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"Sigo sin creer que Lucho haya llegado a tanto" Ivana apretaba una de mis almohadas con sus manos "es que si lo tuviera enfrente, ten por seguro que no permitiría que tuviera descendencia."
"No entiendo que paso Iv" la escena se recreaba en mi cabeza una y otra vez "cuando terminamos fue muy específico, dijo que conoció a otra persona pero ese día me reclamó como suya" me daba escalofríos pensar en todo ello.
"Ni lo menciones, porque me dan ganas de ir a su casa a arrancarle las bo..." abrí los ojos como platos, al escuchar a mi amiga.
"¡Ivana!" grite un poco nerviosa.
"No dije nada, no dije nada" se excusó ella, lo único que evitaba que tomara las cosas entre sus manos era que se le habían adelantado "me alegra que tus padres fueran a hablar con los Valencia, son tan creídos y mira al tipo de hijo que tienen."
"Lucho la va a pasar mal, sus padres lo van a mandar a un lugar de rehabilitación, cruzó los dedos porque el mejore" sigo siendo la tonta preocupada por él "además fue expulsado de una de las mejores universidades del país... tiene el expediente manchado de por vida."
"Como si eso importara" bufó mi amiga "no hay nada que el dinerito no pueda solucionar."
"Al menos en la uni ya no volverán a aceptarlo o eso fue lo que dijo el director" la junta escolar fue muy contundente con eso.
"Existen muchas universidades Valen, eso es lo de menos" Ivana buscó su celular "¿viste en el grupo que mencionaron lo que pasó? Nadie puede tener una vida privada al parecer."
"Era de suponerse Iv, una cosa como esa no se queda guardada mucho tiempo" me resigné "al menos no dijeron que fue culpa mía los que ocurrió."
"Cierto, por lo menos. Agradezco al cielo que Juliana llegará a salvarte el trasero, no imagino el miedo que sentiste durante todo eso" la carita triste de mi amiga no pasó desapercibida.
"Créeme que yo también le agradezco al universo por ello" sentí un aleteo en el estómago al pensar en Juls "mis padres no tienen ni idea de cómo pagarle lo que hizo. Por otro lado, no es como que ella quiera que le paguen, ya te imaginaras."
"No esperaba menos, cuando la conocí en la fiesta me quedo claro que es una buena chica."
"Si que lo es" le aseguré "mañana viene con Miranda a almorzar, eso fue lo único que aceptaron de parte de mi familia para compensar todo."
"¿No puedo venir también?" suplicó Iv. Chismosita.
"Si puedes" porque yo no era nadie para negárselo "ahora cuéntame cómo vas en la escuela, porque no tengo ni idea."
"Mis días son aburridos a diferencia de los tuyos" jugó conmigo.
"No lo dudo" concordé, le hice señas para que me siguiera. Mejor terminar el día nadando en la piscina, porque merecía relajarme después de todo.
La mañana del domingo pasó volando con mi mamá dando órdenes para tener listo para cuando llegarán Miranda y Juliana. Por un momento me recordó al demonio de Tasmania, dando vueltas por todos lados, buscando la perfección. No tenía mejor forma de expresar su agradecimiento que esa.
Para sorpresa mía, Miranda y Juliana llegaron acompañadas de Renata, lo que volvió más amena la comida. Todo salió perfecto, Juliana me alzó un pulgar al terminar de presentarle a los miembros de mi familia que no conocía, en alusión a las cartas que le di.
El tiempo paso tan rápido que también se quedaron a cenar, por un momento los adultos se fueron a beber unas copas de vino, dejándonos a las más jóvenes en nuestras cosas. Al finalizar la noche, Ivana se volvió amiga de ambas chicas, quedando todas en algún momento salir a divertirnos. Juliana por otro lado, se ofreció a darnos tutorías a mí junto a Lau y Sofi, por los exámenes. Lo que significaba que nos veríamos todos los días. Los sueños se hacen realidad.
