XIV. Luces Cambiantes

2.9K 264 15
                                    

La mañana se presentaba animada. Todo el mundo andaba ilusionado por la fiesta que tendría lugar al anochecer para celebrar el día de Unda, la Diosa del Agua. Aquella celebración era una de las más importantes para la Nación del Agua, y la ilusión de la gente se podía ver reflejada en sus sonrisas, en el ambiente y en los juegos que los habitantes de Aqua habían organizado con todo su esfuerzo y dedicación. Se podían elegir muchas actividades diferentes que hacer durante el día antes de la caída de la noche: concursos de pesca, tiros a la diana con flechas de hielo, monta de caballos salvajes, concursos de esculturas de hielo, carreras de trineos... Pero sin duda lo más esperado era la gran carrera de obstáculos en canoa. Daba la sensación de que divertirse era lo único que realmente importaba aquel día. No había nada de qué preocuparse.

Por el momento la Nación del Agua seguía siendo el lugar más seguro del Mundo Mágico y a pesar de haber sido atacada en alguna que otra ocasión por parte del Ejército de la Oscuridad, se podía decir que aquellas tierras estaban fuera de los planes de la Emperatriz Oscura, pues ya hacía un par de años que se respiraba tranquilidad y no habían vuelto a sufrir ningún ataque considerable. No obstante, las defensas siempre preferían tenerlas altas por si acaso. Naja era una mujer muy precavida, y si podía evitar una catástrofe reforzando la seguridad de las costas y las aguas, estaba dispuesta a evitarla por todos los medios que le fueran posibles.

Los cuatro jóvenes estaban sorprendidos por lo rápido que habían decorado toda la ciudad; en cada casa había guirnaldas hechas con piñas y las calles se habían adornado con pieles dibujadas y estatuas de hielo. E incluso la gente se había engalanado para la ocasión, vistiendo con sus mejores prendas.

Mientas caminaban observando los decorados, Emma y Kristian se percataron de que cerca de la costa, donde bastantes personas seguían con expectación los preparativos para la carrera de la tarde, se encontraban Naja y Sakari hablando sobre algo que se escapaba a sus oídos. Ambas hermanas se encontraban acompañadas por un gigantesco oso blanco, el mismo oso que se encargó de tirar del carro cuando Emma y Kristian fueron de caza.

—Chicos, venid —dijo Kristian

—Os vamos a presentar a alguien —anunció Emma, esbozando una sonrisa.

Artemisia y Lukas se encogieron de hombros y empezaron a seguir a sus amigos hasta llegar al lado de las dos hermanas. Al verlos, Sakari de inmediato se acercó a Emma y a Kristian, pasando los brazos por los hombros de los chicos.

—Pero mirad a quiénes tenemos aquí —dijo Sakari, riendo con ganas—; a Emma Sangre de Elfo y a Kristian el Impaciente.

—También nos alegramos de verte —respondió Emma.

—¿Por qué no me sorprende que los conozcas? —preguntó Naja, alzando una ceja al ver el carácter de su hermana con los jóvenes.

—Sí, pero seguro que no los conoce a ellos dos —dijo Kristian, deshaciéndose del agarre de Sakari para presentarle a Artemisia y a Lukas—. Sakari, él es Lukas Birch, un tío genial. También es un buen guerrero, y mi mejor amigo.

—Vaya, nunca había visto a nadie con el pelo tan rojo como tú —confesó Sakari, observando al chico.

—Ya lo sé, soy único —respondió Lukas, sonriendo.

—Y ella es Artemisia —anunció Emma, poniéndose detrás de su amiga para agarrarla por los hombros—. Artemisia Diamandis, hija de los reyes Gannicus el León Curioso y Lena Alas de Plata, la princesa heredera del Reino de la Luz, y... —hizo una pausa intentando dar intriga— la salvadora de este mundo, también conocida como la Alpha.

Al escuchar semejante presentación, Sakari palideció todavía más. Su cara de sorprendida hablaba por ella.

—Increíble... —logró pronunciar—. Juro que empezaba a dudar incluso de la existencia de alguien capaz de controlar todos los elementos...

ALPHA || La guardiana de los elementos [#1]On viuen les histories. Descobreix ara