Capítulo 59- Especial

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POV Juliana

Llegué a mi casa sintiendo un frío demasiado intenso, que se apoderó de mi cuerpo. Al parecer estaba vacío el lugar, por lo que subí a mi habitación agradecida por no tener que dar explicaciones de mi estado.

Ya en el baño, situé mi mano sobre el lavado viendo las gotas de sangre caer lentamente. Rojo. Un color que simbolizaba el amor para el mundo y la ironía resultaba ser que de igual forma representaba la ira. O quizás no era tan mordaz, sino algo totalmente cierto. Porque sí que pasé del amor a la ira.

Continue contando las gotas de sangre que seguían cayendo, parecía exigir mi atención absoluta. Algo que le di, para dejar de pensar en labios recorriendo la piel que besaba por las mañanas.

Y ¿si simplemente dejaba que la sangre siguiera saliendo hasta acabarse?

Parecía una buena opción, así acabaría de sentirme así. Usada, traicionada, culpable, infeliz. El dolor interno carcomía, porque el externo pasaba desapercibido. Seguía sin ser capaz de entender, porque mi mano se sentía normal.

Deberías intervenir Juliana.

Entrecerré los ojos para enfocar mejor, ya estaba comenzando a marearme. Eso era malo. Me sostuve del lavabo para impedir caerme. Mamá iba a enojarse mucho si me veía así. Bufé con la energía que me quedaba, antes de tomar la decisión de lavar mi mano con sumo cuidado. La sangre coagulada se pegó a mi piel y el jabón ardía lo mismo que mis ojos. Saque mi botiquín para hacer lo debido. Extraje los fragmentos de vidrio uno por uno con unas pinzas. Milagrosamente ninguno perforó más de lo debido.

Terminando de vendarme, procedí a empacar algunos documentos de importancia y ropa. La del coche era insuficiente. Me sumergí en la tarea hasta que alguien tocó mi puerta.

"¿Juli?" la voz de Ivana atravesó mi puerta "¿eres tú?"

Debatí mis opciones, ya que mi plan consistía en llegar, empacar e irme. Hablar con otra persona resultaba inapropiado. Pero si me quedaba sin responder se armaría un alboroto, podrían pensar que un ladrón entró.

Nuevos toques resonaron.

"Si soy yo" soné ronca, carraspeé para volver a repetir "si soy yo Ivana."

"Oh gracias al cielo" el alivio fue evidente "escuché unos ruidos que me espantaron, estaba a punto de llamar a la policía."

Bingo.

"No te preocupes" abrí un poco la puerta para vernos "¿ya cenaste?"

"La verdad no, dormía una siesta" el rubor se extendió por sus mejillas "hasta que desperté asustada por los ruidos."

"Lo lamento" respondí un poco seca "¿por qué no pides delivery? Te alcanzo en la cocina para cenar, ya que estamos nosotras dos nada más."

"¿Pasa algo Juliana?" Ivana me escudriñaba atenta.

"No, solo debo terminar de mandar un email y listo" me excusé pobremente "¿dónde están las demás?"

"Cami con Lauren, Lexa fue a resolver un caso me parece, Reni fue al hotel donde se hospedan sus padres y Mir salió a cenar con tus abuelos" respondió recitándome la respuesta, asentí porque concordaba con lo que sabía y se despidió alegre "pediré la comida."

Cerré la puerta para terminar lo mío. Necesitaba irme pronto de aquí.

Bajé un rato después a la cocina, allí ajena a mi mirada, observé el perfil de Ivana que tarareaba una canción y escribía en su celular. La cena reposaba a un lado. Parecía muy despreocupada, incluso rejuvenecida. Una nueva Ivana se había mostrado al mudarse con nosotras.

Cuando te vasWhere stories live. Discover now