Tu Eres Mi Princesa 3 (Camren)

Cosas raras comienzan a suceder.

En un rato, Camila apareció por la habitación, hizo unos masajes, y vendó su pie con tanto amor y paciencia, que hizo que a mi se me acelerara el corazón de ver como la trataba con tanta dulzura.

Camila: No tiene cara de ser un esguince o algo así, puedes estar tranquila y dar apoyar con cuidado aunque duela, aunque puedes ocupar los bastones si lo prefieres.

Lauren: ¿Es necesario que ocupe los tacones?

Camila: Mmm, no, no es necesario, puedes ir descalza.- yo salí de allí porque no me parecía prudente.

Narra Camila.

Una vez ya abajo, comenzamos a comer, esta vez no había tanta gente, los ministros con sus hijos y esposas, los senadores igualmente acompañados igualmente que los ministros y los chicos...Bueno, si había mucha gente.

Lauren: Me siento un poco nerviosa Camz, hay mucha gente y si alguien me habla sobre algo importante yo no voy a saber que responder.- me susurró desesperada.

Camila: No te sientas nerviosa amor, tu eres más inteligente que todos esos babosos.- reí bajito.- Te quiero.- besé su oreja suavemente, haciendo que montones de flashes golpearan nuestro rostro.

Lauren: Ugh.- rió bajito.

Durante la comida podía ver la cara de aburriemiento de mi pobre Lauren, no estaba acostumbrada aún a estas cosas y la entendía, es como para mi que me dejaran sin internet...O algo así, no soy buena en las comparaciones. Su cara mejoró cuando esto terminó y los invitados se despidieron.

Alex: Bien, eso es todo.- cerró la puerta del palacio, estábamos solos, en familia.

Lauren: Que aburrido es todo esto.- tiró los bastones.- Mira, aquella crema hizo bien.- señaló su sonriente.- Ya no duele tanto, pero es molesto.

Camila: Ya va a pasar, solo cayó mucho peso en tu tobillo.- le pasé los bastones a Alex.- ¿Quieres ir a dormir la siesta?

Lauren: Me parece bien.- sonrió un tanto picarona.

Era un gran día, ya que aparte del desfile, se celebraba ya un año desde que Ally y Troy se casaron, habían ido a dar una vuelta junto a Keana, Alexa y las bebés, espero que las cuiden bien ese par de babosas.

Camila: ¿Me ayudas amor?.- le di la espalda para que me ayudara con el vestido.

Lauren: Claro.- lo levantó desde mi trasero hasta sacarlo por mi cabeza.- Estas casi desnuda, sin vergüenza.- me palmeó el trasero.

Camila: ¡Oye!.- tapé mis pechos con las manos.- Tu eres la sinvergüenza que anda mirando mi virginal cuerpo descaradamente por la vida.- acusé y ella rió.

Lauren: Tu no eres virgen y no son una sin vergüenza.- comenzó a desvestirse.

Me puse una polera vieja y me acosté arriba de la cama, justo donde llegaba el sol.

Lauren: ¿Ya duermes?.- rió, acostándose a mi lado, besando mi hombro y mi cuello, lentamente colocándose arriba de mi.

Camila: No Lauren.- puse junté nuestras manos, golpeando nuestras palmas levemente.

Lauren: No pienso hacer nada.-  besó mi mentón y mis labios.- Lo prometo, esperaré.- asentí sonrojada mientras mi mano hacía presión en su nuca, para que nuestros labios se encontraran nuevamente.

No negaré que me hubiese encantado seguir allí mismo, pero no estábamos solas y acabábamos de almorzar así que probablemente me hubiesen entrado ganas de vomitar en el acto.

Lauren estaba a mi lado, durmiendo con sus brazos alrededor de mi cuerpo, sus dedos cada vez se movían más levemente en el dorso de mi mano, para pronto cesar con la caricia, indicando que ya estaba más que dormida. Poco a poco, mis ojos se fueron cerrando al escuchar su respiración y sus lentos latidos del corazón.