Capítulo 27

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Continúa memoria...

Se encontraban ya todos en el juzgado, los abogados de ambas familias listos para defender el caso, el juez supremo acompañado de un jurado, un par de intérpretes de ser necesarios, los reporteros y algo de público, conformado por empresarios más que nada.

Iban dos horas intensas de juicio, el primer punto en tratarse fue sobre la veracidad de que Juliana fuera hija de Macario Valdés. Situación que se confirmó pronto debido a las pruebas de ADN. Sin más rodeo, lo que concernía en realidad, saber quién se quedaría con ella.

Aunque debatieron mucho dejarla con los Bernard, por ser familia directa, el testamento de Macario dictaminaba que su hija debía quedarse bajo la custodia de una persona que velara por sus intereses y cuidara de su hija como propia. Ese punto, fue el que permitió que Miranda pudiera mantener la esperanza.

El ambiente acalorado solo incrementaba los nervios de todos, ninguno de los abogados dejaban cabos sueltos, buscando convencer al juez y jurado que escuchaban atentos los argumentos. Pasaron todos los testigos disponibles, solo faltaba uno más.

"Que pase al estrado la señorita Miranda Mora" llamó alguien.

A Miranda le temblaba el cuerpo entero, solo que este momento, lo que dijera allí arriba marcaría la diferencia.

"¿Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?" un policía le decía.

"Lo juro" tomó asiento esperando paciente lo que estaba por venir.

"Señorita Miranda ¿por qué llevo a Juliana a su casa en vez de reportar en algún centro de niños abandonados, casa hogar o llamar a una ambulancia?" el abogado de los Bernard era el primero en preguntar.

"Soy doctora, cuando la vi en aquellas condiciones, sabía que necesitaba salvarla. De haberla llevado a alguno de los centros de apoyo hubieran tardado demasiado en atenderla al igual que haber llamado a la ambulancia, el estado de Juli era crítico" Miranda quería sonar segura, pero estaba dudando de que pudiera hacerlo por mucho tiempo.

"¿No pensó en algún momento de que llevar a Juliana Valdés a su casa pudiera haberle ocasionado la muerte? Hasta donde se sabe su domicilio es privado, no es hospital ni consultorio por lo que de haberse puesto más grave la niña, no hubiera podido atenderla" la voz del abogado era filosa, sabía a lo que iba: a ganar.

Un asentimiento general lleno la sala, lo que suponía que significaba que el abogado tenía razón.

"Yo lo pensé, a pesar de ello sabía que podía hacer más en mi casa, que de haber tomado alguna otra opción" no se iba a dejar doblegar tan fácil, aunque llevara las de perder aparentemente.

"Para ser doctora señorita Miranda, parece que se le nubló el juicio..."

"Objeción señoría" esta vez el que hablaba era su abogado, Miguel Cabello.

"Ha lugar, abogado Apraiz sino tiene más preguntas..." dictaminó el juez.

"Lo siento señoría, si tengo más preguntas."

"Continúe entonces" el juez parecía molesto, no podía dejarse guiar por eso.

"Señorita Miranda, ¿por qué tardo tanto en localizar a alguna familia e informar de la vida de Juliana?" Apraiz quería ser implacable, seguía conteniéndose o el juez le quitaría el beneficio de cuestionar.

"Bueno, cuando encontré a Juli no tenía idea de quien era, estuve haciendo investigaciones, pero no sabíamos nada, ni su apellido ni fecha de cumpleaños exacta, sin esa información avanzar era complicado. Cuando las investigaciones dieron resultados nos comunicamos de inmediato con la familia que existe en México, ellos no quisieron entrar en una pelea legal."

Cuando te vasWhere stories live. Discover now