80. Final.

470 46 8
                                    

Carlos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Carlos

—Esperen, esperen. No entiendo, ¿cómo que terminaron? —pregunta Lex, mientras Amelia está en su habitación recogiendo sus cosas. Le insistí que se quedara aquí, pero ella prefirió irse con Sheila por unas semanas mientras conseguía un nuevo alquiler—. ¿Por qué? Si todo iba tan bien, si ustedes se aman.

—Hija, que no estemos juntos no le resta valor a nuestro amor. Es solo que comprendimos que en un futuro no estaremos en las mismas etapas.

—En un futuro, ¿y por qué terminan ahora? —pregunta, sus ojos llenándose de lágrimas.

—Porque si seguimos juntos, cuando llegue el momento va a doler el triple —le explico. Ella me mira, el labio inferior sobresaliendo y temblando por el llanto que está contenido y yo restriego mi rostro con las manos—. Sé que muchas personas no lo entenderían, pero esta es una decisión que se debe tomar con mucha madurez y... en este caso ella tuvo más lucidez que yo.

—¿Y entonces ya no la veremos más? ¿Qué sucederá con el negocio? ¿Y con Sunny? —pregunta Lex, negando con la cabeza.

—Por supuesto que la seguirán viendo y seguirá en el negocio el tiempo que así lo desee. Amelia estará trabajando de forma virtual por un tiempo, pues decidimos mantenernos alejados para sobrellevar esta decisión. Y Sunny estará con nosotros los días que Val se quede también —respondo—. Uhm, incluso Amelia quiere que vayas a la feria del libro en Madrid con ella.

Alexa parpadea, supongo que tratando de entender la decisión que tomamos y afirma con lentitud. Luego, se endereza en su lugar y se limpia las lágrimas rebeldes que mojaron sus mejillas y me mira, ladeando la cabeza.

—¿Estás bien? —inquiere. Mis hombros se hunden ante su pregunta y suelto un largo suspiro.

—Lo estaré. Ambos lo estaremos. Seguro en un futuro podremos ser... amigos —murmuro la última palabra, sintiéndola un poco amarga en mi boca.

Amelia carraspea, arrastrando un par de maletas fuera de su habitación. Junta sus manos al frente y tuerce un poco la boca, sin poder mirarme por mucho tiempo a la cara.

—Ya tengo todo —susurra, su voz un poco congestionada debido a todo lo que ha estado llorando desde que hablamos en mi oficina—. El resto de cosas pesadas las buscaré cuando consiga un lugar.

—Está bien —respondo y carraspeo—. ¿Te ayudo?

—No, gracias. Sheila está afuera y me ayudará a bajar las cosas al departamento —responde y mira a Lex—. ¿Vas a pensarte lo de venir conmigo a España o...?

—¿O qué? —pregunta Lex, frunciendo el ceño. Amelia desvía la mirada, haciendo una mueca y mi hija parece entender algo que yo no—. Oh, no, no. No, Am. No dejaremos de ser amigas, ni te tengo ningún resentimiento porque ya no estén juntos. Lo juro. Te adoro y siempre será así. Papá me explicó por qué decidieron acabar su relación y lo iré asimilando con los días, pero no dejaré de ser tu amiga por esto.

Somos fugaces | Autoconclusiva.Where stories live. Discover now