi podía ver sus pezones, pero no le dije nada, no quería apenarla tampoco.

Lauren: ¿Te parece si empezamos por la fruta? —tomó el plato de las fresas y me ofreció una en la boca

Luego tomó otra y la puso entre sus labios, sabía lo que tenía que hacer, así que me acerqué a morder la parte saliente de la fresa, pero ella la succionó, comiéndosela entera. Se rió, pero como recompensa me dio un beso en la nariz.

Lauren: Mira, estoy segura de que esto sabe rico. —tomó una taza de café con espuma en forma de corona. La acercó a mi boca y probé un poco, embarrandome hasta la nariz con espuma por culpa de Lauren.

Camila: No sé que te resulta tan divertido. —intenté hacerme la enfadada

Lauren: Te ves adorable, ¿puedo tomarte una foto?

Camila: No, yo me la tomo. —le quite el celular de las manos y le tapé los ojos, me tomé dos fotos, una decente y otra haciendo una cara horrible, pero viendo y aprovechando la situación de que Lauren estaba completamente expuesta ante mi, le tomé una fotografía mientras le tapaba los ojos, rápidamente me la envié y la borré de su celular.

Lauren: ¿Por qué tanta demora? —sonrió, tomando su celular y tomando su café

Camila: Nada. —dije un tanto sonrojada, tomándome un café mientras la miraba, su rostro, su sonrisa, su cuerpo.

Cielos, como me encanta. Cuanto la amo.

Luego del café nos comimos unas piezas de fruta, hasta que Lauren empezó con lo que tanto le gusta.

Lauren: Toma —me puso una fresa en la boca, pero esta fresa estaba bañada en chocolate

No era un simple "toma" o el simple acto de darme la fruta en la boca, era algo muy sensual, estaba completamente segura de que todo eso tenía una carga erótica detrás.

Fue mi turno, tomé otra fresa y la puse en mi boca, acercándome a ella para que sacara la otra mitad y así lo hizo, la masticó un poco y atacó mis labios pasionalmente...y lo acepté. Puse mis dos pulgares en la linea de su mandíbula y el resto de mi mano descansaba entre ésta y su cuello, mientras que sus manos rápidamente se metieron por mi bata desatada hacia mis caderas (en el viaje hacia ellas, abriendo un poco más mi bata), sentándome mejor y clavando sus uñas en mi piel. Luego de comernos unas cuantas fresas más, bajé mis manos a sus hombros y empujé suavemente la bata, haciendo que cayera en el asiento.

Lauren: Camz —dijo luego de aquella acción, en un tono coqueto,  lo que respondí con una risa nerviosa.

Luego de un rato de dulces besos, con una mano me metía fresas en a boca para volvernos a besar y con la otra mano comenzó a acariciar en círculos mi punto débil...bueno, nuestro punto débil.

Camila: Amor —me separé del beso y saqué su mano de allí un momento

Lauren: ¿Qué pasa? —inmediatamente me miró a los ojos.

Camila: Creí que ibas a seguir desayunando, dijiste que tenías hambre

Ella rió

Lauren: En eso estoy, bebé —besó mi cuello y sonreí. 

Siguió estimulándome con dos de sus dedos suavemente y en círculos mientras volvía a besarme lentamente. Simplemente me quedó disfrutar de lo que hacía, me sentía en otro mundo porque normalmente no tenemos las posibilidades de hacer el amor muy seguido, siempre estamos ocupadas, ella con sus tutores y yo con responsabilidades más grandes y las niñas, por cierto.

Solté un quejido en sus labios cuando dejó de estimularme y bajó sus dedos a mi entrada. La acarició por el rededor y volvió a estimularme, para llevar la humedad hasta mi clítoris, haciendo los movimientos más rápidos y placenteros. Mis suspiros escapaban hacia los labios de Lauren, motivo de sus sonrisas en medio de nuestros besos.

Lauren: ¿Estás cómoda? —acarició mi espalda baja con su mano libre

Camila: Si —murmuré contra sus labios, rodeando su cuello con mis brazos, juntando nuestras narices mientras me entregaba una vez más al placer y al amor que mi esposa me daba en estos momentos.

Pero Lauren no detuvo sus movimientos, a pesar de haber llegado, continuó más rápido.

Camila: Bebé...bebé no. —gemí casi en un susurro

Estabamos completamente desnudas y no quería mojar sus piernas directamente.

Lauren: No pasa nada. —movía sus dedos rápidamente de un lado a otro— Solo relájate, amor.

Sus labios y lengua comenzaron a juguetear con mis pezones. Sabía que a Lauren le gustaban mis pechos, al igual que su tamaño, siempre decía que podía besarlos completos sin tanta demora y que su mano era lo suficientemente grande para cubrirlo completo.

Camila: Lolo —gemí a la vez que mi cuerpo temblaba un poco, avisando que faltaba poco para otra oleada de placer—. Ya voy a...ah, bebé

Nos besamos mientras yo tocaba el cielo por segunda vez, sentí como mis flujos resbalaban por mis piernas y caían directamente hacia las de Lauren, simplemente me aferré fuerte a su cuello y ella a mis caderas. Mi respiración agitada y nuestros acelerados latidos eran la melodía que quería escuchar por siempre.

Lauren: Eso fue intenso. —comentó y yo reí

Camila: Te amo tanto— hundí mis manos en su larga cabellera y mis labios en los suyos en un extenso beso, cargado de los sentimientos más hermosos y puros que puede llegar a experimentar una persona completamente enamorada.

Nos quedamos unos minutos abrazadas, mientras yo acariciaba su cabello y ella mi espalda.

Camila: ¿Ya desayunaste? —comenté divertida

Lauren: Recién estoy empezando a desayunar, Camzi —nos pusimos de pie, ella me puso arriba de la gran mesa, hizo a un lado los platos y las tazas y aquellos arreglos florales los dejó no tan lejos mientras me recostaba en la mesa y ella arriba mio.

Camila: Amor, no hagamos esto, es una mesa, tenemos dos camas enormes allá arriba. —acaricié sus mejillas

Lauren: Pero propongo que lo hagamos aquí, me parece interesante, aparte en casa no lo podemos hacer.

Yo simplemente reí, ella abrió mis piernas y se metió entre ellas, haciendo unas de las cosas que mejor sabe hacer Lauren.

Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)Where stories live. Discover now