Capítulo 38

1.6K 168 10
                                    

La mañana llegó demasiado rápido para mi gusto, pero me sentía muy feliz. Toda la noche dormida entre los brazos de Juliana me hacían sentir totalmente protegida. Mi cabeza descansaba sobre su pecho, mi mano sobre su cintura entrelazada a su mano más cercana. El calor que despedía su piel desnuda, provocaba que las ganas de levantarme salieran despedidas. Al abrir mis ojos para verla, descubrí que ya estaba siendo observada.

"Buenos días" solté al percatarme de que mi novia yacía despierta a mi lado "¿dormiste bien?"

"Sí" respondió con un semblante lleno de paz "mejor que nunca debo decir. Apenas tiene un par de minutos que desperté."

"Lo mismo digo" me estire un poco, ocasionando que la sabana se deslizara, dejando al descubierto mi pecho "una magnifica última noche de vacaciones."

"Me alegra saberlo" agarró la sabana para colocarla de forma que me cubriera de nuevo. Tan tierna. "¿Te sientes bien?"

"Perfecta" coloqué un beso en su barbilla "no te preocupes por nada. Te amo."

"También te amo" respondió cariñosa "ya casi es mediodía, hora del check out."

"No quiero irme" me aferré más fuerte a su cálido cuerpo.

"Ni yo" suspiró con tristeza "pero en esta ocasión debemos manejar casi directo a casa, será un camino largo y muy pesado."

"Está bien" me rendí, después de todo debíamos llegar a casa si o si "habrá que guardar las cosas."

"Me duchare mientras."

Está de más decir que en realidad si salimos después del check out, Juliana tuvo que pagar un agregado por ello. Pero disfrute cada segundo que logré que tardáramos, ignoraba si debido a todo el tiempo que imagine el momento en que ocurriría lo que tanto se atrasó o a las ansias, pero sinceramente no quería separarme de ella.

Entre paradas fuimos recogiendo a las chicas y avanzando a casa, el trayecto sí que fue fastidioso. Nos detuvimos a descansar en un hotelito a medianoche, ni supe en donde la neta, dormimos lo necesario y continuamos sin detenernos más. Para mediodía del domingo, fui la última en ser entregada en mi hogar.

"Envíame mensaje cuando llegues" pedí a mi novia por decimocuarta ocasión, bajábamos las maletas de la cajuela.

"Si señora" hizo un saludo estilo militar "será lo primero que haré... mmm, puede que después de saludar a mamá mejor."

"Saludas a Miranda de mi parte. Nos vemos mañana en la uni" nos despedimos con palabras cariñosas, me quede viendo como atravesaba el portón de entrada.

"Debes contarnos todo" fue lo primero que mamá me dijo en cuanto crucé el umbral de la puerta "quiero detalles, muchos."

Nunca te daré los detalles, al menos los de anoche se quedarían guardados en mi corazón y en mi mente.

"Te va a encantar saber todo lo que hicimos ma" respondí alegre, afortunadamente ya tenía en mi celular un álbum de fotos para mostrar, aptas para todo el público "los lugares que visitamos, lo que comimos, donde nos hospedamos."

"La verdad creía que vendrías más bronceada parasito" Eva hizo su aparición estelar "sigues tan pálida como de costumbre."

"Igual me alegra verte hermana, te extrañe tanto" dije sarcástica "al menos yo si salgo a la playa."

"¿Por qué querría ir a llenarme de arena el cuerpo? o ¿quemarme por el sol? No gracias."

"La edad te afecta cañón, quien lo diría que tan joven y con pensamientos de fósil" cargué una de mis maletas con mucha pereza "ayúdame mejor" puse mi mejor cara.

Cuando te vasWhere stories live. Discover now