Capítulo 8

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El resto del mes pasó como dije sin mayores complicaciones, las clases de la doctora Mora no eran tan pesadas como me habían hecho creer, en realidad ninguna lo era.

Juliana y yo no habíamos interactuado mucho, solo mensajes que a veces parecían demasiado sosos. No era culpa de ninguna, ambas estábamos entregándonos al 100% a la universidad y el estudio. Eso en algún momento ocasiono como un apagón de energía en mí, debía aceptar que Juliana me llenaba de ánimo.

Juliana, Juliana, Juliana.

No podía dejar de pensar en ella a pesar de todo, aunque no tuviera contacto alguno. Estaba siempre en mi mente. Y sentía como maripositas en el estómago revoloteando cuando mi cuerpo sentía su presencia aún en la lejanía. En mi mente se guardaba la idea que de que quería tener el tiempo para conocerla, salir a platicar con ella, saber sobre su familia y contarle yo de la mía, en donde vive y todo lo que se pudiera. Quería conocer TODO de ella, pero a como veo las cosas me quedare con todas esas dudas.

Era al fin el último día de la semana, lo que equivalía a descansar largo y tendido en mi casa. Al concluir la magnífica clase de bioquímica sobre el famoso y poco entendido pero muy odiado ciclo de Krebs, el Dr. Hernández me hizo señas de que esperar un momento antes de retirarme a lo que hice caso.

"Valentina, acércate por favor" habló el doctor.

"Dígame profe."

"Valen, te he estado observando durante toda la clase y parecías algo dispersa. ¿Te encuentras bien?" podía ver a través de sus grandes gafas el color café de sus ojos, que en ese instante me decían que en realidad si estaba preocupado.

"Nada doctor, solo estoy algo preocupada por cosas sin importancia" respondí un poco cabizbaja. Si supiera.

"Si son cosas sin importancia ¿por qué te preocupan?" ese era un buen punto.

"Es que la próxima semana deberían inician las prácticas hospitalarias..." no pude evitar soltar un suspiro "y- yo no he sido aceptada en ningún lugar, he ido a preguntar a la coordinación, la única respuesta disponible ha sido: seguimos esperando respuesta. Eso me tiene con las manos tirando de mi cabello todos los días" sollocé, era la primera persona a la que le contaba ese detalle, ni mi familia sabía que era un fracaso que no conseguía donde realizar sus prácticas.

"Las recompensas son para los que esperan Valen" dijo el doctor tranquilamente. "No debes de preocuparte, si te dijeron que siguen esperando respuesta es porque así es, en sí no te han rechazado, a veces eso ocurre cuando dos o más hospitales están interesados en un mismo alumno."

"Oh, ¿es así?" tal vez eso ocurría, por ello seguía sin saber nada. Era mi última esperanza.

"Sí, ha ocurrido. Así que relájate, respira y no te quites el cabello por favor que lo tienes precioso, no has hecho nada mal. Ya verás que pronto tendrás noticias." Me guiño el ojo y me empujo cordialmente para que iniciara mi camino. "Es hora de irnos."

Salí al estacionamiento, había estado utilizando mi coche con más frecuencia, ya no tenía un horario fijo debido a mis sesiones de estudio y no quería molestar a Alirio con mis cambios de planes tan frecuentes.

Ya estando a escasos pasos de mi coche, alguien me toma del brazo bruscamente y hace que me detenga.

"¿Lucho?" ya llevaba más de una semana que de plano solo lo veía en las clases que compartíamos, fuera de eso nuestra comunicación era escasa y cortante.

"Al fin amor, llevas casi todo el mes evitándome, no respondes mis llamadas y con trabajo lo haces con los mensajes. Valentina, ¿Qué sucede?" mantenía un tono de voz modulado, a pesar de ello yo era consciente de que la realidad era otra.

Cuando te vasWhere stories live. Discover now