Capítulo 55

1.1K 160 12
                                    

"Sea lo que sea que pasó, arréglalo. Y más te vale ser sincera cuando regreses, más si es relacionado a tu noviazgo con Juliana."

Mi mente explotó en ese preciso instante.

¿Eva sabía que Juliana y yo éramos novias?

Escuché las palabras de mi hermana y me estremecí.

"¿Sabes?" detuve mis pasos para ver las reacciones en su rostro, mi corazón acelerándose a mil por hora, las manos me sudaban "¿desde cuándo?"

"Desde siempre Valentina" respondió mirándose las uñas, como si lo que estaba diciendo fuera cualquier cosa "te diré lo mismo que a mi cuñada, ser sutiles no es fortaleza de ninguna de las dos."

Eva sabía.

"Nunca dijiste nada" observé tratando de recordar alguna indirecta de su parte o algo de ese estilo, pero realmente Eva nunca mencionó nada. "Ni mostraste estar al tanto."

"¿Tenía que hacerlo?" Eva ladeo la cabeza confundida "hasta donde sé es tu relación y por lo tanto, no tenía por qué meterme en ella."

"Yo..." callé de inmediato ante lo que dijo. Las palabras me faltaban ante la honestidad tan palpable en mi hermana, en general podía saber cuándo mentía.

Estaba siendo brutalmente honesta.

Sus respuestas dejaban en claro que llevaba tiempo sabiendo, que poco le importaba que anduviera con una mujer, que respetaba mi decisión y que me apoyaba. ¿Por qué no hablé con mi hermana antes?

"Mira, sé que tienes preguntas" agregó ante mi silencio "pero lo mejor es que te vayas a solucionar los problemas que tengas y por los que estabas muy apurada. Y dada la sucesión de hechos supongo que tiene que ver con Juli. Después podremos platicar largo y tendido."

Asentí porque ni siquiera sabía que decirle, sin contar que saber que Eva me apoyaba solo hizo que el dolor y la ansiedad por lo que paso, aumentara a grados estratosféricos. Mi prioridad era otra sin duda alguna. Troté hasta estar dentro del coche, pensando en lo que haría y diría cuando pudiera encontrar a Juliana. Intenté marcarle al celular, pero me mandaba de inmediato a buzón.

"Dios, ¿cómo sucedió esto?" murmuré, saliendo del área residencial. Realmente sabes cómo fue que sucedió Valentina. Por estúpida. "¡Soy una gran, gran idiota!"

Por supuesto que Juliana vio lo que Lucho y yo estábamos haciendo. El tiempo transcurrido entre nuestra platica, la decisión de ir a mi habitación y cuando decidimos detenernos fue poco.

Lo suficiente, para destrozar el corazón de Juliana.

"¡¿Que hice maldita sea?!" golpeé el volante repetidas veces con tanta fuerza que las palmas de las manos me ardían. Un nudo se instaló en mi garganta, pero me obligue a tragármelo. Igual que hice con las lágrimas que amenazaban con salir. Necesitaba apurarme, para ello requería mi concentración absoluta.

¿Dónde podría estar Juliana? Si, ¿dónde estaría después de ver a su novia estar con otro chico?

Sacudí la cabeza, ese tipo de pensamiento aunque ciertos, eran totalmente innecesarios ahora mismo. Medité un poco la respuesta, antes de pisar hasta el fondo el acelerador. Sabia cual debía ser mi primera parada.

Frené duramente ya estando cerca del portón de la casa de Juls, bajé e intenté entrar.

Cerrado.

Vi que los autos que ya reconocía de Ivana, Camila, Juliana y Miranda no estaban. Tampoco la moto de Lexa. ¿Ahora qué? Piensa rápido Valentina. ¡Los abuelos de Juls! Ni siquiera miré mi auto, para correr el resto de la calle hasta la mansión Mora.

Cuando te vasOnde as histórias ganham vida. Descobre agora