Capítulo 18

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"La junta escolar ha decidido lo siguiente, la alumna Valdés será suspendida por dos semanas debido a los actos de violencia cometidos. Aunque conocemos la razón y valoramos el que haya salvado a otra alumna de una situación que podría ser muy diferente en estos momentos, no podemos justificar los extremos a los que se llegó" el director Griffin anunció con sus facciones muy serias, el resto de la junta asentía ante las palabras emitidas "además conociendo el tipo de estudiante que es y el esfuerzo que siempre hace en todas las áreas que ocupa en la universidad, aunado a que ha mantenido el nombre de la universidad en alto durante su estadía, se decidió reducir el castigo a lo actual."

"Señorita Valdés, debe saber que nos duele mucho tener que tomar esta decisión. Usted conoce muy bien el reglamento, una situación así merecería la expulsión total. Hemos valorado todos los puntos, sabemos que lo hizo por proteger a la señorita Carvajal, que de la misma manera fue agraviada por el descontrol del señor Valencia" una señora que nunca había visto hablaba, sus palabras en realidad sonaban a una disculpa, explicando el proceso para llegar a este punto.

"Eso sería todo, pueden retirarse" el director Griffin anunció, todas las personas comenzaron a levantarse para dejar la sala vacía.

"Vamos hija" papá me tomó del codo del brazo sano, para llevarme hasta la salida. Toda la mañana dedicada a una junta inútil, por un tipo tonto que no supo medirse. Era fin de semana, sábado para ser más específicos, los días que uno esperaba con ansiedad durante la semana para descansar o relajarse en familia, solo que este no era el caso. No después de lo ocurrido solo un día antes.

Viernes por la mañana, campus universitario.

Caminé a mi casillero para dejar algunos libros que no necesitaba durante el resto del día y tomar otros, todo estaba demasiado silencioso, así había sido durante la semana. Se podía sentir la tensión general ante la expectativa de todos por los exámenes, por lo general el espacio que parecía hervir en bullicio ahora era lugar de pura calma, sorprendente.

Las chicas y yo nos pasábamos horas enteras estudiando en la biblioteca o en el departamento de Sofi, solo nosotras tres o con compañeros añadidos. Algunas veces aprovechando la ayuda del Dr. Williams que me daba con Juliana, solíamos verlo muy seguido por lo que nos hacía el favor de explicarnos temas que no entendiéramos, fueran o no sobre su materia. Ya teníamos planeado explotar nuestro cerebro todo el fin de semana en casa del doctor, quien amablemente nos invitó con la promesa de que recibiríamos mucha ayuda extra.

La sorpresa me inundo en cuanto abrí la puertecilla de mi casillero, un sobre blanco con una caligrafía clara y elegante, reposaba sobre todas las cosas. Mis manos temblaron un poco debido a la emoción, conocía esa letra después de verla tantas veces en las notas médicas.

Chica de los ojos de océano:

Recuerdo aquel día, Renata practicaba un poco con la pelota cuando por la emoción le dio un golpe con mucha fuerza, ambas conocemos en que termino aquello. ¿Dirías que conocernos fue un accidente? Tal vez lo fue, aunque debo añadir que fue uno agradable. Cuando tus ojos conectaron con los míos, no supe si de un momento a otro estaba soñando con el cielo más resplandeciente o en su caso, con el mar más precioso sobre la faz de la Tierra.

Tienes razón en que no podemos hacer como nada ha pasado entre nosotras, así que si, debemos esmerarnos por hacer las cosas bien. Yo también quiero conocer tu historia Val, ¿qué tan bien se llevan tu hermano y tú, como para seguir haciendo travesuras juntos? ¿Tú hermana da tanto miedo a cómo describes? ¿Por qué amas tanto el café? ¿Realmente has probado los mejores chilaquiles del universo? ¿Sabías que también amo esa combinación de palomitas con queso?

Cuando te vasWhere stories live. Discover now