"Valen ¿Qué haces aquí? Vamos a seguir la fiesta" sentí una mano agarrarme del brazo para meterme de nuevo a la zona de la fiesta, escuchaba claramente la voz, algo simplemente no permitía que reconociera quien era. Me deje llevar sin chistar, mi hámster estaba al mil por hora, logrando que atara los cabos que andaban sueltos en mi mente desde hace ya unos días, es que ya no podía estar más claro el asunto.
Detecté donde estaban Maye e Ivana, ya no éramos muchos así que quedarse resultaba en realidad una pérdida de tiempo, pensándolo bien siempre lo fue, por un momento creí que algo bueno había salido de ella, estaba más que equivocada. Ya me quería ir a la casa a descansar, me sentía bastante desanimada, es mejor conocer la verdad sin duda alguna, eso no quita que duelan.
"Hey Vale, ¿ya nos vamos?" era Ivi, se veía muy feliz mientras se situaba a mi lado.
"Yo diría que es lo conveniente."
"Excelente, voy por Maye y listo."
"Deja le habló a Alirio para que venga por nosotras" contesté mientras sacaba mi celular.
"No, yo traje coche y promesa de BFF que no tomé más que dos copas de vino" puso su mano sobre su corazón para enseñarme que hablaba en serio.
"Bueno, te espero."
Se alejo para separar a Maye de los brazos de un tipo que literal, se la estaba comiendo a besos, si estaba muy pasada de copas. La correcta Maye era así, dejaba de lado sus modales cuando estaba alcoholizada, Ivana y yo concluimos que solo era feliz en ese estado, podía hacer todo lo que le viniera en gana, sin catalogarlo como pecado o incorrecto, desgraciadamente no sucedía muy seguido.
Yo estuve achispada al inicio de la fiesta, en ese momento me sentía más lucida que nunca. Se me acababa de presentar algo tan revelador, de dimensiones monumentales frente a mis narices, algo que olía a secretos muy bien guardados.
Habíamos perdido de vista a los chicos, Lucho sabía que no regresaría con él por quedar con las niñas, quería avisarle que me iría, más porque no me constaba como se hallaba si había mezclado todo lo que encontraba a su paso.
No pude localizarlo por ninguna parte.
Me cansé de buscarlo, por lo que mejor encontré a su papá, le avise que me iba, que Lucho andaba muy tomado y no sabía dónde estaba. El señor Manuel me indico que estaba bien que le dijera las cosas, que él se encargaría de su hijo, que esperaba verme más seguido. No parecía molesto a pesar de que tuve que insinuarle que creía que había consumido algo más que alcohol, ni siquiera pareció importarle, siendo Lucho hijo único era demasiado consentido.
Ivana me marcó para indicarme que ya se encontraba en la entrada esperando por mí, acelere el paso hasta subir al coche.
"¡Tinaaaaaaaaa!" exclamó Maye en cuanto me vio, se encontraba desparramada en los asientos traseros, los ojitos brillosos y una sonrisa bastante risueña.
"¿Whats up Maye?" de cierta manera verla así me daba ternura.
"¿No fue hip esta una hip fiesta increíble?" con trabajo podía mantener su cabeza erguida para llevar la conversación, sumado a los continuos hipidos era bastante gracioso.
"Si, claro que lo fue..." ojalá opinara eso.
"Creo que hip me enamore hip de Edgar, es taaaan hip lindoooooo" con voz infantil dijo, ahora la mitad de su cuerpo estaba casi en el suelo del coche.
"Seguramente si amiga, ahora recuéstate" indico Iv con voz de mando, Maye cerró la boca y obedeció.
Hicimos todo lo posible para no hacer tanto ruido en mi casa, pero Mayela era una niña en toda la extensión de la palabra, por lo que llevarla a mi habitación, desvestirla para ponerle algo cómodo y acostarla fue todo un suplicio, que equivalía a dos lámparas rotas, varios cuadros descolgados más lo que claramente no podía faltar, un excesivo número de trompicones.
