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Al fin los últimos días de clases para disfrutar de las merecidas vacaciones, el ambiente ligero volvía felices a todos, incluidos los profesores. Algo que apreciábamos mucho, más en los doctores que destacaban por ser tan estrictos como Miranda.
"Como les dijimos el mes pasado, los ganadores en la expo- ciencia conseguirían un premio" la doctora Mora casi flotaba de alegría, para mis compañeros pasaba algo desapercibido, no para mí "sin mucho preámbulos, recibirán lo concordado...los que ocuparon algún lugar en el pódium se libran de todos sus parciales."
"¡Siiiii!" gritaron algunos por semejante noticia, los que no participaron o no ganaron solo bufaron.
"Así que por ello, se les dará una semana extra de vacaciones a los ganadores. Ya que los parciales se van a aplicar desde el primer día de regreso a clases, al igual que los exámenes de recuperación del semestre" ahí estaba la maliciosa Miranda, por supuesto esa declaración causo mucho descontento que a mí me daba igual porque salí beneficiada "sin más noticias que dar, podemos iniciar con la clase."
Se distinguía el ambiente navideño desde que inicio el mes decembrino, con las decoraciones en las diferentes áreas de la universidad, incluido un árbol gigante de navidad que no se salvó de que capturáramos fotos individuales o en grupo de parte de casi todo el mundo. ¡Debía hacerlo al ser mi primer año universitario! Apenas lográbamos disfrutarlo debido a la paz obtenida de ser libres de pendientes universitarios.
Como ya acostumbraba ingrese a la biblioteca, salude a la señora Amy que me saludo contenta usando ese suéter navideño verde con rojo con un enorme muñeco de nieve que encendía lucecitas, me ofreció las llaves del salón que ocupábamos generalmente sin decir ni una sola palabra mientras yo depositaba para ella un enorme vaso de café junto a una caja de regalo, de parte de todos, sobre el mostrador. Camine tarareando una canción, ya con mis libros en mis brazos. Solo debía esperar a los demás para la "sesión de estudio" y es que sin vergüenza alguna, admito que nos aprovechábamos de ciertos derechos adquiridos a lo largo del semestre gracias a los doctores Miranda y Williams, así como a Juliana y Renata, sin contar la barba que aprendimos a hacerle a la bibliotecaria para aprovechar los salones para dormir o tener un espacio propio donde perder el tiempo de vez en cuando.
El salón que casi (mejor dicho) nos pertenecía era el último del pasillo, valía toda la pena del mundo caminar hasta él, mis pasos resonando por todo el lugar debido a que no rondaba ni un alma.
"Val, me da gusto saludarte" Claudia se apareció saliendo de entre unos libreros, sosteniendo un maletín en una mano, su celular en la otra. Llamó mi atención verla vestida con un pijama quirúrgica de ositos. "Durante la semana fue imposible verte, hasta creí que era mentira que estudiábamos en la misma uni" intentó bromear.
"Claudia" agite mi mano "pues ya ves que si estudio aquí, supongo que como he andado de un lado a otro para dejar todo bien organizado antes de las vacaciones he quitado la oportunidad de que me veas" la verdad es que la estuve evadiendo cada que la divisaba, un dato que me guardaría.
"Por un momento creí que me evitabas, considerando como cuando llegaba a un lugar de pronto te ibas casi corriendo" introdujo sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón, colocando ese semblante de fanfarronería que relacionaba con ella fácilmente.
"Bueno, supongo que pura casualidad" lo aceptaba, quería correr de la vergüenza de verme descubierta "no existen motivos para querer poner distancia contigo."
"¿Será que es eso?"
"Soy de primer año Claudia, tú ya vas casi de salida. Tengo muchas más cosas que hacer" intenté poner de pretexto.
